Ducati Diavel, toma de contacto (valoración, galería y ficha técnica)

Con la membrana de agua del traje de cordura puesta es la hora de enfrentarse a un intenso aguacero primaveral en una de las zonas más concurridas por los moteros de la capital los fines de semana. Una pequeña manada de Ducati Diavel nos espera aparcada en el exterior del Real Club de Golf La Herrería, un enclave precioso repleto de zonas verdes y... mucha agua. Tanta agua que pospusimos la salida de la ruta, tanto que al final sólo hicimos una pequeña parte.

Para arrancar la Diavel, al igual que en el modelo anterior y tal y como sucede con la Multistrada, no necesitaremos tener la llave en el contacto. De hecho no hay contacto, sólo tenemos que llevarla en el bolsillo y usaremos la llave para abrir el depósito de combustible. ¿Y qué pasa si pierdo la llave? Pues que se puede arrancar mediante un código PIN que introduciremos con una botonera oculta debajo de una tapa junto a la pipa de dirección. Eso sí, como no tendremos llave para abrir el depósito no podremos ir demasiado lejos.

Deslizamos el botón de contacto liberando el pulsador del arranque, el cuadro de mandos nos saluda con una bonita animación con el nombre de la moto y al pulsar el botón el motor gorgotea de forma agradable e intensa. Aunque sea el mismo motor que equipa la nueva Ducati Monster 1200 el sonido es más duro, más que por la diferencia de potencia por el distinto sistema de escape con colectores de mayor diámetro y silenciadores más cortos.

Circulando despacio dentro de poblado podemos comprobar como la Ducati Diavel sí que ha mejorado su comportamiento a bajas revoluciones y exigiendo al motor que circule con aperturas mínimas de gas. Se ha buscado eliminar los tirones y toses tan típicas de los bicilíndricos en maridaje con un acelerador electrónico que especialmente en los modos Urban y Touring nos hagan la experiencia más dulce.

En parado rompemos la barrera mental de creer que es una moto excesivamente torpe, nada más lejos de la realidad. Tiene un radio de giro bastante ajustado y gracias a un centro de gravedad muy bien trabajado y una altura del asiento de sólo 770 milímetros se puede mover mejor que muchas deportivas superlight.

En el modo Sport se ha dulcificado menos la respuesta para buscar ese tacto más directo y potente de los motores de última generación de Ducati. Con unos pocos rayos de sol y mucho aire se secó bastante el asfalto en uno de los tramos y pudimos disfrutar de la entrega de 162 caballos y la encomiable agilidad pese a su gran tamaño. El Neumático trasero de 240 milímetros está diseñado específicamente por Pirelli para la Diavel y montado sobre la llanta con garganta de ocho pulgadas no hace que sea torpe. No es especialmente terca.

Aunque se mueve muy bien sí que se notan ciertas incercias en los momentos de frenadas fuertes y entrada en curva pero agarrados al gran manillar podemos hacer una palanca suficiente como para convencerla de que vaya por donde queremos.

El Ducati Safety Pack de nuevo se postula como un gran avance en cuanto a seguridad pero no se conforma con quitarnos la diversión sino que es lo suficientemente inteligente como para saber cuándo actuar y cuándo no. El sistema del control de tracción conjuga desde el acelerador electrónico hasta el avance de encendido pasando por el grado de inclinación. Todos los valores los tiene en cuenta para ser lo menos intrusivo posible.

De hecho, bajo la lluvia y sobre un paso de cebra en segunda obligué a hacerla derrapar y el sistema interpretó que no había peligro, así que no actuó. La Ducati Diavel se deslizó de lado hasta salir de la línea blanca y coger agarre, unos pocos milisegundos después el control de tracción actuó y evitó que saliera catapultado hacia delante con la moto cruzada.

Nos habría gustado probar la Ducati Diavel en mejores condiciones pero como no ha podido ser dentro de poco esperamos contar con una unidad a nuestra entera disposición para analizarla como es debido. ¡Ésto es un aperitivo!

Ducati Diavel - Ficha técnica

Ducati Diavel - Valoración

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