Las vacaciones de este 2016 no han podido empezar de mejor manera para Julián Simón. Después de su vuelta al podio en el Gran Premio de Alemania, carrera en la que realizó una exhibición para acabar tercero con la Speed Up, ha tenido la opción de probar en Brno la Moto2 con la que KTM llegará al Mundial de dicha categoría el próximo 2017.
La firma austriaca, dominadora de Moto3 con el permiso de Honda, planea un desembarco global para la próxima temporada. Y si hace unos días os contábamos que su plan de asaltar MotoGP va por el buen camino, parece que la misión de ganar en Moto2 está todavía más cerca. Al menos eso es lo que se deduce de las sensaciones de Julito tras probar la WP-KTM de la categoría.
Opción de futuro
El desarrollo de la Moto2 de KTM se ha llevado a cabo junto a la firma de suspensiones White Power, perteneciente a la marca, y esa será la denominación oficial que reciba en el Campeonato del Mundo, con el fin de evitar ponerle el nombre KTM a una moto que, lógicamente, llevará motor Honda. Pero tecnicismos terminológicos aparte, el caso es que la moto va. Y que Julito se deja querer.
Aunque el piloto de desarrollo ha sido el finlandés Tatu Lausletho, en el test de Brno participaron los españoles Julián Simón y Ricky Cardús, y ambos optan a ocupar uno de los dos asientos de 2017, aunque parece que uno de ellos será para el sudafricano Brad Binder, ya que el equipo que pondrá en pista las WP-KTM no será otro que el actual Ajo Motorsports, que cada vez se parecerá más a la estructura de Moto3: el Reb Bull KTM Ajo.
Presumiblemente, Binder llegará con el título de Moto3 bajo el brazo, y su bisoñez bien podría ser contrarrestada al otro lado del box con un piloto experimentado. Aunque también ha sonado Thomas Luthi, probador de KTM en MotoGP, la opción de Simón no es ninguna locura. El de Villacañas ya ha sido piloto KTM, ha ganado con ellos y está libre para 2017 debido al adiós del QMMF del Mundial.
Fotos | KTM, QMMF