En Hinckley tienen motivos para estar contentos y encarar 2017 con muchas ganas. 2016 ha sido un año de récord para Triumph cerrando la temporada con un total de 56.253 unidades vendidas, lo que supone un crecimiento del 4,5% con respecto al año anterior (53.812 unidades). La acertada política de producto de la marca británica les llevan a acumular unos beneficios un 90,8% superiores, destinando más de 30 millones de euros en investigación y desarrollo, 6 millones más que en los 12 meses anteriores.
Gracias a esta coherente y bien apuntalada estrategia, a los nuevos modelos llegados durante el año 2016 como la renovada gama de cásicas (Thruxton, Bonneville T120 y Street Twin) o la nueva Speed Triple hay que sumar el nuevo asedio de motos nuevas que van a presentar este año.
Triumph Bonneville Bobber
Sin duda que el plato fuerte en cuanto a impacto visual ha sido la inesperada Triumph Bonneville Bobber, un modelo arriesgado y sin concesiones destinado a un público con un gusto muy concreto hacia las motos clásicas. Sin posibilidad de poder llevar pasajero, una línea muy baja y esa actitud bobber de chico malo se va a convertir en un referente para los preparadores de clásicas.
La imagen de mediados de siglo XX es su mejor seña de identidad, pero en la línea marca de la casa, ese aspecto viejuno lo logra guardando en su interior la más moderna tecnología. El movimiento proviene de un motor bicilíndrico en paralelo refrigerado por agua que mantiene los aletines, pero que deriva del moderno High Torque estrenado en la Bonneville T120, con 1.200 centímetros cúbicos y el cigüeñal calado a 270º capaces de generar ** 80 cv y 105 Nm**.
Dentro del caramelito de aspecto clásico que es el cuadro de una única esfera, la Bobber guarda a buen recaudo las últimas soluciones técnicas empleadas por sus compañeras de gama con un cerebro electrónico que gestiona los modos de conducción Rain y Road, control de tracción, ABS, inmovilizador y una respuesta suave pero al mismo tiempo contundente.
La carrocería se ha reducido a la mínima expresión y queda compuesta casi exclusivamente por el depósito de combustible, un asiento monoplaza con soporte de aluminio regulable (que es una belleza en sí mismo) y un gran guardabarros trasero las líneas maestras de la Bobber brillan gracias a una desnudez bien trabajada. Todos los componentes electrónicos quedan ocultos a la vista, los cuerpos de inyección simulan ser carburadores, las llantas de radios negras son toda una preciosidad y el esquema de suspensión trasero con monoamortiguador en posición Cantilever simula ser un genuino chasis hardtail.
Triumph Street Triple
Por otro lado, estamos ansiosos por ver qué nos tienen preparado para el próximo día 10 de enero, día en que la marca inglesa descubrirá al mundo la nueva generación de la Triumph Street Triple. Una vez más este futuro modelo estará llamado a ser la punta de lanza en cuanto a ventas de la firma, volviendo a colocarse como una de las naked más populares del mercado.
Su motor tricilíndrico de 675 centímetros cúbicos pasará por el filtro de la Euro 4 y en 2017 nos ofrecerá un nuevo formato con un sensible incremento de cilindrada. La potencia máxima y el par motor serán presumiblemente superiores a los 106 cv y 68 Nm de par motor del modelo saliente para ofrecer una respuesta más contundente a las órdenes de la mano derecha.
Un puño que vendrá unido a otra gran serie de novedades, y es que un modelo tan importante para la marca no podría quedar al margen de la pertinente actualización electrónica. Según pudimos adivinar en el teaser que Triumph lanzó hace unos días, un panel de mandos totalmente digital nos abrirá las puertas a un mundo en la línea del mercado: acelerador electrónico, varios modos de conducción, ABS regulable, control de tracción programable...
Salvo por los espejos en las puntas del manillar, la popular naked media británica seguirá una línea continuísta con el modelo saliente, en la línea de su hermana mayor la Speed Triple recientemente renovada. Ya sabes, haz una marca en el calendario el día 10 de enero.
Street Cup y Street Scrambler
Además de ello, también han tomado la base de las Street Twin para crear dos nuevos modelos retro que completan la gama de modern classic por abajo, para que todo el que quiera una moto bonita y pintona pueda encontrar el modelo apropiado.
Por un lado la Triumph Street Cup presentada en el EICMA acerca el mundo de las clásicas pequeñas de Triumph al concepto Thruxton. Un manillar plano y con las puntas cerradas simula ser unos semimanillares, un pequeño cupolino sobre el faro, llantas de aleación con los bordes pintados escapes deportivos y asiento con tapa monoplaza harán girar muchas cabezas a su paso.
Del otro lado, las nuevas Triumph Street Scrambler siguen el mismo camino pero hacia su variante campera. Llantas de radios, un escape doble elevado por el lateral derecho, manillar ancho y alto, suspensiones con mayor recorrido y neumáticos mixtos sobre llantas de 17 y 19 pulgadas harán furor entre los que busquen algo cómodo y desenfadado.
Para ambos modelos el motor es el mismo bicilíndrico en paralelo de 900 centímetros cúbicos y cigüeñal calado a 270º para ofrecer ese tacto tan personal. Sus cifras son modestas pero más que suficientes con 55 cv a 5.900 rpm y 80 Nm de par motor a 3.230 rpm.
En definitiva, siguiendo una política de pocos modelos pero muy bien colocados, Triumph está sacando el máximo partido a las cartas que tiene en la mano y les está saliendo una jugada redonda. ¡Y nosotros tan contentos de poder disfrutarlo!