Muchas veces viendo las caravanas de moteros que van a los grandes premios o camino de las concentraciones más importantes he visto alguno que va en su scooter urbano. Siempre he pensado que no se qué sería peor si para el piloto o para el propio scooter. Uno de los dos llegaría con la lengua fuera.
En cambio, después de la primera toma de contacto con la Honda Integra y de cruzarme fugazmente con otra que llevaba equipadas maletas y top case lo que se me pasó por la cabeza fue: "oye, pues esto para hacerte un viaje no tiene que estar mal".
Honda Integra: la autopista también es para ella
Un viaje como tal no me hice, pero sí que recorrí con la Integra bastantes kilómetros por autovía y os digo de verdad que no es una mala opción en absoluto.
Para empezar la protección aerodinámica te resguarda más que en muchas gran turismo. La practica totalidad del cuerpo queda protegida gracias al gran frontal, su pantalla elevada y a que llevamos los pies en las plataformas, dentro del escudo. El flujo de aire a alta velocidad desviado por la pantalla pasa justo por encima de mi casco (ya sabéis que soy bajito), así que alguien más alto tendría que acurrucarse un poco.
Como segundo argumento a favor está la comodidad. El asiento amplio y el espacio que tenemos para los pies y las piernas nos permiten llevar una postura relajada, y si nos cansamos nos movemos un poco y listo, además como no hay que preocuparse de hacer nada con los pies podemos hacer con ellos lo que queramos.
El tercer argumento vuelve a caer en manos del asiento y su generoso mullido. Es grande, ergonómico y acogedor. Hasta el trasero más huesudo, como el mío, podrá pasar largo rato sentado allí sin resentirse.
El motor también ayuda a que sea una buena moto para hacer viajes porque por un lado está diseñado para girar bajo de vueltas, su rumorosidad no nos aturdirá y su consumo nos permite una autonomía de la que pocas motos pueden presumir. Yo pude sacarla un consumo de 4 litros a los 100, pero es una cifra fácilmente mejorable, no fui muy piadoso que se diga con el acelerador.
Ahora bien, en según qué carreteras sí que echaremos en falta más potencia. Especialmente en carreteras secundarias y circulando próximos a la velocidad legal el cambio DTC suele recurrir a bajar una o dos marchas cuando iniciamos la maniobra de adelantamiento. La sexta velocidad es un claro overdrive para bajar los consumos.
Esas reducciones de sexta a cuarta en busca de la zona alta del motor me llamaron mucho la atención porque las hace con bastante decisión, sabiendo lo que tiene que buscar y no dejándote vendido y falto de potencia. Además es muy curioso, yo me dí cuenta de la reducción por el incremento repentino de revoluciones y el mayor empuje, no por haber notado el cambio de marcha.
La parte ciclo se comporta con mucha soltura. Cabría esperar algo de imprecisión en la dirección circulando rápido por autopistas y con carga, pero que va. Va bien aplomada, de nuevo gracias a un centro de gravedad bajo, y no nos encontraremos movimientos parásitos en el manillar.
Los baches son rápidamente digeridos por unas suspensiones que quizá para alguien con más kilos que yo le puedan parecer blandas. A mí me parecieron perfectas para el enfoque que tiene la Integra, pensada para trayectos diarios en los que debe primar la comodidad y la eficiencia.
Honda Integra: también en pareja
La Honda Integra es una de esas motos estrella a la hora de introducir una moto, o una nueva moto, en casa. Si hay que pasar por el proceso de autorización marital una vuelta a dúo sobre la Integra y un repaso a todas sus bondades pueden hacerla ganar enteros en la votación para acogerla en el seno familiar.
Ya sabéis. Aquello de "podrías aprender con ella, es automática. Y así cuando te saques el carnet...". Igualmente hace méritos propios porque el asiento atrás es casi tan cómodo como delante. Dispones de unas buenas asas donde agarrarte y las estriberas quedan en una posición muy natural.
Tampoco hay vibraciones incómodas ni nos hará pasar calor en verano. Y con el cambio DCT nos podemos olvidar de las regañinas por los cambios bruscos de marcha y con ella cualquier plan es bueno para ir a hacerlo en moto. Algo que al menos yo con la CBR lo tengo crudo muchas veces...
¿Moto o scooter? pues hoy es lo contrario, más moto que scooter. Llega a usos hasta donde los scooter no pueden, o no pueden hacerlo al menos con la misma soltura y sin despeinarse lo más mínimo como hace la Integra.
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