En una época dónde los motoristas ingleses se refugiaban y reunían en bares de carretera, ya que los pubs no se prestaban a tal menester por precio, horario y forma de entender ese colectivo, nace el Ace Café. En este antiguo restaurante de camioneros de la North Circular Road de Londres se empiezan a reunir motoristas con mucha asiduidad. No es el único pero si el más frecuentado y su aparcamiento dicen que era todo un salón de exposiciones por lo que allí se podía ver.
Abandonado a su suerte como viejo almacén de neumáticos, se rescata y reabre en el año 2001 gracias al esfuerzo de un hombre llamado Mark Wilsmore. Patrocinadores como la revista Classic Bike y las autoridades, que entienden ese lugar como una parte de su historia que no se debe perder, colaboran en el asunto. Jack Lilley quiere rendir homenaje a esta singular "posada" y prepara para la ocasión un versión al más puro estilo café racer de la conocida Triumph Street Triple 675 que denomina "Ace 675CR" y de la que solo se fabricarán diez unidades.
En el motor no hay cambios dignos de mención si no es por los protectores de caídas en el exterior. No hay preparación aunque viendo en las fotos que monta las colas Arrow que la propia Triumph comercializa para sus modelos, debe llevar como mínimo la reprogramación de centralita que hay disponible para esos escapes. La decoración se observa en un gris metalizado con la bandera ajedrezada típica de la estética café racer.
Protectores de radiador, tapa de colín, quilla y guardabarros delantero siguen ese color gris plata. Desaparecen los dos faros redondos característicos de la saga Street Triple y Speed Triple que dejan paso a un solo faro. Como diríamos los usuarios de las Triple, entre los que me incluyo, nos quitan las gafas y nos pasamos a un monóculo. Se elimina el manillar y las torretas por un par de semi manillares, imprescindible y creo que primera modificación a llevar a cabo en todo lo que se apellide café racer. Por ende se aprecian nuevos espejos retrovisores.
Un juego de estriberas regulables, protectores de punteras de horquilla y cinta anti calórica en los escapes rematan esta creación de la que solo se van a fabricar diez ejemplares en torno a un precio de unos 15.000 euros. Personalmente y para tal conmemoración hubiese elegido una Truxton con la que agasajar a la mítica cafetería inglesa. La estética de la Triumph Street Triple es discutible y esa cinta en los escapes creo que no queda muy bien pero ya se sabe que los de la lengua de Shakespeare son muy suyos en lo que a estética se refiere. Pero lo mismo a ti te gusta porque para gustos están los colores eso esta claro.
Es curioso pero como propietario de una Triumph Street Triple 675 siempre digo que es una moto que me gusta por "dentro" pero no por "fuera". Quiero decir que no la compré porque su estética me enamorase a rabiar. La miro y no me desencanta, no me parece fea, ni mucho menos. Pero no me levanta pasiones... hasta que me subo a dar una vuelta en ella porque ese tricilíndrico va tan bien que tengo claro cada día más que en Hinckley encontraron con ese motor el Santo Grial.
Vía | Moto Blog.it