Es hora de subirse a una de esas motos a la que le tienes ganas. He de reconocer que la Ducati Multistrada 1200 S Touring, desde que salió y posteriormente cuando mi compañero Luis tuvo la oportunidad de probarla, despertó en mí un interés bastante grande. ¿Es de verdad una moto tan polivalente? ¿Seguía siendo “Ducati” o perdía algo de su espíritu en busca de un mayor radio de acción?
He probado unas cuantas Ducati, desde la sempiterna Ducati Monster a la Desmosedici pasando por otras como la GT1000, Hypermotard, 998S o la Panigale. Y todas y cada una de ellas, aunque me hubiese subido con los ojos cerrados, habría sabido que era una moto de Borgo Panigale. ¿Y esta? Pues también.
Y es que a pesar de la postura diferente, los estribos menos retrasados, un manillar bastante alto o el no tener la sensación de estar sentado sobre la rueda delantera no evitan que se respire ese aire que destilan todas las motos italianas. Pero ya está bien de filosofar. Vamos a darle caña al bicilíndrico.
Ducati Multistrada 1200 S Touring: modo Urban
Lo primero es familiarizarse con todos los mandos que tenemos a nuestro alcance, que no son pocos. Nuestro Santo Grial serán tres botones ubicados en la piña izquierda. Dos, uno por arriba y otro por abajo del conmutador de los intermitentes y el tercero, el propio pulsador que normalmente funciona como interruptor de apagado de las luces de giro.
Con estos tres botones manejaremos toda la electrónica de la Ducati Multistrada 1200 S Touring que, como vimos ayer, no es poca. Pero antes, hay que arrancarla y como no hace falta llave, todo es mucho más sencillo.
Donde normalmente está el botón de apagado, en la piña derecha, encontramos un botón deslizante. Si lo subimos, descubrimos el botón de arranque. Tras esperar a que haga el pertinente chequeo, es hora de que el propulsor cobra vida. Y doy fe que ronronea como un tigre. Me recordó a la Aprilia Tuono V4 R APRC porque sabes que ahí debajo hay mala leche encerrada, con muchas ganas de salir.
Era el momento de elegir nuestro “Riding Mode” o configuración de la moto para el recorrido que íbamos a hacer. Y como era por ciudad pues estaba claro que tocaba el modo Urban. Para escogerlo es muy fácil ya que se puede hacer en parado o en marcha.
Pulsas el botón del intermitente y la pantalla circular te irá mostrando los distintos modos disponibles. Cuando llegas al Urban, lo dejas pulsado durante tres segundos y la moto te pedirá que sueltes frenos y acelerador, quedando a la espera de que lo hagas. En cuanto se cumplan las condiciones, ya la tendrás configurada. Si no, a los cinco segundos se cancela la orden.
El modo Urban nos coloca automáticamente el motor en configuración de 100 CV, el control de tracción DTC en la posición seis de las ocho que tiene, el ABS en el nivel tres y las suspensiones en un tarado para un mayor confort y absorción de baches.
Es decir, un nivel alto de control de tracción para evitar sustos con todas las trampas que hay en ciudad y un antibloqueo de frenos que interviene en las dos ruedas, evitando que la rueda trasera se eleve y que cuando frenamos solamente delante, se frene ligeramente también y de forma automática en la parte trasera.
Ya con todo en su sitio, es hora de recorrer los primeros metros. La Ducati Multistrada 1200 S Touring, a pesar de llevar el mapa más suave, se nota casi que hasta demasiado contundente en el primer golpe de gas. Y es que sigue siendo un bicilindrico, que cocea si dejas caer demasiado las vueltas o que, si no eres fino con el juego entre cortar el gas y apretar el embrague para cambiar, te va a producir más de un tirón.
La postura es muy cómoda, elevada, con un control absoluto de la moto. Da gusto esquivar el tráfico remando con el amplio manillar y tirando la moto mientras dejas el cuerpo erguido. Pero ojo porque llevas sendas maletas muy voluminosas y como te descuides, igual pasas tu mientras ellas quedan esperándote entre dos coches cuyos conductores seguramente querrán pedirte explicaciones.
Si no estás acostumbrado a conducir con ellas lo mejor es que al principio estés muy seguro de que hay hueco suficiente porque puedes llevarte más de un susto. Sin ir más lejos durante la prueba, me cole entre dos coches y al culebrear la moto no quedaba mucho margen. Según mi compañero de fatigas que iba detrás, eso sí eran dos dedos y no lo que piden algunos en el bar.
Salvando este detalle el manillar pasa sin problemas por encima de la mayoría de retrovisores, y mantienes un control absoluto de todo. Una frenada potente con el sofisticado ABS te tranquiliza sabiendo que te puede evitar más de un disgusto al igual que el DTC, que de vez en cuanto verás saltar brevemente con una indicación en el cuadro (la esfera digital se ilumina en rojo) cuando el asfalto esté muy pulido o con la maravillosa pintura deslizante.
Pero esta Ducati Multistrada 1200 S Touring se siente como un elefante en un garaje (o era un pulpo en una cacharrería) cuando estamos en ciudad así que no tengo más remedio que dejarle más suelta la correa para que pueda dar rienda suelta a sus prestaciones por carretera.
Ducati Multistrada 1200 S Touring: modo Sport
Repetimos la operación con el pulsador izquierdo y cambiamos el modo de conducción de la Ducati Multistrada 1200 S Touring al Sport. En ese momento, en nuestro puño derecho ya tenemos los 150 CV a pleno rendimiento y entrega directa. Además, el DTC baja a la posición cuatro, el ABS a la posición dos y las suspensiones se vuelven más firmes.
¿Qué significa? Pues que el control de tracción se configura para conducción deportiva en carretera y circuito si tienes un nivel medio y el ABS desconecta la función que evita el elevado de la rueda trasera aunque mantiene cierto frenado en el tren trasero cuando usamos solo el delantero.
El cambio es como de la noche a la mañana. Lo lógico hubiese sido pasar por uno intermedio, el Touring, pero eso no va con los del norte. El acelerador pasa a tener una conexión instantánea con la rueda trasera y su recorrido se reduce así que no te dislocarás la muñeca intentando llegar al tope del gas.
La suspensión se vuelve muchísimo más rígida que antes y la Ducati Multistrada 1200 S Touring es mucho más precisa para guiarla entre curvas. Llega un momento que el ritmo con el que puedes ir entre curvas es irreal, más si desde fuera ven pasar un zumbado con una flecha plateada con maletas atrás rugiendo como un poseído.
Te permite ir más y más rápido y abriendo el gas sin contemplaciones porque el control de tracción aparecerá cuando lo necesites y de una forma muy suave. Hasta que probé la Ducati Multistrada 1200 S Touring, el control de tracción de la Aprilia V4 R Tuono APRC me parecía el mejor de todos. Ahora el de la otra italiana funciona muy bien pero es más tosco ya que cuando entra la moto ratea y el sonido se afea.
En la Ducati no, el motor pierde potencia pero no hay explosiones, ni leves tirones. Nada, todo ocurre de una forma muy fina y exquisita. Aventurándome un poco en los modos de funcionamiento de uno y otro, el de Noale da la impresión de que corta la chispa mientras que el de la Ducati lo que hace es empobrecer la mezcla con menos gasolina. De ahí que una produzca rateos y pequeñas explosiones y la otra nada. Pero igual no tiene nada que ver con lo que estoy diciendo.
Te irás animando más y más hasta que pasen dos cosas: los Pirelli Scorpion que trae de serie empiecen a recordarte que él no es un neumático cien por cien de carretera o, en el otro caso, que una de las estriberas te corte el rollo. Yo estoy en el segundo grupo, sobre todo en cambios bruscos de dirección en los que eran las estriberas las que hacían tope. Para paliarlo, endurecí la precarga atrás pero... ¡Oh, oh! De esto mejor os hablo mañana, ¿vale? Es que os veo un pelín encendidos ya.
Continuará...
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