Es habitual que a final de temporada se organice una jornada en la que la prensa especializada tenga acceso a probar las diferentes motos que han participado en el mundial de MotoGP, pero cuando el encargado de probar las motos es un tal Álex Crivillé (en concreto, para la revista Motociclismo), las conclusiones que se pueden sacar son siempre mucho más reveladoras.
Para empezar, dice mucho una frase con la que Crivillé ya nos da una ligera idea de lo bien que debe ir la Ducati GP7: “Si Ducati me hubiera permitido hacerlo antes (la prueba), estoy seguro que me hubiera costado más mantener la incertidumbre y la emoción que merece cualquier retransmisión deportiva, aunque creo que también ¡hubiera ganado la porra de quién iba a ser campeón!”. A continuación, el gran secreto que esconde la moto de Casey Stoner. La principal ventaja que ha encontrado Álex Crivillé en la Ducati respecto a sus competidoras es, sin dudarlo, la gestión electrónica del motor. Ducati optó por un motor de configuración “screamer” de potencia pura, en lugar del más dócil “big-bang”, confiando que sería más sencillo apaciguar la potencia de esta configuración mediante la electrónica que sacarle más potencia a un “big-bang”.
El resultado es una moto sencillísima de conducir, en la que el piloto prácticamente se tiene que preocupar de dar gas, y poco más. Así lo explica Crivillé: “Al salir de la curva 6 de Cheste, todas las motos se levantan al dar gas, pero la Ducati permite salir empalmando marchas llegando siempre hasta el límite de giro deseado, sin cortar para bajar la rueda y sin necesidad de que el piloto deba hacer nada”.
Este sistema de control de caballito que dispone la GP7 ha dejado a Álex absolutamente prendado: “La ventaja a sus mandos es que de alguna manera, el control de caballito se anticipa de modo preventivo y actuando electrónicamente en la entrega de potencia, de manera que puedes dar gas a fondo sin que la moto se desvíe y siempre con la rueda anterior tocando el suelo, algo impensable con las demás”.
Así que sin dudarlo, Crivillé asegura que el secreto de la Ducati, y su gran ventaja, reside en que su potencia “puede aprovecharla toda y siempre, no la pierde en circunstancia alguna”. Eso sí, como ex-piloto que es, no quita méritos al gran año de Casey Stoner, que ha encontrado una moto que se adapta a la perfección a su estilo de pilotaje.
Vía y Foto | Motociclismo