Con la popularización de las deportivas a finales de los años noventa y especialmente tras la llegada del siglo XXI, las motos sport o sport-turismo se fueron quedando sin clientela. A medida que han pasado los años las R cada vez se han ido especializando más, las 600 que en su día fueron "gama de acceso" se han ido quedando en algo anecdótico hasta encontrarnos con un panorama radicalizado repleto de Superbike ultraprestacionales.
En Borgo Panigale han querido dar la vuelta a la tortilla para recuperar el encanto de aquellas motos ligeras, fáciles, agradables de utilizar en cualquier circunstancia y, sobre todo, muy divertidas por lo accesible de su planteamiento. La Ducati Supersport 2017 encarna los valores a los que debería aspirar todo motorista: que cualquiera pudiera divertirse en cualquier circunstancia sin complicaciones y con una estética que enamora.
Sí, es cierto que durante los últimos años las motos razonables (en su mayoría trail o naked) han ganado algo de terreno, pero el nicho de las motos sport se ha mantenido casi desierto, sin representantes. Lo más parecido que cabría considerar serían motos del estilo Honda VFR800 (o su derivada la Crossrunner), BMW R 1200 RS o Kawasaki Z1000SX, aunque son motocicletas que se enfocan más en el segmento touring que en el sport.
La apuesta de la casa de Bolonia con la Ducati Supersport está muy bien meditada. En efecto (y seguro que ya se te ha pasado por la cabeza) no es un concepto nuevo ni mucho menos, es la recuperación del espíritu que encarnaban aquellas Ducati SS (750, 900, 1000...) que dejaron de comercializarse hace ahora una década: ligera, potencia contenida pero más que suficiente, fácil de usar, con una parte ciclo muy bien dotada y, además, realmente bonita.
La más bella del EICMA, y con razón
Teníamos muchas ganas de plantarse cara a cara con la Supersport, y a primera vista es inconfundiblemente una Ducati. No hay posibilidad de duda al apuntar los ojos hacia ella, sus líneas mantienen una inconfundible genética familiar. El carenado frontal utiliza buena parte de los rasgos estrenados por las Panigale con ese morro puntiagudo, faros bajos y pequeña nariz a los que se añaden unas nuevas luces diurnas LED.
La ligereza visual ha sido uno de los mantras que se han repetido en Ducati para la confección del delicado vestido que envuelve a la Supersport. Naciendo desde la parte frontal, un bonito carenado se extiende hacia abajo sin llegar a cubrir toda la moto. Los diseñadores han mantenido viva la idea de los semicarenados (en parte) para dejar una sensación más liviana y por eso la carrocería no se ha cerrado por abajo.
Algunos criticarán que por la zona baja la moto queda desnuda y enseña las "vergüenzas" del escape pero, al igual que pasa con el tramo medio del motor donde se muestra la mecánica sin pudores, es algo deliberado para reforzar la impresión grácil del conjunto. Y funciona.
Otro de los puntos destacables exteriormente es la integración de unas piezas con otras. Los laterales del carenado se prolongan sobre el chasis hasta unirse con la zona media del depósito. Bajo la cúpula otra pieza en forma de Y pintada en el color de la carrocería une los laterales del frontal con la pipa de dirección.
El depósito también es un guiño al pasado. Compacto para no desentonar en el conjunto muestra los "riñones" laterales que empleaban sus antepasados y abrazan a los semi-manillares cuando giramos entre topes la dirección. Por cierto, semi-manillares que si no te has fijado están colocados sobre la tija superior y con unas generosas alzas para mejorar la postura.
La ergonomía se ha estudiado hasta la saciedad, y un ejemplo muy claro lo encontramos en el asiento. Piloto y copiloto se acomodan sobre un asiento de una sola pieza, corrido y en dos alturas. Lo más importante es lo bien resuelto que está, tanto por tacto y dureza como por estética. Sus formas y materiales se integran en la moto al mismo tiempo que conjuga unas dimensiones más que generosas para ambas plazas.
Precisamente en la zaga se resuelve de manera fantástica el aspecto de la ligereza visual. Si no contamos el portamatrículas, la moto termina sobre el eje de la rueda trasera y aun así es una moto con buen espacio para sentarse. El propio asiento hace las veces de colín con un subchasis minimalista que se cubre por unas tapas laterales e integra el faro trasero en su extremo.
Equilibrio mecánico que promete mucho
Mecánicamente la Ducati Supersport ha utilizado piezas conocidas en la casa, probadas y conjugadas con maestría para la creación de un conjunto único y con personalidad propia. El motor es parecido al que equipan las Ducati Hypermotard 939, pero con modificaciones. Como base toma al mismo bicilíndrico de 937 cc al que se le modifican los sistemas de admisión y escape para contar con un carácter único y diferenciado.
De su interior emanan 113 caballos de potencia máxima y 96,7 Nm de par motor con una curva perfectamente estudiada para obtener el 80% del par desde sólo 3.000 revoluciones por minuto. Estas cifras tienen que lidiar con un peso que sobre la báscula se queda en 183 kg en seco y 210 kg en orden de marcha. Más que suficiente.
A través de un cuadro de mandos similar al de otros modelos, totalmente digital y repleto de información, podremos manipular la gestión del motor a través de los tres modos de conducción (Urban, Touring y Sport) que modifican el carácter del bicilíndrico así como la intrusión del ABS y del control de tracción.
Complementando al motor como pieza estructural, un bastidor multitubular de acero pintado en rojo se agarra sobre las culatas del bicilíndrico. Este trellis es similar al empleado en las Monster, aunque con unas especificaciones únicas. El basculante monobrazo de aluminio utilizado en el tren trasero se parece también al de la Monster 1200, pero en realidad es nuevo.
Las llantas también interpretan un papel protagonista en esta obra, especialmente la trasera. Ambas son de aleación de aluminio con tres radios en forma de Y que delante pasan un poco desapercibidas pero detrás el monobrazo y el mínimo escape corto de doble salida dejan al aire una zona absolutamente hipnótica.
Dentro del equipamiento opcional disponible de fábrica para la Supersport nos encontramos con tres paquetes diferentes que, además, se pueden combinar entre ellos:
Sport Pack:
Guardabarros delantero de fibra de carbono, manetas articuladas, tapa de aluminio para el depósito de aceite, intermitentes traseros LED, protector de depósito en fibra de carbono.Touring Pack:
Maletas de 44 litros semi-rígidas, puños calefactables, pantalla ahumadaUrban Pack:
Alarma, bolsa sobre-depósito magnética, estriberas con inserciones de goma
Como bien sabes, existen dos versiones: Supersport y Supersport S. Entre ambas hay 1.500 euros de diferencia y los cambios más notables los percibimos en un equipo de suspensiones que cambia la horquilla Marzocchi de 43 mm y el monoamortiguador Sachs por material Öhlins, además de un cambio semi-automático con función up/down, así que te puedes olvidar del embrague cuando quieras acelerar el ritmo.
Esa diferencia de precio nos deja con dos opciones: la Ducati Supersport a 13.290 euros y la Supersport S a 14.790 euros en color rojo y 14.990 euros en color blanco con las llantas rojas. ¿Es cara? ¿Es barata? Mañana empezamos a desgranar todo lo que nos ofrece, tanto en carretera como en circuito.
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