Hace unos días estuvimos en Valencia de la mano de BMW para la presentación de su nueva BMW R 1200 R. La roadster grande de marca alemana se ha renovado en profundidad a la estela del resto de su familia. Primero llegó el nuevo motor bóxer a la BMW R 1200 GS hace dos años, el año pasado le tocó el turno a las BMW R 1200 GS Adventure y BMW R 1200 RT, y por fin en 2014 le ha tocado el turno a la gran naked alemana.
Lo primero que te viene al ver la nueva R 1200 R es que se le han quitado unos cuantos años de encima. El nuevo modelo luce un aspecto infinitamente más jovial que el de aquella BMW R 1200 R con el paquete Touring Classic que probamos hace ya más de dos años.
BMW R 1200 R: poción de juventud
En Alemania se la han jugado con la nueva BMW R 1200 R y han hecho una moto absolutamente nueva tomando como punto de partida el motor bóxer refrigerado por aire/agua de 125 caballos y 125 Nm. Es parte estructural de un chasis que se complementa con una estructura multitubular de acero dividido en dos piezas, una que une el motor con el tren delantero y otra por detrás que sujeta el tren trasero y el asiento/colín.
El propulsor se mantiene inalterado salvo unos pocos cambios para mejorar su comportamiento para el nuevo uso al que está destinada. En la BMW R 1200 R la relación de transmisión cambia ligeramente para situarse en un punto intermedio entre las GS y Adventure que equipan un cambio más corto y las RT que lo tienen más largo.
La carrocería recibe unas líneas infinitamente más jóvenes y dinámicas que las del modelo precedente. En una naked gran parte de la personalidad de un modelo recae sobre la zona del depósito al ser la mayor parte de la carrocería, así que tanto el tanque como los laterales y la toma de aire reciben un diseño anguloso y futurista.
El colín también es mucho más afilado y la sensación de ligereza se incrementa, incorpora luces led en el escueto faro trasero y unas asas laterales para que el pasajero se pueda agarrar. El asiento se divide ahora en dos piezas, una para el piloto y otra para el acompañante. A diferencia de en los otros modelos de la familia R no tiene regulación de altura.
La zona delantera del depósito abraza una de las grandes novedades de la BMW R 1200 R, su radiador de agua situado en posición frontal. Al mismo tiempo, la situación del intercambiador de calor es uno de los desencadenantes del cambio más trascendental del modelo.
Según la gente de BMW Motorrad el Telelever delantero se ha sustituido por una horquilla invertida derivada de la que equipa la BMW S 1000 R. Los motivos para este cambio son la búsqueda de un comportamiento más directo con un tren delantero que transmita cuanta más información posible al piloto, conseguir un centro de gravedad más bajo (el Telelever sitúa el peso más arriba) y por interferir el radiador con el sistema no convencional propio de BMW.
Precisamente sobre las tijas que agarran las botellas de la horquilla invertida se monta la pieza más personal del nuevo modelo. La mirada adopta ahora unas formas juveniles con un faro que sigue un patrón exagonal y en cuyo interior se encierra una luz de posición de tecnología led con forma de hache.
Para el tren posterior seguimos contando con el EVO Paralever de última generación con cardan monobrazo que deja ver unas bonitas llantas de nuevo diseño con diez radios. El escape lateral tapa parcialmente la llanta trasera pero su diseño también es bastante resultón muy corto y con forma pentagonal.
El cuadro de mandos también recibe un lavado incorporando una estética casi 100% digital en un TFT de 4,7 pulgadas monocromático con sólo una aguja para la velocidad. Es personalizable con tres estilos distintos (Style 0, Style 1 y Style 2) en los que varía la información a la que se da más importancia con los valores de su ordenador de abordo de serie. También dispone de modo día y modo noche en la que se invierten los colores de negro sobre fondo naranja a naranja sobre fondo negro para no molestar a la vista.
Las decoraciones se dividen en tres diferentes. La primera denominada Azul Córdoba combina la pintura de su carrocería con el chasis y pinzas de freno en negro y las parte inferior del depósito en gris. Es la única sin sobreprecio.
La versión Sport recibe el blanco como color principal para la carrocería en contraste con los vinilos y el chasis en rojo, las pinzas de freno en dorado y la franja frontal del depósito en acero, además de incorporar una quilla en color de la carrocería. De las tres me parece la más atractiva y bien podrían haber sacado alguna variación de ella con los adhesivos y el chasis en azul, por ejemplo, para no salir de los colores corporativos.
Por último hay una versión Roadster que luce el color Gris Trueno como tonalidad principal en combinación con el bastidor en gris metalizado mate, la moldura central del depósito en acero inoxidable y las pinzas de freno en dorado. Muy sobria y elegante.
Mañana arrancamos y nos vamos a dar una vuelta con esta jovenzuela.
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