Álex Rins, una guerra fría y la demostración de que se puede ganar con una Honda en MotoGP sin ser Marc Márquez

Hacía cinco años desde la última vez que un piloto de Honda que no fuese Marc Márquez ganó una carrera de MotoGP. Fue Cal Crutchlow en Argentina 2018, y aquel recuerdo queda tan lejos que algunos ya habían asumido que solo Márquez podía ganar con una Honda. Hasta que llegó Álex Rins, el piloto universal, para prender la mecha.

La victoria de Rins llega en el contexto de plena guerra fría en Honda. La 'suzukización' de Honda de la mano de Ken Kawauchi tiene muy mosqueado a Márquez, la tensión interna está creciendo en el seno de HRC entre el sector Suzuki y la vieja guardia, y esta victoria de Rins solo va a echar más leña al fuego.

Rins quiere ser el nuevo sheriff de Honda, y Márquez se empieza a sentir desplazado

Todo este asunto viene de Argentina. Con Marc Márquez fuera del mundial, Honda decidió dejar que Rins probase el chasis del '93', una pieza única y exclusiva de Márquez. Fue una petición de Kawauchi que sentó como una patada en el trasero a Márquez. "Si hubiese podido, habría corrido con el mío", dijo Rins para rematar después de probarlo.

Antes del Gran Premio de las Américas ya se erigió Rins como protagonista: "En Honda me siento desaprovechado", dijo en la rueda de prensa previa. "Después de probar el chasis de Marc, que es distinto al que venía usando Joan Mir, les pedí si me dejaban probar también el de Joan. Y me dijeron que no, a pesar de tener unidades de sobra", dijo Rins.

En Austin, Rins volvió a tener un chasis para probar. Otra vez, el de Marc Márquez. Y otra vez, la respuesta de Rins fue la misma: "Prefiero el mío". De fondo, una batalla interna en Honda por ver quién desarrolla la moto: si lo hace Márquez, con un estilo tan peculiar que será inservible para el resto, o si lo hacen 'los de Suzuki'.

Y en este contexto llegó la victoria de Rins. Un triunfo que no tuvo nada de casualidad: ya acabó segundo en el sprint del sábado y estaba pegado a Pecco Bagnaia cuando se cayó el campeón. En su circuito fetiche, Rins dio un golpe sobre la mesa que amenaza con desequilibrar la guerra fría interna de Honda.

Y es que Rins es el piloto universal. No conviene olvidar que la de Austin tan solo fue su tercera carrera con una moto con motor V4 después de seis temporadas pilotando la cuatro en línea de Suzuki. A una leyenda como Jorge Lorenzo le costó un año y medio hacer lo que Rins ha logrado en tres carreras.

De las últimas seis carreras de MotoGP, Rins ha ganado tres. Dos con Suzuki, en Australia y Valencia, y una con Honda en Austin. A los 27 años ha encontrado su madurez, y ahora quiere mucho más.

También te puede gustar

Portada de Motorpasion Moto

Ver todos los comentarios en https://www.motorpasionmoto.com

VER 5 Comentarios