Lo que le está pasando a Dani Pedrosa este año no es normal. El piloto de Honda ha sido fiel a la marca durante toda su carrera deportiva y lleva toda una vida subido a la moto del ala dorada con 18 temporadas desde que llegó al mundial de 125 cc subido a una Honda RS125 de dos tiempos y 13 temporadas en el Campeonato del Mundo de MotoGP.
Por desgracia no va a poder celebrar la mayoría de edad subido a una de las motos que han sido su hogar porque en 2019 ya está confirmado que sus caminos se separan, pero aún no sabemos en qué dirección. Mientras tanto la temporada 2018 está siendo todo un calvario.
La no confirmación que es casi una confirmación
El camino de Honda sí lo conocemos, al menos en parte. En 2019 el equipo de HRC contará con la escuadra más sólida de la parrilla de MotoGP con Marc Márquez acompañado por Jorge Lorenzo en un abandono forzado y despechado a partes iguales hacia Ducati. Juntos serán el binomio más laureado de la parrilla con siete títulos de MotoGP.
Aún está por ver si Jorge Lorenzo va a ser competitivo con la Honda RC213V, pero lo que está claro es que no le va a poner las cosas fáciles a Marc Márquez... ni a Honda. Actualmente la Honda es la moto de Márquez, nadie más sabe hacerla ir rápido y es desde hace el único piloto ganador para la firma, con las honrosas excepciones de Cal Crutchlow y Dani Pedrosa, pero no este 2018.
Crutchlow consiguió hacerse con una meritoria victoria en el complicadísimo Gran Premio de Argentina, y ya. Dani Pedrosa por su parte está sufriendo las consecuencias de una moto hecha para Márquez, sumamente rígida y que no le permite ir rápido ni siquiera con neumáticos nuevos. Su mejor resultado en 2018 es un quinto puesto y no lleva sin pisar el podio desde el GP de Valencia de 2017 donde además sumó su última victoria.
Nunca le han ido las cosas tan mal al dorsal 26. Tanto es así que el pasado domingo en la épica carrera de Assen vimos un triplete español en el que Dani Pedrosa, por primera vez en las 17 veces que ha pasado, no estuvo presente. Marc Márquez, Álex Rins y Maverick Viñales se llevaron el honor de ser, además, los primeros en protagonizar un triplete español en MotoGP con tres marcas diferentes: Honda, Suzuki y Yamaha.
A una moto que no logra entender se suma la incertidumbre sobre su futuro. A día de hoy nadie sabe lo que va a hacer en 2019. En el evento de Honda con la Fundación Theodora al que asistimos hace unas semanas, Pedrosa se fue antes de la rueda de prensa para dar una propia en la previa del GP de Catalunya, una en la que teóricamente desvelaría su futuro... pero no.
Dos semanas más tarde el piloto catalán volvió a convocar a los medios el jueves del Gran Premio de Holanda y, una vez más, nos dejó con la miel en los labios. "Aún no puedo asegurar nada sobre mi futuro", zanjó el catalán, aunque con una sonrisa en la boca ante el micrófono de Izaskun Ruíz.
Todo apunta a que si aún no sabemos nada del futuro de Pedrosa es porque su devenir depende de lo que ocurra con un equipo que aún está en el aire. Esto a su vez significaría que el tres veces subcampeón de MotoGP (2007, 2010 y 2012), bicampeón de 250 cc (2004 y 2005) y campeón de 125 cc (2003) podría estar confiado en ocupar aún la plaza de la hipotética estructura satélite de Yamaha.
Esta puerta la abrió Jorge Lorenzo al confirmarse su salida de Ducati para las dos próximas temporadas antes de un inesperado cambio de rumbo hacia Honda. En teoría los planes de Yamaha ya estaban en marcha, negociando la llegada de un nuevo equipo en la categoría máxima.
¿Pero cómo es posible que llegue un equipo nuevo si hay un pacto entre los equipos satélite hasta 2021? Bueno, sería tan fácil como comprar una escudra existente. Las que más papeletas tienen serían Marc VDS que aún no se sabe a ciencia cierta su situación para el año próximo tras sus problemas legales y el Ángel Nieto Team de Aspar.
Ambas opciones pueden ser viables. No está cerrada la continuidad de Álvaro Bautista ni Karel Abraham sobre las Ducati blancas y negras. En el box del cervecero Franco Morbidelli, apadrinado por Valentino Rossi, sería un activo a favor de la irrupción del segundo equipo de Yamaha para militar junto a Dani Pedrosa, dejando fuera a Thomas Lüthi.
Este movimiento es una carambola que toca muchas bandas en un solo movimiento. Yamaha no puede permitirse perder su segundo equipo tras el cambio del Tech3 a KTM con motos oficiales (necesitan otras dos motos para ayudar al desarrollo de la YZR-M1), Monster perdería a su vez al equipo en MotoGP y quieren seguir manteniendo presencia, a poder ser con Yamaha y Dani Pedrosa, un piloto cuyo peor resultado ha sido un sexto puesto a final de 2016 se merece seguir en MotoGP.
Por otro lado están las nuevas incorporaciones que cargarían con el apartado económico. Yamaha tiene profundos vínculos asiáticos, por lo que al gran apoyo económico que aportaría Monster se unen otros dos pesos pesados como la petrolera Petronas (actualmente presente en Moto3) y el circuito de Sepang. Teóricamente ambas partes ya habrían allanado el camino a Yamaha.
Con todo esto lo único que sabemos es que Dani Pedrosa sigue luchando por mantenerse en la élite de MotoGP. Si fuera a retirarse ya lo habría dicho, pero mantiene la esperanza. Nadie culparía al de Castellar del Vallés si decidiera dejar las motos después de tantos años en el mundial y las numerosas lesiones que han condicionado su meritorio rendimiento físico, con una estatura que no llega al 1,60 m.
53 victorias, 153 podios, 46 poles y 61 vueltas rápidas no se merecen quedarse sin asiento en el mundial.