En los últimos días hemos visto algún rumor o apunte que pondría a Sete en la órbita de Kawasaki, pero como ha sido Melandri el que se ha quedado con el pastel, la opción Ducati cobraba fuerza. Livio Suppo y Sete gibernau discutieron, por lo que parece, y según informaba el Sport, el catalán se iba de Brno el mismo día que llegaba, el domingo. El Team Gresini parece otra opción donde Sete podría ir a tocar, pero tampoco se sabe más que eso, que quizás ha ido a llamar a su puerta. Parecía bonito que Sete pudiera volver a montar la bala roja, sobre todo para apoyar a Stoner en su pulso por el título con Valentino Rossi (que no he comentado, pero está soberbio, vuelve a ser el de siempre, o casi un poco mejor...). Pero no puede ser y no puede ser.
Ahora el futuro de Sete Gibernau no sabemos hacia dónde va a tirar. Por un lado, su emotiva retirada hace casi dos años dejaba a las claras que no le motivaba seguir en el campeonato del mundo de velocidad. Imagino que es muy duro ser un piloto del más alto nivel y dejarlo todo por un bajón de motivación, e imagino que si vienen a dorarte la píldora, a enseñarte la pastilla roja, pues te animas y te ilusionas como si tuvieses tu primera oportunidad.
Y ahora resulta que nada de nada. Lo reconozco mil veces, he criticado a Sete Gibernau muchas veces, porque creo que a los pilotos se les ha de criticar ya sea para bien o para mal, pero marear de esta manera no me parece nada bien (siempre desde el punto de vista de que parecía que Ducati le tiraba los trastos a Sete).
La pregunta es, ¿volverá a las pistas realmente? ¿O hemos terminado? ¿Game over?