Un terremoto arrasó Japón en 2011 y el agua llevó a una Harley-Davidson hasta Canadá. El reencuentro con su dueño fue épico

Harley-Davidson es una de las marcas de motos más reconocidas globalmente. Se venden en Estados Unidos, en la China y hasta en Japón. Y precisamente en este último lugar, en el país del sol naciente, surgió una historia casi mágica.

Las protagonistas, una vieja Harley-Davidson Softail Night Train de 2004, un terremoto y viaje de más de 6.500 kilómetros por el Pacífico... En un contenedor de carga a la deriva.

No quería la moto. Tampoco quería una nueva. Quería que la moto se exhibiera como tributo

Japón y su historia con la geografía y los fenómenos atmosféricos es muy complicada. Su localización hace que haya sido el país con la mayor cantidad de terremotos sufridos en la historia. Son de destacar los de los años 1896, 1933 y 2011, con efectos devastadores.

Precisamente en ese último terremoto de 2011 surge una historia épica. El maremoto acabó con la vida da casi 16.000 personas y el gobierno japonés estima que unos 20 millones de toneladas de escombros fueron arrastrados al océano. Y entre esos escombros, un contenedor de carga en la que se encontraba nuestra protagonista, la Harley-Davidson. Se pasó un año viajando.

El contenedor incluía la H-D Softail Night Train que viajó 6.500 kilómetros a través del Pacífico hasta la isla Graham, en la Columbia británica. Allí que llegó el contenedor, y allí que lo vio un hombre llamado Peter Mark, varado en la playa.

Spoiler, la curiosidad no mató al gato; pero a Peter le dio por mirar dentro del contenedor... Y allí estaba la moto americana a su suerte, que no fue muy benevolente: estaba maltratada y oxidada.

Peter no le dio mayor importancia. Se fue, pero regresó al cabo de tres semanas, y el contenedor ya no estaba allí. Pero la moto sí; estaba enterrada en la arena. Bueno, pues resulta que a través del número de bastidor de la Harley llegaron a encontrar al propietario de la moto, Ikuo Yokoyama.

Imagínense el panorama: te llaman más de un año después del maremoto que arrasó tu país y te dicen que tu preciada moto ha aparecido en la otra punta del planeta. De hecho, la épica hizo que la propia Harley-Davidson ofreciese al japonés de 29 años restaurar la Softail. Y aquí viene lo bonito.

El japonés se negó, sentando cátedra: "No quiero ser una brizna de hierba alta en un césped más bajo", les dijo. No quería ser especial ni resaltar entre sus compatriotas tras el incidente que dejó más de 16.000 víctimas. "Él también perdió prácticamente todo", dijo.

"Miembros de su familia, todas sus posesiones. Pero se sintió humillado y no quería que lo trataran de manera especial", cuenta Smithsonian, fuente de la historia.

No quería la moto. Tampoco quería una nueva. Quería que la moto se exhibiera como un tributo a las vidas perdidas en la tragedia. Y así lo acató Harley-Davidson, que construyó una exposición solo para ella en el museo de la marca en Milwaukee.

"Nos sentimos verdaderamente honrados de poder exhibir la motocicleta del Sr. Yokoyama. Esta motocicleta tiene una historia increíble que contar y nos sentimos honrados de poder compartirla", cuenta a Motorcycle Cruiser el vicepresidente del museo Bill Davidson.

También te puede gustar

Portada de Motorpasion Moto

Ver todos los comentarios en https://www.motorpasionmoto.com

VER 0 Comentario