El Gran Premio de Portugal de 2011 va a quedar archivado en mi particular colección de carreras psicológicamente demoledoras, o al menos de las carreras más emocionantes con un solo adelantamiento para conseguir la victoria. Dani Pedrosa nos ha sorprendido muy gratamente con un rendimiento y una capacidad de sufrimiento físico del que, sinceramente, ya empezaba a dudar. El tema con Dani Pedrosa es que nos hace pensar y repensar una y otra vez las ganas, la calidad, la fuerte personalidad de un piloto que ha sido campeón del mundo por tres veces, y siempre en posición de dominio en las categorías inferiores. Pero en MotoGP aún le estábamos pidiendo cuentas y ayer nos ha demostrado que nos equivocamos.
Claro, a toro pasado es sencillo ensalzar la figura de un piloto como Dani Pedrosa. Y es sencillo decir que si Pedrosa no tiene un problema, es capaz de arrasar en carrera. Pero así son las cosas, y Dani tenía de todo menos cero problemas ayer. El dolor que se veía en su cara al sacarse el casco daba fé de lo que pasó en Estoril para conseguir su fantástica victoria. La cronología del éxito de Dani Pedrosa es intensa, y es a lo que nos vamos a agarrar para disfrutar este año con la categoría de MotoGP, una categoría que agoniza con carreras sin casi adelantamientos y una parrilla que entra casi entera en los puntos.
En octubre de 2010, concretamente el día 1, nos hacíamos eco de la desafortunada caída de Pedrosa en el circuito de Motegi en Japón. En esa caída, que podría haber sido inocua, Pedrosa se fracturaba la clavícula por dos lugares y perdía comba primero de la lucha por el campeonato, y segundo de su forma física para el resto de la temporada. La recuperación del piloto español empezaba una vez más, pues su historial de fracturas y lesiones desde que está en MotoGP es muy largo, y penoso desde el punto de vista de la dureza de una vuelta a la forma.
Fin de temporada duro para Dani Pedrosa
Perdiéndose la tres siguientes citas del campeonato, Dani Pedrosa regresa en Portugal para defender su posible subcampeonato ante Casey Stoner. En esa carrera no logra pasar del octavo puesto por su baja forma tras el parón y recuperación. Carrera de sufrimiento para el pequeño piloto y grandísimo campeón. Y no sería la única carrera con sufrimiento, pero al menos volvimos a ver a Dani Pedrosa en pista a la vez que nos dábamos cuenta de lo gravemente que le había afectado la fractura múltiple de clavícula. ¿Qué quedaba por delante? Trabajar, trabajar, trabajar y sufrir.
Valencia cerró el campeonato que vio coronarse a Jorge Lorenzo con autoridad, y que además vería como Dani Pedrosa lograba sujetar el subcampeonato frente a un Valentino Rossi que quitó de en medio a Casey Stoner en la lucha por el tercer puesto. Justa recompensa a un año de esfuerzo y dolor, perdiéndose tres grandes premios y luchando por recuperarse de forma obstinada y, sobre todo, discreta. Como siempre es Pedrosa. La séptima posición tras una carrera agresiva por su parte, tratando de ganar en la primera parte de la carrera más
de lo que perdería en la segunda mitad de la misma, nos decían que la motivación de Pedrosa fue más fuerte que su dolor.
Y llegó la pretemporada, y con ella la promesa de una Honda RC212V mejor, más equilibrada, más rápida, con mejor rendimiento que en el pasado y con los pilotos del Repsol Honda dando guerra desde los primeros tests. La forma de Dani parecía mejor, mucho mejor que al final de 2010 y prometía ser un año en el que la lucha por el título sería entre pilotos de Repsol con el permiso de Jorge Lorenzo.
Pero en Qatar las cosas volverían a la tierra y vimos como Casey Stoner vencía por delante de un magistral Jorge Lorenzo, y con Dani en el tercer puesto del cajón. Gran carrera pero las secuelas del accidente de Motegi todavía daban guerra. Tercer puesto para empezar un año en principio más abierto y que confirmaría con el segundo puesto en Jerez en una carrera de descartes. Lorenzo reinaba con comodidad tras la segunda prueba de la temporada, mientras que Dani sacaba el máximo jugo a las carreras todavía renqueante y a la espera de la operación de su hombro.
Esta operación llegó tras el Gran Premio de España y hemos visto como el parón de un mes nos ha devuelto un Pedrosa con la moral altísima y una forma física que tan solo se resiente en forma de dolor en su físico tocado. Al menos ahora no se le duerme la mano y vemos que con que le den un poco de “puesta a punto” física, sigue siendo el mismo. Tenemos a Dani Pedrosa en recuperación, dos semanas por delante hasta el siguiente Gran Premio, y una Honda en su mejor momento en años. La cronología del éxito ha llegado al máximo en este Gran Premio de Portugal, con una victoria contundente (por mucho que nos empeñemos en decir que se ha pasado 20 vueltas tras Lorenzo). La diferencia a su paso por la bandera a cuadros supone un golpe fuerte para Dani, un golpe de los buenos y esperamos que la temporada siga con esta pinta, luchando dos grandes pilotos por un campeonato, y esperando que pronto se unan, por lo menos, Stoner y Rossi. Si fuese posible. “Sí, sí, tú y yo lo sabíamos, tres, dos o uno”.