Con el consumo más parecido al de un mechero Zippo que al de una moto, dejamos atrás el sabor añejo de Lisboa para dirigirnos a la parte nueva y las autopistas que rodean la ciudad. Tras ver sus prestaciones al principio de la prueba en carretera, sabemos que no va a ser un entorno ideal para la Honda PCX125.
Pero lejos de saber su velocidad punta o similar, nos interesa conocer qué tal se desenvuelve con la diferente orografía que nos podamos encontrar, sobre todo para aquellos posibles clientes que cuenten con trazados de autopista con algún que otro repecho. Pero siempre desde el punto de vista de que estamos sobre una 125 y que las motos de esta cilindrada están pensadas para un uso urbano.
Honda PCX125: la guerra de los rebufos
La conducción de la Honda PCX125 por autopista es del tipo On-Off-On-Off-On-Off-On-Off. Enroscamos el puño del gas al máximo en el carril de aceleración y con muchas probabilidad no lo soltaremos hasta llegar a nuestro destino. Es una 125 magnífica en ciudad y no deberíamos esperar otra cosa.
Sus prestaciones son suficientes para desplazamientos cortos. Lo normal es que siempre nos mantengamos un poco por encima de los 100 km/h y sólo en casos excepcionales, como fuertes subidas, la velocidad decrecerá hasta los 90 km/h aproximadamente. En cualquier caso, no tendremos que pelearnos con los camiones coincidentes en nuestro trayecto, algo muy importante.
Con un frontal tan bajo, la aerodinámica no es la mejor así que un cuerpo voluminoso o un peso elevado jugarán en contra de las prestaciones de la Honda PCX125. En mi caso y debido a mi altura, la vuelta a las instalaciones de Honda Portugal se convirtió literalmente en una guerra de rebufos al más puro estilo Moto3 para no perder la posibilidad de llevarme 25 puntos para la saca. Ya lo dice Ángel Nieto, que hay que pensar mucho encima de la moto.
Por otro lado, de nuevo nos ha parecido magnífica su estabilidad en autopista, como ya lo hizo en carretera. Donde otros modelos con llantas más pequeñas son realmente nerviosas y cuesta llevarlas por donde uno quiere, la Honda PCX125 se desenvuelve de la forma más amigable posible.
No tenemos que llevar le manillar agarrado como si de un bote salvavidas se tratase sino que podemos dejar que el scooter de Honda fluya libremente entre el tráfico, lo que es toda una delicia sobre todo por nuestra seguridad.
Honda PCX125: también para pasajeros ocasionales
Aunque como es habitual en las presentaciones, no hubo oportunidad de circular con pasajero, si hemos hecho como siempre y nos hemos fijado en las características de la Honda PCX125 para contaros algunos detalles del uso a dúo.
Para empezar el pasajero cuenta con un sitio bastante amplio a pesar de las reducidas dimensiones generales de la moto. Su primera ventaja son las estriberas adicionales fuera de la plataforma de la moto y replegables, que evita luchar ferozmente por el espacio para los pies como en otros scooter.
También las sendas asas incorporadas en el alerón trasero, que permiten agarrarse y contar con un punto más de apoyo para ganar confianza. Ojito con las salidas desde parado que la Honda PCX125 como vimos tiene mala leche en los primeros metros, y puede sorprender a más de uno.
En los comentarios de la primera parte de la prueba, alguno de los lectores apuntó el tarado blando de los amortiguadores. Hemos podido constatarlo con la conducción en solitario, en la que prima el confort que es muy elevado. Si viajamos con pasajero con peso por encima del estándar de los ascensores (4 personas - 300 kilos) puede que en algún bache grande lleguemos a hacer tope, aunque seguramente no será lo habitual.
Es tiempo ahora de relajarse antes de la última parte de la prueba, en la que os contaremos los últimos detalles sobre la Honda PCX125. Y es que como os dijimos, si es la moto más vendida en Europa es por algo. Yo por mi parte, voy a darme otra volta por Lisboa.
Continuará...
Parte anterior | Honda PCX125 prueba (conducción en ciudad y carretera) Siguiente parte | Honda PCX125, prueba (valoración, galería y ficha técnica)