Las limitaciones de las motos y coches eléctricos tienen otro rival al que hacer frente ahora: los ladrones. Los amigos de lo ajeno han encontrado un buen filón económico en las mangueras de los puntos de recarga, aupados por el incesante incremento de los precios del cobre.
Para entenderlo dos datos: el cobre ha elevado su valor hasta un 29% en lo que va de año, y por cada manguera cortada, los ladrones pueden sacar hasta 30 euros. Así que se ha convertido en un serio problema que puede suponer unos cuantos miles de euros de reparación.
"En Cataluña estamos sufriendo oleadas de robos de cables de cobre"
Según reporta EBS, los futuros del cobre cotizaban a 5 dólares la libra a 15 de mayo, lo que supone el nivel más alto desde marzo de 2022. O sea, que el interés por este material se ha disparado ya que se trata de un material clave para la electrificación, el almacenamiento de energía y para la infraestructura de centros de datos.
"En Cataluña estamos sufriendo oleadas de robos de cables de cobre DC", denuncia Ferran Menescal Miralles, responsable de ventas de la compañía Kempower.
En consecuencia, explica, existe un mercado negro de este material en forma de mangueras de puntos de recarga que se pueden llegar a pagar por hasta 30 euros. En el interior de ellas está el cobre, y el ratio de facilidad para llevárselo por el beneficio obtenido es bastante evidente.
En tan solo unos minutos, actuando de noche, son capaces de cortar las mangueras con una sierra, para luego venderlas por hasta 30 euros. No es que solo esté pasando en España, siendo Cataluña una de las más afectadas, según la empresa de soluciones de movilidad Etecnic. Detallan que el problema se extiende especialmente en determinadas zonas de Cataluña como Reus, Tarragona, Baix Penedès y Bages. Además, es una actividad (delictiva) común en el resto de Europa.
Precisamente España, que es uno de los países de la Unión Europea con más puntos de recarga. La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) detalla que somos el séptimo país con más puntos, 30.385 instalaciones concretamente. Esta es una cifra cercana a la que suman Portugal, Austria y Polonia juntas.
Evidentemente, impedir cortar una manguera es complicado. En consecuencia, ya hay empresas que están buscando alternativas más seguras para evitarlo. Por ejemplo, Etecnic, que gestionan unos 10.000 cargadores en todo el mundo, va a implementar alarmas y cámaras para proteger sus infraestructuras. Cuanto más instalaciones, más coste extra que repercutirá al precio final.
Este vandalismo podría provocar un "miedo a que se produzca un desplome del precio del cobre y una caída total en la venta de vehículos eléctricos", detalla EBS.
Las motos, por contra, tienen la ventaja de poder utilizar baterías extraíbles e intercambiables, lo que permite recargarlas en casa fácilmente. Sin embargo, no son pocos los usuarios que también utilizan puntos de recarga, y que necesitan una potencia igual o inferior a 22 kW (concretamente un 79% sería válido, según ANFAC).