Seguro que a muchos lectores les ha dado por restaurar algunas de sus viejas motos, y se han encontrado con un problema muy habitual e incómodo: el óxido. Maldito óxido, lo carcome todo. Especialmente en partes muy delicadas como el depósito de la gasolina.
En Japón son expertos en eso de técnicas ancestrales, y la 'técncia Showa' proviene de allí, y es tan útil como antigua. También es muy curiosa porque para erradicar el óxido utiliza una cadena y algo de músculo.
Detergente, agua, una cadena y mucha fuerza
El óxido es casi tan habitual como inevitable en todo tipo de motos. Con el paso del tiempo hay muchas condiciones que favorecen su aparición: agua, polvo, gasolina, suciedad y un largo etcétera. Sin embargo, no es el fin del mundo, y aunque algo luzca oxidado, se le puede dar una segunda vida. En este caso una parte tan importante como el depósito.
Y ahí es donde entra en juego la milenaria técnica japonesa 'Showa'. Como podías intuir, Showa es un apellido de origen japonés (que significa 'paz', por si no lo sabías), en honor al creador de esta maniobra.
El método en sí es supersencillo, aunque no es muy recomendable para personas que padezcan dolor de espalda. Es un youtuber nipón el que nos descubre el truco como puedes comprobar en el vídeo, para el que no hace falta saber japonés, más bien fijarte en lo que hace sobre el depósito de esta XR100 Motard.
En cualquier caso, lo primero es poner detergente y agua para limpiar el interior. Sin expulsar la mezcla, lo siguiente es introducir una cadena atada a cualquier cuerda o alambre para que no se caiga del todo en el tanque.
La magia consiste en agitar el depósito en distintas direcciones sin soltar la cuerda que sujeta la cadena. De esta manera la cadena rozará todas las superficies, y una vez salga, el estado sorprende; queda totalmente marrón tras haber cogido todo el óxido.
Lo que hace finalmente este creador de contenido es lavar el fondo del interior del tanque con una manguera de agua de alta presión. El japonés asegura que ha estado utilizando el depósito dos años posteriormente, y aún no se ha vuelto a oxidar.