Como hemos visto en alguna que otra ocasión, el preparador británico TTS Performance no se anda con chiquitas. Son los creadores de la Suzuki Hayabusa reconvertida en ‘SuperBusa’, que daba la friolera de 370 CV. Pues ahora han hecho lo propio con una Triumph Rocket 3 que sobre el banco de pruebas da… ¡340 CV!
Una cifra considerable teniendo en cuenta que la moto británica viene de fábrica con 182 CV a 225 Nm, uno de los pares máximos obtenidos jamás por un motor de producción en serie sobre la base de una versión ya de por sí exclusiva, la Rocket 3 TFC.
Si 225 Nm era mucho par motor… ¡TTS sube la apuesta hasta los 373 Nm!
Si cuando los de Hinckley decían que la Rocket 3 TFC era la “Triumph más potente que hemos fabricado nunca”, no conocían entonces los planes que tenían sus homólogos británicos de TTS Performance a no muchos kilómetros de su sede.
TTS Performance se hizo con una de las 750 unidades limitadas de esta moto, y se la llevaron rápidamente a su taller para empezar a maquinar lo que sería la aún más bestia muscle cruiser. Lejos de los vistosos resultados físicos de la moto, con incluso piezas de fibra de carbono, el objetivo era trabajar sobre el motor de la moto y superar los 300 CV.
Una labor que empezaron a maquinar con un Power Commander, o un módulo de optimización de las motos a inyección, que permite ajustarla si se conecta. De esta manera lograron que el motor tricilíndrico en línea original de 2.458 cc con 182 CV y 225 Nm de par motor a 4.000 revoluciones diese 200 CV y 250 Nm de par motor de una sola jugada.
Lejos de conformarse con escasos 20 CV más, si por algo son conocidos los de TTS Performance es por cuadrar los compresores Rotrex en sus motos. Así, el C30-94 de Rotrex (el mismo que utilizaron para la Hayabusa) fue el elegido, con 12 kg de peso extra a la moto que ya de por sí pesa 290 kg.
La función de ese compresor Rotrex es aumentar la presión de admisión hasta el bar, de tal forma que la sobrealimentación es lineal. El resultado, una moto de 342 CV a 6.900 RPM y un par motor de 373 Nm a 6.300 revoluciones. Con sus más de 300 kg, ahora es capaz de llegar hasta los 283 km/h.
Lo mejor de todo es que cualquiera (con una holgada cartera) puede instalarle a su Triumph el paquete. Hacer a la Rocket aún más cohete (como su propio nombre indica) costará unos 9.000 euros al cambio, que es lo que vale el pack de TTS, con pistones y árboles de levas especiales por 1.700 euros más.