Y que conste que no lo digo yo, ni su manager, ni su jefe en Suzuki, ni nadie con buenos contactos… Lo dice el propio Aleix Espargaró, quien ayer perdía los papeles en su cuenta de Twitter y contestaba de esta manera a las respuestas de un tuit de origen más futbolístico. Durante el partido entre Valencia y Real Madrid, Aleix, seguidor del Barcelona, hacía un comentario irónico sobre un penalti: "¡Qué raro gol de penalti...!! Pffff", apuntaba el piloto de Suzuki.
Y teniendo más de 200.000 seguidores, os podéis imaginar la cantidad de respuestas que recibió. En una de ellas, un usuario no dudaba en utilizar los resultados del piloto catalán para intentar ofender y tocar, todo sea dicho, un poquito las narices: "Tú dedícate a las motos… ah, no, espera, que no ganas nada". Lo que no esperaba nadie es que Aleix fuera a responder con esa contundencia a ese, y a otros tantos comentarios sobre su lugar de residencia. Así transcurría la conversación:
Si os soy sincero, le he estado dando muchas vueltas a la cabeza pensando si debería publicar o no esta entrada. Lo cierto es que la noticia ya está ahí, en la red, a disposición de todos, y a veces no merece la pena hacer leña del árbol caído, ¿verdad? No hace falta que diga que me parece una sobrada innecesaria que no hará más que daño a su imagen y a la de Suzuki. Además, para muchos de sus seguidores, ha sido una decepción tener que leer esas palabras.
Pero más tarde, hablándolo con Josep Camós, me he intentado poner en la piel del propio Aleix, en su situación. Cuando Jack Miller no pudo evitar una notoria cara de cabreo en el podio de Valencia, recordaréis muy bien cómo pedí algo de comprensión para un tipo que no deja de ser un joven inexperto ante una situación tremendamente dura e incómoda. Siendo coherente, pido lo mismo en este caso.
A nosotros los aficionados nos pediría un poco de manga ancha y calma. Los pilotos de MotoGP encaran cada hora las pasiones de sus cientos de miles de fans en redes sociales, pero también aguantan numerosos grupos de "haters" aburridos que no tienen otra meta en su rutina que odiar, y hacérselo saber a quien corresponda, cualquier figura pública que se ponga por delante. No hace falta más que pasarse por el perfil de algún comentarista de MotoGP o piloto para leer un buen puñado de lindezas.
Los seguidores, que no vemos más que lo que escribe en Twitter, no tenemos ninguna pista sobre su estado de ánimo; quizás acabe de discutir con su mujer, con un amigo o simplemente esté algo nervioso/emocionado por el partido. Ya hemos visto en 2014 que no todo son sonrisas y alegrías en el paddock de MotoGP.
Sí, es un error, un error monumental, más aun lo de ironizar con su residencia en Andorra. Pero también sería un error nuestro juzgar a Aleix como persona o como piloto por un corto instante de descontrol. Demostremos más empatía y maneras de las vistas en estos tuits. Ah, Aleix, y una disculpa tampoco sobra.
Foto vía | Suzuki Racing
En Motorpasión Moto | Aleix Espargaró, sin puntos en el carné