Comprarse un casco de moto no es una decisión fácil. Para ser prácticos, cualquier parte del equipamiento de un motorista es difícil de elegir, a no ser que tengas muy claro lo que quieres.
Como cuando elegimos moto, podemos encontrar cientos de cascos de tamaños, marcas, colores, calotas, decoraciones y precios distintos. Y sobre todo... Seguridad, que a la postre es lo que más nos interesa a la hora de comprar un buen casco, que nos proteja bien. La herramienta más útil que te podemos recomendar es el test Sharp.
Un examen de laboratorio más riguroso incluso que la homologación europea
Arai, Shoei, MT Helmets, HJC, Shark, AGV, Airoh, Bell, LS2, Nexx... Hay muchas marcas estupendas a la hora de comprar un casco. A la hora de decidir el comprador se basa en cosas banales como el dibujo, la decoración o la réplica de colores de un determinado piloto, cuando lo realmente importante está la protección y seguridad que ofrecen. Ha pasado, pasa y seguirá pasando.
Menos colores y más seguridad. Lejos de los moralismos habituales, cabe recordar que el objetivo es la primera línea de defensa que tenemos los motoristas. No hay dato más evidente que el que nos da la DGT: si la cabeza va bien protegida, se puede reducir estas lesiones un 69 % y la mortalidad un 42 %.
El meollo de la cuestión está en cómo elegir un buen casco. Todas las marcas venden lo suyo, pero, ¿cómo sabe un motorista qué casco es mejor que otro? La respuesta bien la podríamos encontrar en el test Sharp, relacionados con el gobierno británico y válidos para el mundo entero.
¿Cómo? Los test Sharp son ensayos de laboratorio en los que miden única y exclusivamente la seguridad de los cascos, sin tener en cuenta en sus variables peso, visibilidad, ruido o comodidad. Solo seguridad. En otras palabras, creemos que es la fuente de información más fiable que existe actualmente a la hora de comprar un casco.
Y no, si lo estabas pensando no se trata de ninguna organización comercial con intereses y preferencias. Fue el gobierno de Reino Unido quien, tras un estudio por los altos niveles de siniestralidad en moto, se propuso descubrir la seguridad de los cascos que se vendían en el país, cuáles estaban homologados, si cumplían con la normativa europea y las diferencias entre ellos.
Incluso valoraron que, de usar un buen casco, se podrían salvar la vida de 50 motoristas anualmente. Así que en el 2007 crearon el "Sharp the helmet safety scheme", una organización gubernamental que pondría a prueba todos y cada uno de los cascos que se vendían. Sin intereses ni dinero de fabricante por medio. La buena noticia es que con los años ha ido ganando reputación y experiencia y su página web es una fuente de información fiable actualizada constantemente.
Siete cascos y 32 golpes: la curiosa forma de trabajar de Sharp para evaluar los cascos
La curiosa y limpia forma de proceder. Para evaluar la seguridad del casco la organización compra siete cascos de la misma marca, pero diversa talla en diversos negocios, de forma totalmente anónima y sin identificarse como una organización gubernamental, como si fuese un cliente más. Cuando llegan al laboratorio, ponen el casco sobre un yunque y simulan 32 ensayos de impacto, más que los que pasa la homologación europea.
Hay todo tipo de simulaciones: dos impactos lineales y oblicuos, tres velocidades de impacto, golpes sobre superficies planas y bordillos, distintos puntos de impacto (frontal, trasero, laterales y coronilla)... Y así hasta llegar a 32 pruebas objetivas. Todas iguales para todos los cascos. ¿Quién da más? O, mejor dicho, ¿quién aguanta más?
Esa pregunta se responde a través de una a cinco estrellas. La nota más deficiente corresponde con una estrella; cumplir con la normativa garantiza dos estrellas; si se cumple con las expectativas, tres; si el casco está muy bien, cuatro, y si es excelente, cinco. Además, en su web se pueden filtrar los cascos por el número de estrellas.
Las velocidades de impacto se ensayan entre los 6, 7.5 y 8.5 m/s (21.6, 27 y 30.6 km/h), además de la utilizada en la homologación europea a 7,5 m/s.
También se meten a evaluar las zonas de impacto y cómo se sufre con ese casco en concreto. Utilizan una escala de colores para medir el riesgo de lesión, basándose en niveles de aceleración. Concretamente encontramos el verde (hasta 276 g. de fuerza), amarillo (300 g.), naranja (400 g.), marrón (420 g.), rojo (500 g.) y negro (por encima de 500 g.).
Es muy interesante la predicción del número de muertes que hacen en función de la valoración que den al casco. La tabla quedaría así:
Predicción nº de muertes |
clasificación de seguridad |
---|---|
< 155 |
5 estrellas |
< 230 |
4 estrellas |
< 305 |
3 estrellas |
< 380 |
2 estrellas |
> 380 |
1 estrella |
Utilizar la herramienta es muy simple. Accediendo a la web encontramos, en un primer vistazo, los últimos modelos y su valoración, así como precio y tallas. Útil si queremos estar a la última en esto de los cascos.
La herramienta útil es la de encontrar el casco en cuestión. Bajando un poco hacia la mitad de la página encontramos un recuadro amarillo: "Helmet Search". A través de cuatro opciones podremos filtrar según fabricante, modelo de casco, tipo y valoración mínima. Afinar la búsqueda depende de ti.