De vez en cuando hay pilotos que te llaman la atención sin saber muy bien por qué. Quizá te caiga simpático, o quizá sea un tipo currante, pero los pilotos que no tienen unos resultados abrumadores a veces también se merecen su poquito de atención.
Este es el caso de Michael van der Mark, un joven piloto que está sacando lo mejor a una Honda por la que nadie apostaba lo más mínimo desde hace varias temporadas. Una moto con un diseño casi inalterado desde hace años que está siendo un magnífico campo de pruebas para el piloto holandés en el Campeonato del Mundo de Superbikes.
Trayectoria impecable y futuro prometedor
Durante las cuatro primeras citas del año, van der Mark ha sido el único piloto no británico capaz de repetir podio. De las ocho carreras que se han disputado, ha subido a descorchar una botella de espumoso en la mitad, cuatro.
Está consiguiendo ser un piloto regular incluso en los circuitos que no favorecían a su montura. Los dos primeros podios del año en Phillip Island podíamos atribuirlos a las peculiaridades de la pista australiana donde las prestaciones de las motos pasan un poco desapercibidas, pero llegamos a Tailandia y volvió a subirse a los puestos de honor.
Los resultados le colocan siempre entre los puestos de cabeza. Además de los cuatro podios, sólo un séptimo puesto emborrona su actuación, un cuarto y dos caídas mientras luchaba por estar delante. No sólo puede estar delante, sino que está siendo capaz de llevar a su montura japonesa a luchar con los mejores de la categoría.
Incluso tuvo la osadía en el más que rápido circuito de Buriram de sorprendernos a todos llevándose una pole que suponíamos iba a ir a parar a una moto de color verde.
Llamadme loco, pero cuando este chico irrumpió en Supersport dentro del equipo Ten Kate y se llevó por delante a todos sus adversarios en 2014 con una facilidad pasmosa fue fácil reconocer un talento emergente. Ahora en Superbikes, después de un año de altibajos, se está asentando y busca el límite de su moto para no dejar que el resto se escapen con tanta facilidad.
Y lo está consiguiendo, ¡vaya que sí!. Va cuarto en la clasificación general con 90 puntos, 91 por detrás de Jonathan Rea, pero ¿alguien quiere apostar a que dentro de no mucho va a dar algún que otro susto? Su primera victoria no ha llegado todavía, pero seguro que no le falta demasiado, es de los pilotos que o hacen podio, o ganan, o se caen.
No es sólo un piloto rápido, es muy consistente. Es capaz de venirse arriba en los últimos giros y darlo todo sin contemplaciones aunque eso le valga una caída. Y sí, eso de caerse está mal visto en un campeonato, pero creo que van der Mark sigue buscando el límite porque sabe que no puede optar a grandes resultados si no es sacando todo el jugo a su moto.
Es un currante nato, es humilde y nunca tiene un mal gesto. Tiene una de esas típicas caras de niño bueno, de no haber roto un plato en su vida. Trabaja, sale a pista, sigue trabajando y vuelve a trabajar después de haberse caído dando el máximo.
¿La Fireblade está siendo el patito feo?
Bueno, por último, os lanzo una idea al aire. Jonathan Rea, chico Honda, fiel a la marca y trabajador, desertó de la marca japonesa para irse a Kawasaki, donde sí le ofrecían una moto con posibilidades de victoria. Una Honda que hemos hablado muchas que necesita mejorar mucho, que no evoluciona, pero llega 2016 y resulta que es una moto capaz de rodar junto a los mejores.
Incluso Nicky Hayden ha conseguido su primer podio en la primera carrera de Superbikes en Assen, así que no tiene que ir tan mal. O al menos no tan mal como años anteriores. Las malas lenguas cuentan que están empezando a probar cosas de la futura Superbike japonesa, la moto que entre bastidores prometieron a van der Mark para plantear un proyecto de futuro, a Nicky Hayden para que se viniera desde MotoGP, a Sylvain Guintoli para que luciera su número 1 de campeón en una moto que no valía y con la que seguro tentaron a Jonathan Rea para que no les abandonase.
¿Hay algo que los japoneses no nos están contando? Conociendo a Honda y lo competitivos que son en cualquier categoría tienen que estar preparando algo, algo muy gordo y muy secreto que no quieren que nadie sepa antes de tiempo para dar pistas. Igual todo esto se queda en papel mojado, pero no puedo ocultar que me gustaría mucho que las malas lenguas tuvieran razón.
Ahora la pregunta es, cuando llegue la nueva Honda ¿van der Mark despuntará como lo hizo Rea en Kawasaki?. ¿Podrá Honda recuperar todo el tiempo perdido en Superbikes?. ¡Pinta muy bien 2017!
Fotos | Honda WorldSBK