Llegamos con muchas ganas de probar la poco convencional Honda X-ADV y a medida que nos hemos ido conociendo nos hemos llevado mejor y mejor. Su aspecto inclasificable la convierte en un producto enigmático y atractivo al mismo tiempo. Estéticamente te puede gustar más o menos, es algo subjetivo, pero lo que podemos prometerte es que si la pruebas no te va a dejar precisamente un mal sabor de boca.
Nos faltan líneas y nos sobran ganas para contarte todo lo que se encierra en este modelo tan atípico, así que para ir poniendo el broche final a esta prueba cerraremos intentando no dejarnos nada en el tintero. ¡Va a ser difícil!
También para viajes largos y con pasajero
Abandonando las retorcidas e interminables zonas de curvas por las que rodamos ayer, nos adentramos en terrenos más abiertos donde la Honda X-ADV también se luce contra pronóstico. Por concepto, sus capacidades como moto de turismo podrían parecer limitadas, pero la japonesa juega nuevamente al despiste con un comportamiento neutro y solvente.
Tomando velocidades de crucero sostenidas, el motor se comporta con una suavidad exquisita y es capaz de mantener ritmos dentro de la legalidad sin inmutarse y con una reserva de potencia notable en caso de tener que afrontar un adelantamiento. Sólo habrá que abrir bien el puño derecho para que el DCT baje una (o dos) velocidades para completar la maniobra con celeridad.
La rumorosidad mecánica en viaje es bastante contenida, de hecho el sonido del motor no resulta nada molesto y sólo nos percataremos de que está trabajando cuando le exijamos un extra de empuje y empiece a girar más alto de revoluciones. A cambio, también nos obsequia con un nivel de vibraciones casi imperceptible.
Sentado a los mandos de la X-ADV se pueden completar viajes largos sin que los kilómetros nos pasen demasiada factura. Con mi 1,70 de estatura y la pantalla en su posición más baja, el aire sólo azota del borde inferior del casco hacia arriba. Con la pantalla subida al máximo y en una posición casi vertical la protección es completa salvo por los brazos.
En total son cinco las posibilidades de regulación con una variación de 138 mm entre la más baja y la más alta y 11º de inclinación. El ajuste se hace sin herramienta, y deberá ser en parado porque necesitaremos ambas manos. Habría estado bien un sistema de regulación menos laborioso ya que hay que liberar el mando con una pestaña, tirar hacia fuera del mando y girar para subir o bajar la pantalla, colocar el mando en su posición interior y cerrar la pestaña.
Esto quiere decir que si estás haciendo ciudad y vas a salir a autopista tendrás que levantar la pantalla desde el principio o bien parar para modificar la regulación. Eso sí, mientras tanto las piernas irán totalmente protegidas tras el escudo y las manos con los cubremanetas.
Tanto por el asiento como por las plataformas tendremos la posibilidad de cambiar de posición durante el trayecto, lo que reduce la sobrecarga de los músculos a medida que aumenta la distancia recorrida. Sólo echamos en falta algo más de espacio transversal para los pies, el túnel central es exageradamente ancho.
Honda X-ADV: la moto inclasificable
Es tan difícil condensar nuestras impresiones sobre la Honda X-ADV en unas pocas palabras como definir el segmento al que pertenece. Este invento raro que los japoneses se han sacado de la manga es tan polivalente que costaría encerrarlo bajo una denominación para su tipo de moto. Es algo nuevo, transgresor y que lleva la polivalencia en moto hasta una amplitud desconocida.
Puede resultar tan válida para ir a diario a trabajar al centro de la ciudad como para salir los fines de semana a hacer unas curvas y dar alguna que otra sorpresa sobre el asfalto, o hacer un viaje aprovechando su comodidad y buena protección aerodinámica llegando hasta lugares que te obliguen a pisar lo marrón.
Y aquí está la razón del éxito que auguramos a este modelo, ya que puede picar clientes de motos tan diferentes como un T-MAX, naked, scooter, motos utilitarias, gente con motos trail que no necesitan tanta envergadura o simplemente para aquellos que busquen una buena moto que valga para absolutamente todo.
A nivel general y de acabados hay que reconocer que Honda ha vuelto a hacer un buen trabajo más allá del diseño. No todo es plástico, los refuerzos metálicos en la carrocería le dan un aporte adicional de robustez y son funcionales, el trabajo de pintura está bien rematado y todas las piezas encajan de manera sólida. Hasta el largo portamatrículas.
Hemos de admitir también que eso de disponer de las prestaciones de una moto convencional sin estar condicionado por el cambio de marchas es ciertamente adictivo, así que como sólo teníamos que centrarnos en dar gas y frenar no hubo demasiada compasión con el puño derecho. Aun así, el consumo se mantuvo por debajo de los cinco litros.
La mayor parte del tiempo circulamos en modo S-3, así que los 4,7 litros de media que marcamos al final de nuestra prueba serían fácilmente mejorables y no cabe duda de que una media de 4 litros o inferior es viable con un uso normal.
Aquello de que todas las Honda son iguales, que no tienen personalidad o que la fábrica japonesa no arriesga son argumentos totalmente desmontados. Esta X-ADV es una apuesta impresionante y bien resuelta que se sitúa de forma magistral en tierra de nadie y al mismo tiempo abarcando más de lo que cualquier otra ha hecho antes.
Su precio será de 11.500 euros, casi 2.000 euros más cara que una Integra, pero a cambio te ofrece un universo completamente nuevo. Las primeras unidades que se vendan en España a partir de esta primavera vendrán de regalo con un kit de top case y soporte tipo trail valorado en unos 500 euros.
Valoración - Honda X-ADV
7.8
A favor
- Estética y acabados
- Polivalencia extrema
- Suspensiones
- Rendimiento sorprendente
En contra
- Apertura y bisagra del asiento
- Freno trasero bloquea pronto
- Regulación pantalla
- Anchura túnel central
Honda X-ADV 2017 - Ficha técnica
Motor | ||
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Tipo | Bicilíndrico en paralelo, SOCH, refrigeración líquida, cuatro válvulas por cilindro | |
Cilindrada | 745 cc | |
Diámetro por carrera | 77 x 80 mm | |
Ratio de compresión | 10.7:1 | |
Potencia máxima | 54 cv a 6.250 rpm | |
Par máximo | 68 Nm a 4.750 rpm | |
Alimentación | Inyección PGM-FI | |
Arranque | Eléctrico | |
Transmisión | ||
Embrague | Multidisco en baño de aceite, doble embrague | |
Caja de cambios | Seis velocidades | |
Transmisión final | Cadena | |
Chasis | ||
Tipo | Diamante de acero | |
Suspensión delantera | Horquilla invertida 41 mm de diámetro | |
Suspensión trasera | Monoamortiguador Prolink con ajuste de precarga | |
Rueda delantera | 17" | |
Rueda trasera | 15" | |
Neumático delantero | 120/70 – R17 M/C (58H) | |
Neumático trasero | 160/60 – R15 M/C (67H) | |
Dimensiones | ||
Longitud | 2.245 mm | |
Anchura | 910 mm | |
Altura | 1.375 mm | |
Distancia entre ejes | 1.590 mm | |
Ángulo de lanzamiento | 27° | |
Avance | 104 mm | |
Altura del asiento | 820 mm | |
Altura libre al suelo | 162 mm | |
Peso en orden de marcha | 238 kg | |
Capacidad depósito | 13,1 litros | |
Precio | 11.500 euros |
Los gastos para acudir a la presentación de la Honda X-ADV han sido asumidos por Honda. Para más información, consulte nuestra política de relaciones con empresas. El equipamiento utilizado durante la prueba ha sido: Casco Icon Variant, pantalones Knox Richmond, botas Alpinestars S-MX Plus, chaqueta Alpinestars T-GP Pro y camiseta interior térmica Knox Jacob Sport.
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