Te proponemos un poco de nostalgia con 5 motos que en breve deberían ser clásicas

Cierto, lo retro está de moda, pero las tendencias cambian y las maduritas como las deportivas de finales de los '80 y principios de los '90 empiezan a estar bastante cotizadas. Paralelamente a estas hemos decidido hacer una selección de cuáles creemos que serán las futuras motos clásicas y hemos elegido a cinco que poco tienen que ver entre sí.

Una naked, tres deportivas y una sport-turismo cierran nuestra selección de cinco modelos que quizá podría ser un buen momento para comprar y guardar en el garaje si quisieras hacer negocio dentro de unos años. O mejor, disfrutar de un tiempo pasado en el que concebíamos al motociclismo con menos limitaciones y se vivía de una forma mucho más intensa.

Aprilia RS250

Aprilia RS250 (1995)

Dentro de su perfil genético, Aprilia siempre ha gozado de un ADN profundamente ligado a la competición. Tanto es así que a mediados de los años '90 volvieron a hacer lo que ya por entonces no demasiados se atrevían: sacar una motocicleta de Gran Premio a la carretera.

Con un motor de dos tiempos con dos cilindros y 249 centímetros cúbicos, la Aprilia RS250 llegó en 1995 a las carreteras a imagen y semejanza de la Aprilia RSW250 con la que pilotos de la talla de Valentino Rossi o Max Biaggi se batían el cobre en los circuitos de todo el mundo. Curiosamente, el propulsor no era propio de Aprilia, sino que se tomaba uno de Suzuki RGV250 modificado por la fábrica de Noale.

Aprilia RS250 (1998)

Una centralita nueva, cámaras de combustión trabajadas y un nuevo airbox mejoraban el rendimiento del bicilíndrico, mientras que los carburadores Mikuni de compuerta plana y 34 mm permanecían inalterados.

Sólo tres años después de su lanzamiento llegaba su primera evolución, un modelo del que dentro de su corta tirada gozó de mayor popularidad que el primero. Los cambios trajeron una estética distinta con una aerodinámica mucho más trabajada, nueva horquilla invertida Showa con barras de 41 mm, instrumentación analógica/digital y nuevas llantas y neumáticos. El motor seguía siendo el mismo.

Triumph Daytona T595

Pese a los altos y bajos en su actividad, Triumph nunca ha dejado de intentar ser el referente en las motos británicas y ponerse al nivel del resto de contendientes europeos y japoneses. Con la fiebre de las deportivas de finales de los años '90 el fabricante de Hinckley decidió apuntarse en la guerra por las motos de altas prestaciones.

Así, en 1997 apareció al primera Triumph Daytona T595, descendiente directa de la Triumph Daytona Super III. Era una moto que dentro de su espectacular diseño 100% británico encerraba un chasis a medio camino entre doble viga y tubular, un motor tricilíndrico de 955 cc diseñado conjuntamente con Lotus que ofrecía casi 130 cv de potencia máxima y 85 Nm de par motor con un sonido realmente embriagador.

El nombre T595 no tuvo demasiado éxito y generaba algo de confusión. El T5 hacía referencia a la serie del motor mientras que el "95" eran los dos primeros dígitos de su cilindrada. Sólo dos años después de su lanzamiento le cambiaron el nombre a 955 para evitar seguir generando esa impresión de ser una Superbike de sólo 595 cc.

Su doble faro delantero, el esbelto colín con el faro integrado y el musculoso basculante monobrazo con su preciosa llanta de tres radios nos caló hondo a muchos aficionados de aquella época. Después llegó en 2001 la renovación con un carenado totalmente nuevo, un motor más potente con 150 cv y un conjunto más ligero.

Ducati Monster

Ducati Monster 900 (1994)

Dentro de sólo un año, la Ducati Monster cumplirá la friolera de 25 años de vida. Parida hace un cuarto de siglo de las entrañas de Miguel Angel Galluzzi, la naked por antonomasia debe ocupar un lugar especial en esta selección. Durante tantos años el concepto original ha permanecido casi inalterado y muchas han sido las competidoras que han tratado de seguir la estela de su éxito.

La idea era sencilla y complicada a partes iguales. Pretendían una moto que fuera bella en su minimalismo, con buenas cualidades dinámicas y al mismo tiempo asequible. En 1993 llegó la primera Monster M900 (seguida de la M600 un año después y la M750 en 1996), y llegaba al mercado con un compendio de piezas de otros modelos de Ducati.

Ducati Monster M900 y M750

En torno al motor bicilíndrico en V a 90º refrigerado por aire tan conocido de la época se acoplaban un chasis de Ducati Supersport 900 (la de faro cuadrado), tren delantero de una Supersport 750 y se aderezaba con una carrocería reducida únicamente al depósito. Musculoso y minimalista, el tanque se remataba por un esbelto colín.

Desde entonces hasta la actualidad la familia Monster ha gozado cada vez de mejor salud, y ahora con la renovación de la Monster 1200 y la incorporación de la Monster 797 a la ya conocida Monster 821 volverá a hacer las delicias de todos los aficionados.

Kawasaki ZZ-R1100

Kawasaki ZZ-R1100 (1990)

Seguro que te acuerdas de la Kawasaki ZZ-R1100. Irrumpió en 1990 en la época dorada de las sport-turismo de altos vuelos, y si no te sonaba durante todo este tiempo seguro que te acuerdas de la mítica comparativa entre la ZZ-R1100 y el AVE en un viaje de Madrid a Sevilla. Eran otros tiempos, otras formas de ver la carretera y otra mentalidad, pero el espíritu de aquella ZZ-R1100 permanece inalterado en las actuales ZZ-R1400.

Kawasaki ZZ-R1100 (1993)

La única motivación de este modelo fue el ser la moto de producción más rápida del mundo, logro que se anotó entre 1990 y 1995 con una punta de 283 km/h hasta la llegada de la Honda CBR1100XX Super Blackbird.

La apuesta de Kawasaki no fue precisamente a medio gas, puesto que aparte de un motor de cuatro cilindros 1.052 cc que declaraba 147 cv a 10.500rpm, la ZZ-R1100 introdujo novedades a nivel mundial para una moto de calle como un elaboradísimo estudio aerodinámico y la adopción del ram-air que tanto ha marcado a las motos de la marca japonesa desde entonces.

Kawasaki ZZ-R (1993)

Aquella locura de moto supuso un salto adelante bestial que se mantuvo vigente desde su nacimiento en 1990 hasta el año 2001 cuando finalizó su producción. Durante más de una década sólo hubo dos modelos, el conocido como C de 1990 hasta 1993 y el D de 1993 hasta 2001.

Yamaha SZR 660

Yamaha SZR 660 (1996)

Cuando no importaba demasiado que una moto fuese irracional, en Iwata presentaron en 1996 la Yamaha SZR 660, un ejemplo clarísimo de lo que suponía la cultura de las supersingle. En España no fueron tan populares estas carreras, pero en otras partes del mundo las competiciones de motos con un solo cilindro.

La filosofía era tan simple como hacer motos deportivas con el mínimo peso y buena fiabilidad. La solución fue equipar a una buena parte ciclo con un chasis de doble viga y basculante ambos de aluminio, suspensiones de calidad y un motor monocilíndrico de cinco válvulas proveniente de las indestructibles Yamaha XTZ660 Ténéré. El resultado: una deportiva por debajo de los 160 kg en seco.

Yamaha SZR 660 (1996)

Sí, es cierto que puede no ser la moto más bonita del mundo, pero debía ser un rato divertida con ese peso de risa, un motor alimentado por carburadores con mucha pegada y una parte ciclo más que solvente.

Y a ti, ¿cuál te falta en esta selección?

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