Los drones van conquistando poco a poco el mundo. No solo a nivel de entretenimiento particular; también se utilizan en operaciones militares, las administraciones toman planos topográficos con ellos... Hasta compiten con un Fórmula 1, y pueden ser el futuro de las retransmisiones de MotoGP.
Red Bull, que tiene una apabullante presencia en el paddock de MotoGP, ha desarrollado el dron más rápido del mundo. Tanto que se pone a 350 kilómetros por hora para seguir al F1 de Max Verstappen, y tiene cierta probabilidad de llegar a MotoGP.
Su viabilidad en las retransmisiones de MotoGP y F1 puede abrir una nueva perspectiva
Dutch Drone Gods es la empresa encargada de desarrollar y fabricar este juguete, el único en el mundo capaz de perseguir a un Fórmula 1. La puesta en escena es en Silverstone, y los protagonistas, este dron y el F1 de Max Verstappen que deja unas imagenes espectaculares... Y prometedoras.
En cifras, este dron es capaz de seguir a un F1, alcanzando los 300 km/h en sólo 4 segundos y con una velocidad máxima de más de 350 km/h. En su desarrollo ha tenido mucho que ver Red Bull Advanced Technologies, una rama de ingeniería de alto rendimiento del equipo de F1.
No en vano, tuvieron que hacer unos cuantos intentos hasta dar con un dron de cuatro hélices capaz de seguir al coche.
En términos prácticos este dron FPV ('First Person View') nos deja unas tomas de seguimiento propias de la tercera persona de un videojuego. El truco está en un potente estabilizador y una cámara 4K, además de la potencia del dron, que sigue al coche de 900 CV de potencia sin perderle la pista.
Para controlarlo se necesita vasta experiencia. A través de unas gafas FPV y un controlador de radio se maneja la trayectoria de vuelo, es decir, como si el piloto estuviese subido al propio dron. El ángulo de la cámara se ajusta al mismo tiempo con un pedal, por lo que requiere bastante coordinación.
Decíamos que eran imágenes prometedoras. Prometedoras porque Red Bull tiene previsto traerlo a los circuitos para las retransmisiones de F1. ¿Ahora? No, aunque está en una fase muy avanzada, el proyecto debe seguir entre bastidores y tendremos que esperar unos cuantos meses, sino años, para verlo finalmente en funcionamiento.
Pero de llegar, tiene todos los visos para hacerlo también a MotoGP. No solo por Red Bull, también si termina saliendo adelante la operación de compra de Dorna por parte de Liberty Media, el dueño de la F1.
Viabilidad legal. En principio todo depende de la legislación de cada país. El espacio aéreo no pertenece a ningún circuito, sino que es legislado por los propios organismos nacionales (como AESA). En España, la cosa sería complicada porque legalmente no se puede volar sobre las personas (con excepciones para menos de 250 gramos), tampoco se puede perder de vista más allá de 500 metros... Y por supuesto, habría que pedir permiso. En otras citas internacionales seguramente no sea tan difícil.
Seguridad. En principio, estos aparatos no corren ningún riesgo de perturbar el espectáculo. Su autonomía es muy limitada, nada preocupante con varias baterías y drones preparados. En concreto, no llega a más de tres minutos de autonomía.