La nueva Honda CBR1000RR-R Fireblade ya ha rodado en pista con sus compañeras del Campeonato del Mundo de Superbikes. Álvaro Bautista y Leon Haslam estuvieron a los mandos de la última creación de Honda tanto en el circuito de Jerez como en el de Portimao. Y la conclusión de momento es clara: Hay que esperar.
Eso se extrae de lo que hemos visto en estos primeros cuatro días de test. Más allá del fogonazo de Haslam consiguiendo el mejor tiempo bajo la lluvia el primer día, lo cierto es que la Honda necesita poner muchas cosas a punto antes del inicio de la temporada, que será dentro de un mes en Phillip Island.
De momento Bautista no está buscando los tiempos
De hecho Álvaro Bautista ni siquiera ha buscando tiempos. Si hubiese que tener en cuenta sus resultados en los cuatro días de test sería para espantarse. Empezó siendo décimo y octavo en Jerez y ha terminado decimoquinto y decimoséptimo en Portimao. Pero el propio Bautista explica que no eran los tiempos lo que se buscaba.
"A mí también me gustaría que todo estuviera bien, entrar y preocuparme por empujar con fuerza. Pero Honda es una mota nueva y es normal en esta etapa de desarrollo tener varias cosas que hacer", decía Bautista tras el test portugués. Parece que Honda no va a llegar del todo preparada a Australia.
Bautista admitía que "no es una situación dramática, pero por el momento todavía no estoy listo para llegar al límite. No sé cómo llegaremos a Australia". Que nadie espere por tanto un inicio fulgurante de Bautista como el de 2019, cuando ganó las once primeras carreras del año de forma consecutiva con la Ducati Panigale V4 R.
En los cuatro días de test ha sido Haslam el piloto más adelantado de Honda, y el que marca las esperanzas de que la CBR1000RR-R de verdad sea una moto competitiva. El británico se quedó a ocho décimas de Toprak Razgatlioglu en el último día de test de Portimao, el que de momento ha sido el día más competitivo del invierno.
Aún así, Bautista es optimista y cuenta que "el potencial de la moto es fantástico, pero aún no hemos juntado todas las piezas correctamente. Hay cosas que me gustan y otras que hay que revisar. Es un trabajo agotador, que no te ayuda a ser más rápido. HRC llevó muchas piezas a Jerez, pero no pudimos probarlas allí debido al mal tiempo. Ahora lo más importante es decidir qué camino debemos tomar".
🛠Back to work 🛠@realleonhaslam keeps testing the CBR1000RR-R at Portimao🇵🇹#WorldSBK pic.twitter.com/CjmbHo524S
— WorldSBK (@WorldSBK) January 27, 2020
En la misma sintonía va Leon Haslam, que también cree que "necesitaríamos 500 días para probar todo, así que ser buenos y seguir adelante. Este es un proyecto nuevo y hay que centrase en muchos aspectos para mejorar y llegar a Australia en las mejores condiciones". Parece que el proyecto de Honda va a ser a fuego lento.
Yamaha, Ducati y Kawasaki, a un nivel altísimo
El mayor problema que va a tener Honda es que los rivales no se van a parar a esperarles. La pretemporada está demostrando que podemos estar ante un año de muchas alternativas. Sí, Jonathan Rea fue el más rápido en el único día que ha probado con el resto, pero fueron unas condiciones especial de clima.
Lo que estamos viendo hasta ahora es una igualdad máxima entre Ducati y Yamaha. Scott Redding se ha adaptado como un guante a la Panigale V4 R y lo mismo le ha pasado a Toprak Razgatlioglu con la Yamaha YZF-R1. Los dos se batieron en un duelo al sol por el mejor tiempo en Portimao que a última hora cayó del lado del turco.
Con Redding y Razgatlioglu muy fuertes, y dando por hecho que Jonathan Rea también lo estará, se avecina un interesante duelo a tres en el que Michael Van der Mark, la otra Yamaha oficial, puede ser un invitado inesperado. BMW de momento sigue un poco por detrás, pero Tom Sykes podría colarse en algún circuito también en la batalla.
Todo está servido para un mundial impactante a la espera de Honda. Si la CBR1000RR-R de Álvaro Bautista consigue ponerse pronto a la altura de la exigencia, tendremos un campeonato de Superbikes inolvidable. Pero, de momento, parece que la Honda cuece a fuego lento. Lento pero constante, así es el avance del guerrero.
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