Hace unos días pudimos probar la BMW K 1600 B, una moto muy especial que introduce por primera vez en Europa el concepto bagger con un estilo propio y soluciones marca de la casa. Por suerte, la presentación corrió a cargo de Edgar Heinrich, Director de Diseño de BMW Motorrad y quizá la persona más relevante a la hora de decidir qué y cómo aparecen los nuevos modelos de la marca.
Durante unos minutos tuvimos la ocasión de charlar con él y hacerle algunas preguntas acerca de todo lo relacionado con los diseños de BMW, ideas, procesos y el futuro y el pasado de la marca. A pesar de su gran responsabilidad dentro de la firma, Heinrich no tiene pelos en la lengua.
"Lo ideal sería que ingenieros y diseñadores trabajasen en equilibrio, pero siempre hay conflictos"
Muchas gracias por hacer un hueco en tu apretadísima agenda para estar con nosotros en la presentación de la BMW K 1600 B, Edgar.
De nada, es un placer estar aquí y tomar un poco el sol, mucho mejor que en Alemania (risas).
Ahora que BMW ha decidido crear un modelo como la K 1600 B, prácticamente específico para el mercado estadounidense, nos vienen a la cabeza aquellas BMW R 1200 C y R 850 C únicas que aparecieron en 1997. ¿Por qué no se dio continuidad a la idea?
Cuando BMW creó aquella gama C fue una aproximación para abordar a ese tipo de consumidores, pero creo que no se hizo correctamente. Creo que el problema de aquellas motos era que no consiguieron ajustarse a las expectativas de ese segmento del mercado.
Las C no fueron un desastre, eran buenas motos por supuesto, pero no se percibieron como una cruiser sino algo así como unas roadster con una estética más cuidada. Los clientes que las compraron quedaron muy satisfechos porque iban bien y tenían buenos acabados, muchos cromados y estaban bien equipadas pero no tuvieron una gran acogida en el segmento cruiser.
El cliente que busca una quiere motores de gran cilindrada, con mucho par a bajas vueltas, y aquellas BMW no tenían el motor suficiente, así que no ofrecían el principal punto de decisión para los clientes que en teoría estaba buscando. Era una buena moto, una naked roadster bonita, pero no era realmente una cruiser.
Hace unos días Wunderlich presentó un diseño muy particular de cómo sería una power cruiser del estilo de la Ducati XDiavel en versión BMW. ¿BMW Motorrad se ha planteado ese tipo de moto?
Es una pregunta interesante porque una moto como la Diavel o especialmente la XDiavel son motos realmente buenas, muy bien acabadas, con un diseño muy bien ejecutado. Lo que pasa es que creo que no tiene todo el éxito que podría porque el problema es que cuando Ducati intenta algo, lo que sea, en cualquier segmento, sus productos tienen que ser los más deportivos. Es el estilo Ducati.
Han intentado hacer la cruiser más deportiva del mundo y lo han hecho de una manera perfecta, pero el mercado no está listo para este tipo de motos porque el cliente de una cruiser no necesita necesariamente esas prestaciones.
Sí, es un factor que pesa a la hora de decidir, pero no es el factor decisivo principal, y ese tipo de motos potentes y de altas prestaciones no es el perfil que busca BMW. Nosotros nos centramos más en el placer de conducción y quizá en un público más maduro que tiene unas necesidades diferentes.
Cuando se presenta un modelo nuevo, BMW suele enseñarnos algunas imágenes del proceso de desarrollo, modelos de arcilla, unidades de pruebas, laboratorios impolutos... ¿Cuánto tiempo lleva el diseño de una moto desde que alguien tiene una buena idea y BMW dice "de acuerdo, adelante"?
Bueno, depende. Hay motos como la BMW K 1600 B que no son un modelo nuevo por completo sino una adaptación, todo el proceso nos puede llevar aproximadamente unos dos años.
En cambio, cuando hablamos de una moto completamente nueva en la que absolutamente todo parte de cero es posible que desde el nacimiento de la idea hasta la presentación del modelo definitivo nos pueda llevar del orden de cuatro años y medio o incluso cinco. Tienes que hacer todo el paquete, crear un prototipo, probar el prototipo, hacer cambios, volver a probar, diseñar maquinaria específica para su fabricación, puede que algunas de sus piezas necesiten herramientas propias.
El nacimiento de ideas no sigue un patrón establecido. Puede que haya un modelo predecesor sobre el que nos basemos para la creación de una nueva generación, o como cuando se hace un facelift a mitad de vida comercial de un modelo. Lo bonito es cuando de vez en cuando aparecen algunas ideas completamente nuevas surgidas de la nada, que si son lo suficientemente buenas acaban por reflejarse en concept bikes.
Muchas de estas ideas realmente no acaban por ver la luz del día, se muestran de manera interna a la marca y se aparcan en algún archivador enorme del sótano, pero otras acaban por gustar tanto que se llevan a la producción, como es el caso de las nineT. En cualquier caso siempre intentamos ser innovadores, crear nuevas ideas. Es la manera de seguir vivos.
Y cuando el equipo se encuentra en esa fase del desarrollo en la que se empieza a pensar en cómo llevarla a cabo, ¿qué se decide primero? ¿El aspecto estético o el mecánico?
Lo ideal sería que hubiera una cooperación absoluta entre los equipos de ingeniería y diseño. Sería fantástico que los ingenieros y diseñadores trabajasen mano a mano, pero es muy habitual que existan conflictos entre ambas partes.
Por ejemplo, trabajando en la BMW S 1000 RR, el objetivo máximo que se persigue es conseguir la vuelta más rápida, así que cuando lo importante es el tiempo el ingeniero es quien capitanea el proyecto. Si el diseñador quiere introducir una pieza en la moto pero el ingeniero opina "vale, pero me va a costar 300 gramos más", se desestima inmediatamente.
En cambio, si hablamos sobre la nineT Urban G/S es el diseñador quien toma las riendas. A lo mejor el ingeniero puede decir "oye, esto pesa 100 gramos más", pero si el diseñador opina que es importante para el aspecto final, esa pieza se queda. Todo depende del propósito final de la moto.
Hablando sobre la BMW S 1000 RR, una moto concebida al estilo japonés con una parte ciclo tradicional, un motor de cuatro cilindros en línea... ¿Fue muy complicado para BMW imprimir su sello propio en una moto tan distinta a sus principios?
Como decíamos antes, en la S 1000 RR sólo cuentan los tiempos por vuelta, así que todo lo concerniente al diseño se podía sacrificar. Por suerte hubo algunas cosas en las que además de mejorar podíamos aplicar nuestras soluciones propias.
Por ejemplo el aspecto asimétrico de las luces delanteras fue uno de esos aspectos. El faro de luces cortas básicamente está determinado por unas dimensiones mínimas recogidas en la normativa, pero las largas podían cortarse para hacerlas más pequeñas y ahorrar unos gramos así que al mismo tiempo podíamos rebajar peso y utilizar ese aspecto asimétrico e icónico que hace a esta moto tan reconocible.
Es una buena forma para compaginar una estética propia y los requerimientos técnicos. Lo mismo ocurre con las aberturas asimétricas del carenado. En el lado izquierdo necesitábamos un gran hueco para sacar el calor del electroventilador, pero en el lado derecho podíamos utilizar un diseño más aerodinámico con unas branquias.
Ese es el tipo de equilibrio entre diseño e ingeniería que debería ser lo normal, cuando las dos partes pueden trabajar juntas y aportar soluciones.
Muchas gracias por tu atención Edgar, ha sido muy interesante.
Gracias a vosotros, un placer.