Corren malos tiempos para la gasolina. 2023 ha sido un año en el que los precios han llegado a su tope. Para los que la usan como un mero método de transporte y no de ocio, la alternativa pasa por cambiar la gasolina por electricidad.
Más allá de la historia de este hijo que modifica una Honda de gasolina de su padre para que pueda ir a trabajar, lo interesante es el invento y el procedimiento. En solo tres días la tenía preparada, y a prueba del sol, no explota.
La moto eléctrica reconvertida tiene 200 kilómetros de autonomía
El padre de Kasam Akhil Reddy tiene que ir a trabajar diariamente a una granja a varios kilómetros de casa. Para transportarse utilizaba una moto, una Hero Honda que le llevaba y traía cómodamente. El problema es que el aumento de precios en la India hizo que no pudiese pagarse la gasolina, y por tanto, que no pudiese ir a trabajar.
El padre tuvo la suerte de que su hijo era ingeniero de automoción, y no dudó ni un momento en adaptar su moto para que pudiera ir a trabajar. Solo demoró tres días en prepararle la Honda, y le costó algo menos de 1.500 euros, como revela a un diario local.
Y aquí es donde viene la magia. El ingeniero sacó todo el motor de combustión monocilíndrico de la moto y a cambio, le instaló uno eléctrico de 4,8 kW que le permite recorrer 180 kilómetros de autonomía en cinco horas de carga. Suficiente para que su padre ni siquiera la tenga que cargar diariamente.
Pero lo más curioso de todo, y ojo porque se ha adelantado a las grandes marcas de motos, fue instalarle un controlador, un convertidor y un sistema de giroscopio. Con ello puede mantener la moto equilibrada en plena marcha y a una velocidad de hasta 70 km/h; algo como el AMSAS de Yamaha, pero a lo rudimentario.
La moto es un verdadero 'transformer' a simple vista, pero funciona. Puede que no te enteres de nada en el vídeo, pero nos deja a la vista el invento al detalle.
¿Explota? Era una de las preocupaciones del ingeniero. La India está sometida a temperaturas extremas, y ya se han dado casos de motos y bicis eléctricas que explotan. Consciente de ello, el ingeniero subió la moto hasta una montaña donde pegaba bien el sol, y la dejó allí macerando varios días para ver si explotaba, pero no. Misión cumplida.
En el caso de que el motor consuma demasiada energía, entonces también le puso un pequeño disyuntor que corta la electricidad antes de que la batería consumiese demasiada energía. Y además, pretende llevarla a producción a bajo coste: dice que hasta hoy no se ha gastado más de 1.500 euros en preparársela a su padre.