Últimamente estamos hablando mucho de las soluciones de movilidad alternativa y los Vehículos de Movilidad Personal, y no es para menos porque están cambiando la movilidad urbana. Aún es pronto para hacer una valoración sobre estas soluciones pero lo que es seguro es que están lejos de quedarse en una simple moda pasajera.
Si hace unos días comentábamos sobre la posibilidad de que la DGT incluyese en el Reglamento de Circulación a los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) ahora el Ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha ido un paso más allá detallando una posible reforma de la Ley de Seguridad Vial para exigir un seguro para estos vehículos.
Los VMP pueden ser víctimas, pero también culpables de los accidentes
Las sugerencias de Marlaska sobre los cambios que podrían afectar tanto a los VMP como a las bicicletas fue puesta sobre la mesa en un encuentro del ministro con las asociaciones de víctimas en carretera tras el desgraciado fallecimiento el pasado martes 23 de octubre de una mujer que fue atropellada por un camión cuando circulaba con su patinete eléctrico en Sabadell.
La defunción ocurrió 14 días después del suceso como consecuencia de las graves heridas sufridas en el incidente, cuando cayó con su patinete a la calzada justo delante de un camión. El conductor no pudo hacer nada para evitar el desgraciado accidente.
Hasta ahora el uso de estas soluciones de movilidad urbana ha caído en un limbo normativo causado por la falta de compromiso de la DGT, quien sólo incluyó a estos vehículos de rango inferior a las bicicletas en la Instrucción 16.V-124, sin carácter de Ley. Han sido los ayuntamientos los que han quedado al mando de la regulación de los VMP vía Ordenanzas Municipales como las de Madrid o Barcelona, que a su vez se basan en la Instrucción de la DGT.
Mientras tanto los usuarios utilizan con cada vez mejor y mayor acogida los patinetes eléctricos y las bicicletas de pedaleo asistido como complemento al transporte público y sustituyendo en la medida de lo posible a los desplazamientos en coche.
Este incremento de desplazamientos en VMP está forzando a las ciudades y a sus administraciones a modificar los escenarios urbanos, adaptando espacios propios para ellos ya que no deberían compartir las aceras con los peatones ni las calzadas con los automóviles, ya que generan un riesgo del que pueden ser víctimas o "victimarios", como ha postulado Marlaska.
Tanto los patinetes eléctricos como los Segway, hoverboards o bicicletas pueden provocar accidentes y, por consiguiente, daños a terceras personas. Por ello que desde Interior creen apropiada la exigencia de un seguro de responsabilidad civil cuya finalidad sería proteger tanto a sus titulares como al resto de usuarios de la vía.
Hasta la fecha, los daños causados a víctimas en accidentes de bicicletas o patinetes debían reclamarse por vía amistosa o a través de un procedimiento judicial privado. En el mejor de los casos, los daños que cualquier miembro del núcleo familiar pueda provocar a un tercero en el desarrollo de su vida privada pueden cubrirse con ciertos seguros de hogar.
También existen seguros específicos para usuarios de bicicletas desde hace algunos años pero su carácter es voluntario y su contratación es prácticamente marginal, pero al fin y al cabo, pese a que las bicicletas o los patines y patinetes carezcan de motor siguen siendo vehículos, y como tal están sujetos a la posibilidad de sufrir y provocar accidentes. Por lo tanto la necesidad de un seguro obligatorio no parece tan descabellada.
De nuevo, y ahondando en los recientes postulados de la DGT manifestados por Pere Navarro, Marlaska ha mostrado su preocupación por la necesidad de contar con una normativa de carácter nacional superior a las Ordenanzas de los ayuntamientos que regule de manera genérica a los VMP, su circulación y tanto sus derechos como obligaciones.