Nadie cotaba con ello. La gente se frotaba los ojos cuando lo más inesperado sucedía en el Gran Premio de las Américas de MotoGP. Marc Márquez, el dominador absoluto de Austin, se iba por los suelos y regalaba 25 sabrosos puntos a sus rivales. De un mundial muy bien encarrilado después de tres carreras pasábamos a un apretujón de cuatro pilotos separados por nueve puntos.
Un leve error, una ligera pérdida de concentración que hizo que la Honda de Marc Márquez perdiese agarre en la frenada de la curva doce, justo después de la larga recta del circuito estadounidense. Ya decíamos que Márquez competía contra sí mismo en Austin, y se encontró con un viejo fantasma, el de regalar una carrera ganada, que ya le había pasado factura en anteriores ocasiones.
Márquez, experto en regalar victorias
Perder carreras que tenía ganadas es algo que ya le ha pasado antes a Marc Márquez. En Australia lo ha hecho hasta en dos ocasiones, en 2014 y 2016, y en ambas se fue al suelo mientras lideraba con una cómoda ventaja. Aunque en su defensa se puede alegar que en ambos casos tenía el mundial sentenciado.
Algo que no se puede decir del Gran Premio de Argentina de 2017, segunda carrera del mundial a la que Márquez llegaba después de ser cuarto en Catar. El piloto español muy pronto se escapó y se quedó solo en la cabeza de carrera, pero un error le hizo caer al suelo y regalar otra carrera que tenía prácticamente ganada.
Pareciera que es afición de Márquez complicarse la existencia cuando la tiene encarrilada, como en la carrera decisiva del mundial 2017, en Valencia. Dovizioso necesitaba prácticamente un milagro para llevarse el título pero un error de Márquez, cuando tenia el mundial en el bolsillo, dio alas al italiano. Por suerte para Marc, Dovizioso no tenía ritmo y al forzar también acabó en el suelo.
El propio Márquez lo reconocía tras la carrera: "hoy he tirado 25 puntos". El español se encontraba en este circuito bastante bien en todas partes, "y en el warm up hemos hecho otro pasito adelante. A la carrera he salido súper convencido, con buen ritmo y cuando he abierto un poco de distancia he bajado un poco el ritmo y después era constante".
Sin embargo, en la vuelta nueve Márquez acabó por los suelo. Según el campeón del mundo iba más lento que en vueltas anteriores, pero con más inclinación y menos freno. El resultado, una pérdida de agarre en la rueda delantera y un revolcón que puede resultar siendo muy caro a final de temporada, y por el que Márquez se disculpó en sus redes sociales.
No solo por la pérdida de puntos, sino también por desaprovechar una de sus balas de plata. Austin es uno de esos circuitos donde Márquez es, o mejor dicho era, infalible. Un trazado donde por defecto se le apuntan los 25 puntos y luego los rivales tratan de minimizar daños. Sin embargo este año ha habido botín general para todos.
Márquez había ganado los seis Grandes Premios disputados en Austin y además lo había aderezado con cinco poles y otras cinco vueltas rápidas. En Texas se convirtió en el piloto más joven de la historia en ganar en MotoGP y además siempre había impedido que el COTA viese una lucha por la victoria. Para las últimas vueltas, ya estaba escapado.
Ayer, la tiranía de Márquez en Estados Unidos acabó con el triunfo de Álex Rins, y ahora el mundial se vuelve a reiniciar prácticamente de cero. Cuatro pilotos de cuatro marcas diferentes lideran el campeonato separados tan solo por nueve puntos. Dovizioso sale líder de una carrera de la que esperaba salir a casi 25 puntos, y de regalo Valentino Rossi y Álex Rins se meten en la lucha por el mundial.
Un calvario para Honda
El Gran Premio de las Américas terminó convirtiéndose en un auténtico calvario para Honda, la marca que había dominado siempre en Austin. Jorge Lorenzo también tuvo que retirarse por problemas mecánicos, y ya en la clasificación no pudo marcar un mejor tiempo porque se le salió la cadena, un problema a priori menor que empieza a ser recurrente en Repsol Honda.
Pero es que además Cal Crutchlow también se fue al suelo cuando estaba bien posicionado en el grupo del podio, que terminaría siendo el de la victoria tras la caída de Márquez. De este modo, solo una Honda puntuó, la de Takaaki Nakagami, que terminó en décima posición y deja en seis paupérrimos puntos el botín de la marca japonesa en Texas.