Sin embargo, según cuentan en MCN, no parece que el proyecto esté dirigido directamente desde fábrica, como sí lo está el equipo de SBK, sino que se trata de una evolución de la CRT de 2014 llevada por Akira. No obstante, y viendo que marcas como Suzuki o KTM han recuperado su interés por el campeonato, no vemos razón alguna para no creer en una nueva etapa verde. Personalmente, no veo demasiado sentido a investir dinero en una moto que no ha dado ningún resultado, a no ser que sirva como plataforma de pruebas para un futuro más prometedor.
Dominique Aegerter:
Tenemos el apoyo de Kawasaki, pero esto es un proyecto de Akira, una evolución de la moto antigua. La potencia es increíble, pero de momento estoy rodando más lento que en Moto2. La moto se siente pesada y hay mucho que meter en curva. Y es que, para empezar, estoy pilotando sin asistencia electrónica para intentar comprender el agarre y el rendimiento.
Siguiendo con la información de los compañeros británicos, se dice que el propulsor es un avance del montado en la Kawasaki ZX-10R, con algunos cambios como la introducción de válvulas neumáticas.
Si Kawasaki se ha permitido el lujo de poner en marcha un proyecto como el H2, ¿porqué no valorar una vuelta al circo de MotoGP ahora que los costes se pueden asumir?
Vía | MCN.com