Algo tan simple como unas marcas viales son el nuevo invento que está arrasando en Europa, y cuyo objetivo es erradicar (o minimizar, más bien) los accidentes de los motoristas. Y no solo nos referimos al último juego de parchís que pusieron en las carreteras de Alemania.
La idea es mucho más simple y posiblemente, menos peligrosa que muchas marcas resbaladizas sobre el asfalto. Las están pintando por todas las carreteras de Escocia, y las marcas viales sirven para mejorar el comportamiento de los motoristas en las curvas a izquierdas.
Un juego psicológico que los motoristas acatan en la mayoría de ocasiones
Los números de accidentes de motoristas preocupan a lo largo y ancho del globo terráqueo. Los gobiernos quieren acabar con las altas tasas de siniestralidad en las dos ruedas, y las medidas para evitarlo no hacen más que sucederse.
Si hace unos días veíamos las marcas viales que evitaban trazar mal una curva, desde Escocia llega una idea similar, y puede que igual de efectiva. Son las denominadas Información Perceptiva del Conductor para Maximizar la Experiencia y el Disfrute (PRIME).
Básicamente ayudan a los motoristas a tomar mejores decisiones a la hora de aproximarse a una curva. Va más allá de lo meramente físico como puede ser una marca.
Utiliza una teoría académica sobre psicología aplicada que consiste en señalizar marcas viales de entrada en curva. Cuando el motorista la percibe, pasa instintivamente por el centro de ellas, logrando una trazada óptima. De esa manera se evita tomar la curva de una mala manera, no solo avisándote de lo que viene, sino forzándote a pasar por el medio.
Y claro, cuenta con el beneficio de que son extremadamente baratas, aunque existe el inconveniente de que la pintura resbala especialmente.
Básicamente cubrieron 22 lugares de prueba en más de 1.000 km en el oeste de Escocia para probar esta teoría. Tomaron vídeos de más de 32.000 motoristas utilizando las marcas y los resultados, que son los siguientes.
Una reducción significativa de la velocidad, una mejora significativa de la posición de entrada en la curva y posicionamiento en el vértice, una mejora en el frenado y lo más importante, que no detectaron ni una sola colisión con heridos en ninguno de los puntos PRIME.
Su creador es motero, el profesor Alex Stedmon, que se pasó años entrevistando a motoristas y analizando los datos del experimento, que especialmente revelaba que la mayor parte de las caídas sucedían en curvas a izquierdas.
Vistos los buenos resultados del estudio, van a extender todo su uso por las carreteras escocesas, y el objetivo es que el trabajo llegue a otras partes del mundo para tomar ejemplo.