Así es la KTM 1290 Super Duke R, una bestia austriaca con 177 cv de demolición

Cuando estás en el proceso de decisión de compra de una moto es la razón la que posee a las neuronas y terminas por comprar la moto que mejor se adapta a tus necesidades. Otras veces es (muchas) la pasión se lleva gran parte de las papeletas en el sorteo y acabas por comprar, simplemente, la que más te gusta. Luego, más allá de cualquier razonamiento lógico, está la KTM 1290 Super Duke R.

La bestia austriaca se ha renovado en 2017 con la excusa de la Euro 4 y pese a que ha perdido 3 caballos de potencia, sigue siendo tan bestia que te volverá loco. Desde su estética poco convencional hasta las prestaciones de su motor, pasando por la sobredosis de tecnología te envenenarás si te decidas a probarla un día que tengas ganas de emociones fuertes.

KTM 1290 Super Duke R, La Bestia

Si estás cansado de ver una y otra vez las mismas motos, parecidas incluso entre marcas, la KTM 1290 Super Duke R te va a dejar roto. Tan rotos como se quedan incluso los peatones que no pueden impedir mirar a esta bestia agazapada en cualquier aparcamiento. Su lenguaje no verbal es tan agresivo que cualquiera diría que vaya a abalanzarse sobre los no pocos que se paran a mirarla.

Estéticamente qué te podemos contar. Si el modelo saliente era atrevido este lo es aún más. La estética del estudio Kiska se nota todavía menos filtrada. La carrocería es un cuchillo cargado de líneas rectas que descienden hacia el eje de la rueda delantera desde un depósito alto y muy ancho que se contrapone con la parte trasera menos que minimalista.

La anormalmente radical carrocería de la KTM 1290 Super Duke R de 2017 ya te da un aviso de lo que vas a encontrar en marcha

Aún más escueta que antes, la zaga ahora se aligera al extremo con el entramado del subchasis tubular a la vista, desprovisto casi por completo de carrocería más allá de lo exclusivamente necesario y haciendo de su propia estructura un traje de gala. Como remate, un musculoso basculante monobrazo por un lado y por el otro un escape como un cañón desdicen al colín con una apariencia brutal.

Las llantas de aleación ligera con radios en forma de Y calzan neumáticos en medidas 120/70 ZR 17 y 190/55 ZR 17, pero si hay una imagen que se nos quedará grabada a fuego será la visión del perfil derecho con esa preciosa llanta al aire, sólo tapada parcialmente por el silencioso.

Volviendo a la parte frontal el faro delantero es la pieza más diferenciadora de toda la moto. Donde antes teníamos un faro, digamos, normal ahora nos encontramos con una máscara casi plana, de formas poligonales y dividida en dos partes por una pieza hueca vertical mientras que todo el contorno se forma con luces de posición. Todo de LED. A su lado la anterior máscara parece anodina.

Flanqueando a la óptica principal, los lados del enorme depósito de 18 litros conforman la pieza principal de la carrocería y sus laterales abrazan aún más la parte delantera. Las tapas laterales van mucho más allá del radiador, casi cubren el faro desde la vista lateral y ocultan buena parte de la horquilla delantera.

Las entrañas de la fiera son digitales

En el caso de las suspensiones no encontramos cambios con respecto a la versión precedente. Suponemos que siguiendo con la filosofía de no cambiar algo cuando funciona bien el equipo WP emplea una robusta horquilla invertida de 48 mm de diámetro en el tren anterior y en el posterior un monoamortiguador, con recorridos de 125 y 156 mm respectivamente. Ambos totalmente regulables.

Debajo de las líneas agresivas y colgando del bastidor de tipo Trellis multitubular de acero, nos encontramos con un motor que es todo un portento y un orgullo para la casa naranja. El bicilíndrico en uve a 75º de 1.301 cc para 2017 se amolda a la Euro 4, rebaja ligeramente la potencia máxima a 177 cv y el par motor a 141 Nm (antes 180 cv y 144 Nm). Perdemos tres corceles, pero parece que en realidad son más que los 180 anteriores.

Quizá haya perdido potencia en su paso a Euro 4, pero con los muchos retoques en su bicilíndrico de 177 cv la Super Duke R es capaz de arrancarte las manos

No adelantaremos acontecimientos pero el carácter del propulsor cambia con la adopción de toberas de admisión más cortas, válvulas de titanio (antes acero), cigüeñal retocado, cámaras de resonancia afinadas, relación de compresión 13,6:1 (antes 13,1:1) y una nueva línea de escape. Con estas nuevas tripas, el monstruo es aún más bruto que antes.

El equipo de frenos se compone por un conjunto similar al que ya conocíamos pero renovado. Los discos de 320 mm de diámetro se muerden ahora por unas pinzas de freno Brembo M50 monobloque de anclaje radial (y bomba radial junto con la de embrague), las mismas que utilizan algunas de las superdeportivas más prestacionales del mercado. No es para menos, todo equipamiento es poco para detener la furia de esta moto.

Igual no tiene mucha carrocería, pero una de los cimientos de toda esta moto quedan ocultos y son electrónicos. Aunque ahora ya parece algo casi convencional, el sistema Bosch 9.1 MP cuenta con función de frenado en curva mientras que para apaciguar los arranques del motor tendremos a disposición varios modos de conducción (Rain, Street, Sport y, opcionamente, Track), MTC (control de tracción), MSR (control de freno motor opcional), quickshifter bidireccional (también opcional) y otros gadgets.

El equipamiento de la KTM 1290 Super Duke R 2017 va más allá de la fuerza bruta y confiere algunos lujos que podrías considerar impropios de una moto como esta. Por ejemplo y aparte del KTM My Ride (vinculación de tu smartphone), encontramos un control de crucero electrónico regulable entre 60 y 200 km/h, control de presión de neumáticos o desconexión automática de intermitentes.

El equipamiento es muy extenso, tanto que hasta podría hacer pensar que es excesivo, pero todo tiene su lógica en esta KTM tan visceral

Ajustamos ambas manetas a una distancia idónea para nuestro gusto y empezamos a navegar desde la piña izquierda por los profundos menús del cuadro de mandos totalmente digital. La vista general nos ofrecerá un tacómetro de barras con avisador de cambio de marcha, velocidad, nivel de temperatura, indicador de combustible, temperatura exterior, marcha engranada, reloj, parciales, modo seleccionado y testigos.

En función del modo seleccionado puede cambiar la información mostrada en pantalla, pero nada más entrar en los menús nos encontraremos un doble parcial muy completo y un menú de favoritos donde podremos elegir entre múltiples parámetros adicionales como velocidad y consumo medios o instantáneos, odómetros, velocidad media... Te pasarás un rato configurando todo a tu gusto.

Las piñas de mandos son intuitivas y fáciles de usar incluso de noche ya que las botoneras están retroiluminadas en color blanco, lo que le da un aspecto moderno. Sí es cierto que si fueran un poco más pequeñas serían más fáciles de usar porque con su tamaño casi obliga a soltar la mano izquierda del manillar para operar algunos comandos.

Y ya no podemos dar más rodeos. Los nervios nos han mantenido en stand by pero se acabaron las excusas. Es hora de montarse en esta fiera. No sé si estarás preparado o no para lo que viene después de arrancar la KTM 1290 Super Duke R. Yo pensaba que lo estaba, pero me cambiaron por completo los esquemas.

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