Ya hemos tonteado durante un buen rato con la BMW R 1200 RT por ciudad y carretera, hemos pasado esa fase torpona de los primeros kilómetros sobre una moto que no es tuya y nos estamos tomando más confianzas. Es hora de ponerse un poco de buena música en el equipo de audio, subir la pantalla y disfrutar de un paseo hasta cualquier sitio donde se nos encapriche tomar un aperitivo.
Sentados en una terraza bajo el sol de otoño me planteo si es cosa mía y soy el único que el color que BMW dice que se llama Azul Medianoche Metalizado lo veo más bien como un verde british. ¿Me estaré volviendo daltónico? Bueno, da igual, que aquí estamos para montar en moto y no para discutir sobre asuntos cromaticos.
BMW R 1200 RT: se abre la veda en las autopistas
El motor bóxer tiene una relación de marchas bastante larga por lo que para circular con los límites legales de nuestras autopistas quizá fuera más apropiada la quinta velocidad si queremos un poco más de potencia que la sexta en la que el motor funciona muy suave. En cualquiera de ellas tendremos mucho par disponible para ejecutar los adelantamientos con seguridad y con el regulador de velocidad podremos relajarnos al activarlo, seleccionar la velocidad que queremos mantener y dejarnos llevar por un motor que apenas escucharemos.
Cuando afrontamos pendientes prolongadas no perderemos velocidad ni necesitaremos pedir al puño derecho un extra de empuje. Al fin y al cabo estamos hablando de un motor bicilíndrico de 1.170 centímetros cúbicos, pero demuestra una solvencia propia de lo bien resuelto que está el anciano motor bóxer.
El control de crucero, a diferencia de en otros modelos, no se desconecta cuando aceleramos. Si fijamos una velocidad sólo se desconectará al frenar o embragar, mientras que si aceleramos porque queremos adelantar a un vehículo que circule a una velocidad próxima a la nuestra podemos hacerlo y la R 1200 RT volverá a mantener la velocidad que tenía marcada.
Sobre el comportamiento en viaje de las suspensiones no sabría decir si es un buen chasis, son unas buenas suspensiones o ambas cosas. Me da la impresión de que en BMW confieren las suspensiones como una parte integrante del chasis y toda la moto se mueve al compás que tu la marques. Como ayer os contaba las reacciones son neutras y es una gozada tomar curvas rápidas digiriendo cualquier irregularidad sin que nos intente escupir o se descoloque. Por donde tú quieras ir la BMW R 1200 RT te va a llevar sin que te tengas que pelear con ella.
Con muchos kilómetros por delante por recorrer la BMW R 1200 RT despliega todas sus habilidades en los largos desplazamientos por las vías rápidas. Lo primero que podemos mencionar es su estudiada protección aerodinámica que con su pantalla regulable eléctricamente nos protege del azote del viento sin tener que adoptar posturas extrañas. Permaneciendo totalmente erguidos estaremos a salvo por completo y sólo echaremos en falta un poco más de protección en los pies.
Ahora que las temperaturas han caído por la mañana a valores que rondan el cero por arriba y por debajo a primera hora de la mañana se notaba cómo aun llevando buen calzado y calcetines térmicos el aire frío hacía mella más que en cualquier otra parte del cuerpo. Las manos quedan bien protegidas gracias al diseño de los retrovisores un poco por debajo de la altura del manillar.
Hablando de los retrovisores, siempre he desconfiado sobre cómo se ve a través de unos retrovisores que tienen que sortear el manillar y nuestros brazos para ver por una línea inferior a la que estamos acostumbrados. Pues bien, se ve estupendamente, porque la superficie del espejo es muy amplia, en la parte alta de éste veremos nuestras manos, sí, pero con todo lo demás y gracias a sus posibilidades de regulación tendremos una visión muy amplia de lo que pasa a nuestras espaldas.
BMW R 1200 RT: un billete en preferente para el pasajero
Habitualmente, las motos que sitúan al pasajero en un asiento dividido a diferente nivel del conductor suelen ser motos incómodas, pero no en el caso concreto de las BMW R 1200 RT. El acompañante queda situado a una altura algo superior lo que le permite ver lo que sucede por delante sin necesidad de inclinar el cuello y si la pantalla va colocada en la posición más alta el viento no será un problema.
A diferencia de otras, aunque quede un cierto espacio entre los dos ocupantes la R 1200 RT vuelve a hacer gala de buena aerodinámica y no se crean rebufos incómodos entre medias. La posición también ayuda a evitar el cansancio siendo tan buena como la del piloto con las piernas relajadas y la espalda en vertical. Las manos quedarán un poco más retrasadas para llegar a los grandes asideros del portabultos y en ningún punto de contacto habrá vibraciones perceptibles.
Los esquemas de suspensión de los Telelever y Paralever ofrecen un plus de comodidad al pasajero que siempre va a merced de las maniobras del conductor. Al mitigarse las transferencias de peso en cambios de marcha, aceleraciones y deceleraciones el ocupante del asiento trasero reduce el estrés en el viaje y se puede centrar en disfrutar incluso en invierno, porque si lleva equipado el asiento calefactable tiene un botón para activar las dos intensidades en el lado derecho bajo el asiento.
El viernes concluimos con el veredicto final, a ver qué tal se me da el estreno con la nueva configuración para las fichas técnicas y los pros/contras.
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