Unos días después de que los motoristas de Barcelona salieran a las calles, 'Madrid en moto sí' ha inundado la capital con más de 7.000 moteros que han reivindicado una normativa apropiada que no discrimine a las motocicletas como solución a los problemas de movilidad en Madrid.
El domingo 16 de diciembre ha sido la fecha indicada en la que los moteros se han enfrentado a las limitaciones para la circulación dictaminadas por Madrid Central y ni siquiera la lluvia ha podido parar la multitudinaria concentración.
Madrid Central contra las motos
El balance de la manifestación ha sido más que positivo con más de 7.000 motos que han recorrido las calles de Madrid desde las 11:30 de la mañana en un recorrido que ha llevado a las motos desde Ciudad Universitaria hasta la Plaza de Toros de Las Ventas aunque por Cea Bermúdez en vez de cruzas Madrid Central por las calles Gran Vía y Alcalá como estaba previsto por una modificación de última hora del Ayuntamiento.
La manifestación se desarrolló con tranquilidad, sin las típicas salidas de tono que tan mala fama nos han dado al colectivo de la moto durante tanto tiempo, luchando por nuestros derechos de una forma pacífica y ordenada y reclamando soluciones ante las puertas del Ayuntamiento de Madrid en la Plaza de Cibeles.
Y es que Madrid Central no solo afecta a los coches que no pueden circular por su interior si no cuentan con la pegatina medioambiental ECO o CERO de la DGT, también prohíbe el uso de la motocicleta entre las 22:00 y las 7:00, socavando el uso de las motos que tanto bien hacen a la movilidad urbana.
Con una media de ocupación de 1,3 personas por cada desplazamiento en coche y el 70% de los desplazamientos en coche con solo un ocupante, los estudios de ANESDOR apuntan que si en las ciudades más congestionadas un 10% de los usuarios de automóviles a diario cambiasen sus vehículos por una motocicleta se reducirían en un 40% los atascos.
Desde el sector de la motocicleta se reclama, además, que el equiquetado medioambiental se ha hecho sin criterio, equiparando las normativas de emisiones al etiquetado sin tener en cuenta otros factores. Es cierto que los límites de emisiones equivalentes aplicados a una moto son ligeramente superiores, permitiendo emitir algo más de partículas contaminantes por kilómetro, pero no se ha considerado el tiempo de los desplazamientos inferior, el menor espacio ocupado, el nivel de ocupación por vehículo o que en caso de atasco no se detienen y se quedan paradas contaminando.
En lugar de ver como aliadas a las motocicletas en la lucha por la mejora de la movilidad y la recuperación de espacio para los ciudadanos y peatones, Madrid ha creado una ordenanza que también las quiere echar de sus calles en el centro. Algo que a todas luces es un error.
La guerra contra los vehículos de combustión es un hecho y todos somos conscientes de que llegará el día en el que esta tecnología quede obsoleta por el bien de nuestras ciudades y del planeta, pero no todos los vehículos de combustión son iguales.
Ahora la pelota está en el tejado del consistorio de Manuela Carmena y veremos si la regulación aplicada recibe alguna modificación. Algo que, creemos, debería pasar más pronto que tarde. Y no, aunque algunos políticos como José Luis Martínez-Almeida (candidato del PP a la alcaldía de Madrid) o Irene Rivera (Ciudadanos) han ido a buscar la foto casco en mano, esto no es una reclamación política.