Si en el mundo de la competición hay alguien que sabe cómo tratar a una vieja gloria de dos ruedas, esos son los chicos del Team Classic Suzuki. Las carreras de resistencia son su hábitat; las motos clásicas su caballo ganador.
Mientras el tiempo pasa volando, seguro que alguno todavía no se ha dado cuenta de lo rápido que han pasado los años. Tanto que la Suzuki GSX-R1000 K1 ha pasado a ser considerada una moto clásica, y claro, el equipo clásico de la fábrica de Hamamatsu no ha perdido la oportunidad de incluir a esta joya en su colección. Y competirá.
La K1 ha pasado a ser considerada clásica... Y con un par de 'arreglillos' ahora da 170 CV
Cada año vemos como el Team Classic Suzuki convierte con mucho mimo alguna moto de Hamamatsu en una guerrera de 'Endurance' o resistencia. El equipo lleva ya varios años metido de lleno en el mundillo, como por ejemplo la Katana que modificaron para correr en el Classic TT o en otras competiciones europeas (y que puedes ver en el enlace de abajo).
Siguiendo el hilo, su última preparación es una Suzuki GSX-R1000 K1 de 2001. A alguno se le ha pasado volando el tiempo porque ya han pasado 22 años desde que los japoneses sacasen la K1 de la deportiva. Sí, has leído bien: 22 años. Así que la Copa Europea de Resistencia para Clásicas ha incluido en su catálogo a la K1 como una clásica.
En cuanto vieron la oportunidad (el equipo solo compite con motos clásicas, como su propio nombre indica) se pusieron manos a la obra. No tardaron mucho en conseguir la K1 que usarían para la Copa Europea de Resistencia para Clásicas, en la que ya tienen experiencia, pues empezaron a competir en 2017 con una GSX1100SD Katana.
Una vez alistado el proyecto, solo quedaba ponerse manos a la obra y preparar la moto. Como es habitual, el equipo tira del programa de apoyo Vintage Parts de Suzuki para conseguir las piezas, montando la moto sobre el chasis original de la GSX-R1000.
Sin embargo, no está de serie al 100 %, ni mucho menos. La distancia entre ejes es un poco mayor (habría que fijarse mucho), ya que el basculante no es el de la GSX-R1000 original, sino el de una GSX-R750 que utilizaron en otras carreras de resistencia. Una vez adaptado, la distancia entre ejes es ahora de 20 mm. ¿Por qué? A mayor distancia entre ejes dará una moto más estable.
También han modificado la parte ciclo de la moto, con algunos componentes que pecaban de escasos para una moto de este calibre, como los frenos. Ahora tiene una horquilla invertida y amortiguador trasero firmados por K-Tech, frenada Brembo y adiós a las llantas originales de Suzuki, sustituidas por unas OZ acabadas en blanco.
El motor también ha sufrido alguna variación. Aun siendo el original tetracilíndrico en línea de 988 cc, en un principio rendía 158,2 CV a 10.800 rpm, con un par motor de 8.500 vueltas. Han hecho algunas modificaciones como añadir un juego de levas Yoshimura o un nuevo sistema de escape de titanio para subir la apuesta hasta los 170 CV.
Es todo un lujo poder seguir disfrutando desde la barrera de este tipo de motos clásicas, con la seguridad de que 22 años después siguen compitiendo y de que hay equipos y personas que todavía se preocupan por mantenerlas y prepararlas en un estado impecable. Y si no lo crees, las fotos hablan por sí mismas.