El solitario vuelve a hacerlo, con un hábil pase de manos nos regala un nuevo producto que algunos mirarán con escepticismo y otros son envidia. Ya hace un tiempo de aquella BMW R NineT Impostor con su peculiar carenado de varillas. Y el vídeo en el que cortaban la cabeza a un pollo que acababa en la olla guisado, parte que me parece que ha acabado siendo censurada. Pero una vez más el Solitario es capaz de sorprendernos.
En esta ocasión el trabajo es tan sencillo como decorar un casco con pan de oro de 24 quilates y luego hacerle unos cuantos dibujos alegóricos. A mi, personalmente me encanta la idea y el concepto de una decoración así. Quizá no sería la que elegiría para uno de mis cascos, pero reconozco que es de lo que más me ha gustado últimamente. Como siempre, nos gustaría conocer vuestra opinión sobre este trabajo.
Vía | El solitario