En este apartado debemos tener en cuenta los dos tipos principales de mantenimiento, el mecánico y el puramente económico. En cuanto al mecánico no difiere mucho del que se debe realizar a cualquier tipo de motocicleta, aunque habrá que hacerle más hincapié por sus propias características y por que cuanto más fino vaya todo, menos problemas tendremos.
Antes que nada es importante destacar que si la moto es nueva y quieres que te siga cubriendo la garantía, no podrás realizar todo el mantenimiento tú solito, tendrás que aguantar y quedarte en lo básico.
Son varios los elementos que podemos mirar con bastante frecuencia, no viene mal echarle un vistazo incluso cada vez que salgamos con la moto. Los neumáticos son nuestros zapatos, así que mejor que los llevemos limpios. No está de más que tengamos siempre en cuenta la presión de los neumáticos, dependiendo de si vamos solos o acompañados y siempre con la presión que marque el fabricante para cada caso. Cuidadito también con que no pierda aire por la válvula.
Cada poquito tiempo también deberemos mirar el nivel de aceite del motor y comprobar que no tenga ninguna fuga. Imprescindible ( y lo que más a rajatabla llevamos... jeje), es el cuidado de la cadena de transmisión, en este punto debemos revisar tres cosas: la tensión, limpiarla de vez en cuando (existen multitud de productos muy buenos para esto) y engrasarla cada quinientos kilómetros aproximadamente.
Para acabar con las revisiones de cada día, nunca viene mal echar un ojo al líquido de frenos y al de la refrigeración del motor. Con una periodicidad menor, sería recomendable que engrasaremos otras partes de nuestra moto, como el pedal de freno, de cambio y los cables y apretar los tornillos que podamos, especial atención a la maneta del embrague, la mía por ejemplo tiende a aflojarse con bastante frecuencia.
Cuando ya tengamos vía libre de la garantía, podremos realizar por nosotros mismos (sin grandes requisitos mecánicos) otras muchas comprobaciones: como todo lo relacionado con la batería, comprobaciones del estado de las bujías, cambio y limpieza del filtro de aire y todo el sistema de frenos. De cada uno de estos temas se podría hablar largo y tendido, ya que hay mucha “literatura” sobre el tema.
La clave fundamental en cualquier caso, es que la tratemos con mucho cariño, que la tengamos limpia (con cuidadito de no arañarla) y ella nos tendrá contentos y felices.
Entrando en el plano económico, siento deciros que la ‘R’ que lleva de apellido muchas motos, no sólo es sinónimo de deportiva, también nos indica que todo nos costará bastante más dinero. Y es que al comprarnos una deportiva, vemos que su precio ya es más alto que otro tipo de motos más efectivas para lo que la terminaremos usando, y en los aspectos triviales ya nos empieza a costar todo más caro.
Por lo general, este tipo de motos consumen mucha gasolina, siempre tienen sed, aunque esto también dependerá de lo que nos guste darle al mango. El impuesto de circulación es más caro por los caballitos que suelen acompañarla, y en más de una aseguradora te echarán a la calle cuando empieces a cantarle las características de tu moto. Cuando encuentres a una compañía amiga que lo acepte, prepárate para gastarte de quinientos (en los mejores casos) para arriba, sobre todo si estamos hablando de la compra de la primera moto.
Unos neumáticos decentes no bajarán de unos trescientos euros y ten en cuenta, que al ser de compuestos más blandos, la durabilidad de los mismos es inferior al de otros modelos. Las revisiones periódicas también suelen ser más caras de lo habitual y cada unos seis mil kilómetros es lo apropiado. Y súmale cuando necesites cambios de aceite y filtros, las bujías o las pastillas de freno, en todos los casos un dinerito curioso.
Y ojo con que la moto toque el suelo, aunque sea en parado. Todos los componentes son especialmente caros, sobre todo los carenados que por menos de unos mil euros no podrás encontrarlos. Intermitentes, manetas, pedal de freno, de cambio, cualquier repuesto original vale lo suyo.
Eso sí, cuando nos compramos la moto, tenemos que tener en cuenta todas estas cosas. Con la compra esto sólo acaba de empezar y no pararán los gastos y tengamos en cuenta que a todos nos puede ocurrir un percance en cualquier momento, que luego llegan los sustos y acaba la moto en el garaje por no tener presupuesto para arreglarla.
No cabe duda desde luego, que el mantenimiento tanto mecánico como económico que necesite nuestra deportiva, dependerá mucho del uso que le demos, los kilómetros que hagamos y lo que la cuidemos y miremos por ella. Aunque la verdad, todo esto que es muy importante, queda olvidado en el momento que te subes en ella y la arrancas, a partir de ese momento, lo único que hace es hacerte disfrutar, todos los gastos quedan olvidados...
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