Si hay algo que está meridianamente claro en el paddock de MotoGP es que desde la entrada del capital alemán del Grupo VAG en Ducati la tendencia de la marca italiana es claramente alcista. Si hace unos días te contábamos que 2016 había sido el sexto año consecutivo de crecimiento récord para la firma italiana, parece que las cosas siguen la misma senda durante las últimas temporadas en el mundial.
La trayectoria ascendente de Ducati llegará a su extremo este 2017 con la puesta en escena de un dream team compuesto por una Desmosedici capaz de ganar en cada carrera, un piloto de la talla del cinco veces Campeón del Mundo Jorge Lorenzo, un maestro de la mecánica como Gigi dall'Igna y el consejo de Casey Stoner. Todo o nada, no hay medias tintas.
Todo al rojo para Ducati este 2017
Gigi dall'Igna es un tipo que sabe lo que hace, y su llegada a Ducati Corse presagiaba numerosos cambios en la GP16. Y tanto que cambió, porque de hecho sus dos pilotos lograron ganar carreras esta temporada: Andrea Iannone en el Gran Premio de Austria y Andrea Dovizioso en el Gran Premio de Malasia. Los Andreas no son pilotos malos, pero no son top y eso dice mucho del trabajo a nivel técnico que se ha llevado a cabo durante los dos últimos años.
Desde las tres victorias de Casey Stoner en la temporada 2010, nadie lograba volver a ganar en la categoría reina sobre las motos rojas. Aun así, lejos de rendirse, en Ducati han seguido tratando de alcanzar los puestos de honor y lo han hecho por el camino correcto.
La figura de dall'Igna en el garaje italiano puso sobre la mesa los puntos fuertes de la Desmosedici, fortalecer los débiles y comenzó a extraer el máximo rendimiento tanto de su moto como de sus pilotos. Ahora, de cara a 2017 su ofensiva continúa viento en popa, especialmente con la llegada de un piloto ganador como Jorge Lorenzo a una escuadra que vuelve a recordar el sabor del espumoso desde lo más alto del podio.
Hacerse con los servicios de Lorenzo no ha sido una jugada barata (con 24 millones de euros en dos temporadas), pero es un movimiento que tienen claro. Quieren ganar, y para hacerlo necesitan a un campeón. Al coste que sea, y qué mejor momento que hacerlo con el jefe de mecánicos que hizo campeón a Lorenzo en 250 cc durante su época de Aprilia.
El rendimiento de Lorenzo con la Ducati será una incógnita hasta la primera carrera de la temporada 2017 en Catar, pero lo que es cierto es que ni Lorenzo, ni Stoner, ni dall'Igna, ni Ducati están en MotoGP para pasar el rato. En esta unión que ha dado comienzo tras la presentación del equipo oficial para esta temporada habrá muchos ojos atentos y muchas esperanzas depositadas, además de una cantidad ingente de talento dentro y fuera del box, además de un hambre de victoria infinito.
Casey Stoner ha estado rodando en Sepang con la Ducati GP17 de Jorge Lorenzo, una moto en la que los mayores cambios al menos a nivel superficial son la pérdida de los exagerados alerones que la GP16 utilizó hasta final de temporada. La influencia del talentoso piloto australiano con un Lorenzo en plena forma puede ser determinante en la evolución de la moto y, sobre todo, en la adaptación del mallorquín a la moto italiana después de nueve temporadas subido a la Yamaha.
Justamente la única incógnita para ver a Lorenzo peleando por las posiciones de cabeza será cuánto tiempo tardará en adaptarse a la Ducati. Si el ejército de Ducati Corse logra ofrecerle una moto que soporte su rapidísimo paso por curva, el 99 se colocará inmediatamente en los puestos delanteros.
Hasta ahora sabemos que la moto que más destacaba en este aspecto era la Yamaha, junto con la Suzuki. Ducati, al igual que Honda, tienen un comportamiento más enfocado al "apunta y dispara", frenando mucho más la moto en el ápice de las curvas y aprovechando toda la potencia y la capacidad de tracción. En Ducati no son mancos precisamente y ahora tienen recursos, así que no van a parar hasta conseguir la victoria.
Buscando décimas con cualquier solución
Bajo el firme mandato de dall'Igna, la factoría italiana no para de evolucionar y sí, quizá este año hayan perdido la "ventaja" aportada por sus apéndices aerodinámicos, pero la evolución constante de los ingenieros de Ducati les lleva a probar cosas tan sorprendentes como la solución que tanto se ha visto estos días por la red en manos de Michele Pirro. Cada décima cuenta como una victoria, hay que explorar todas las opciones.
Mientras Stoner rodaba con la GP17 para darle las primeras indicaciones a Lorenzo, Pirro sacaba a pista una Desmosedici con una parte trasera completamente nueva. Las principales novedades de este invento saltaban a la vista con el escape del colín desplazado al lateral derecho, y en su lugar una especie de caja.
Los primeros rumores apuntaban a un sistema de escape variable capaz de abrir y cerrar el flujo de gases que circulan por él. El funcionamiento se puede vislumbrar mínimamente en una patente de la marca filtrada a la prensa, pero su objetivo no es nada claro. La opción que más peso ha cobrado aunque sigue siendo un rumor sería una especie de "efecto turbina" capaz de generar cierto empuje al forzar la salida de los gases.
En realidad es una solución poco probable que rápidamente fue desmentida por la propia fábrica. Pirro aportaba su visión del asunto diciendo que era algo así como un espacio para guardar el almuerzo.
Lo que sí tiene cierto sentido es que al variar la forma interior del escape pueda favorecer la evacuación de los gases en función del régimen al que gire el motor, extrayendo mejor rendimiento de forma constante del mismo modo que se puede hacer con los sistemas de admisión variable. Actualmente utilizan algo similar, pudiendo llegar a cerrar uno de los dos escapes por los que la Desmosedici respira, pero llevado al extremo.
Sea como fuere, 2016 ha terminado siendo una temporada de récord con el mayor número de pilotos ganadores de la historia, y aun así las ganas de que comience 2017 son infinitas, porque a poco que rasquemos la superficie nos encontramos con que Ducati nunca ha estado tan cerca de Honda y Yamaha.
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