La tarde del jueves viene cargada de sorpresa, ya que a la presencia de Ducati en la categoría de MotoE se suman más noticias. Dos de los grandes misterios que teníamos en MotoGP de cara a la próxima temporada han sido resueltos de golpe: con qué marca correrá el equipo RNF Racing y quién será su segundo piloto.
RNF Racing, la estructura resultante de la desaparición del Petronas, va a ser equipo satélite de Yamaha, aunque solo con la temporada 2022 confirmada. El segundo piloto de la estructura va a ser Darryn Binder, que asciende así directamente desde Moto3 a MotoGP por razones muy alejadas de lo deportivo.
El contrato de RNF Racing con Yamaha se ciñe solo a 2022
Lo más sorprendente del acuerdo entre el RNF Racing y Yamaha es que tan solo aseguran que vayan a seguir juntos una temporada. El contrato entre ambas partes se ciñe a 2022, aunque Yamaha se reserva opciones de prolongación en 2023 y 2024. Todo apunta a que es la forma más sencilla de aliarse lo antes posible con el VR46.
Recordemos que VR46 firmó con Ducati ante la negativa de Yamaha a abandonar Petronas, pero tras la espantada del patrocinador malayo ahora sería más natural que el equipo de Valentino Rossi fuese satélite de Yamaha y el RNF Racing satisfaga las apetencias de Aprilia o, si surgen, las de Suzuki. De ahí puede venir el acuerdo de solo un año.
Yamaha tenía un acuerdo firmado con Andrea Dovizioso y colocarlo ya en el VR46, que además había firmado con Ducati, era demasiado galimatías. RNF Racing, la estructura de Razlan Razali que debe sus siglas a las iniciales de los nombres de su hijo, hará las veces de equipo satélite de Yamaha al menos en 2022. WithUs será el patrocinador.
En la otra moto, como compañero de Dovizioso, aparecerá Darryn Binder. El piloto sudafricano protagoniza un rocambolesco ascenso desde Moto3 hasta MotoGP sin pasar ni siquiera por Moto2. Binder tenía contrato con Petronas para 2022 y, al desaparecer la estructura de las categorías pequeñas, solo podía acabar en MotoGP.
"Estoy muy agradecido por esta oportunidad, ya que el sueño de toda mi vida ha sido correr en la categoría de MotoGP. Definitivamente no esperaba dar el salto directamente de Moto3 a la categoría más alta, pero creo que estoy preparado para el reto, y estoy dispuesto a trabajar duro para 2022", dice Binder en el comunicado.
RNF Racing se guarda una opción en el contrato de Binder para 2023 por si suena la flauta, pero tiene pinta de que el sudafricano será un piloto fugaz que llegó a MotoGP por un lío contractual. Debutará con 24 años después de siete temporadas en Moto3 en las que solo ha ganado una carrera y se ha subido seis veces al podio.
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