Dar la vuelta al mundo en moto son palabras mayores. Un reto mayúsculo donde los haya, y eso sin contar el tipo de moto con el que se haga el viaje. Una de las últimas hazañas que tenemos es la de la Sinje Gottwald, la alemana que recorrió África de cabo a rabo con una Cake eléctrica que tenía una autonomía de 80 kilómetros.
Si la hazaña ya era mayúscula, imagínate dar la vuelta al mundo… ¡En una Honda Monkey! La mini-bike de la marca del ala dorada es una auténtica joya, objeto de deseo y colección, pero tanto como para dar la vuelta al mundo… Es el proyecto de Alan Dowsett con una Monkey lo más parecida posible a una BMW GS o cualquier otra trail de viaje.
Un viaje por etapas, dejando la moto aparcada en distintos países por culpa del trabajo
Faltas no le ganan para dar la vuelta al mundo en una moto pequeña en todos los sentidos: cilindrada (125 cc), tamaño, tamaño del depósito (5,6 litros)... Bueno, pues Alan Dowsett es un maquinista ferroviario británico que se ha propuesto completar la hazaña, sin prisa y con mucha calma. Tanta que hará el viaje por etapas.
La moto no está estrictamente de serie a pesar de que lleva con él unos cuantos años. Naturalmente no se ha embarcado a la aventura sin haberla probado primero y ha recorrido gran parte del Reino Unido con ella. Encantado con sus pequeñas capacidades, aceptó su propio reto de dar la vuelta al mundo, pero no sin antes modificar algunos puntos de la pequeña moto de Honda.
Recurrió a las redes sociales para buscar a alguien que le ayudase a mejorarla. Un taller se ofreció y dedicó mucho dinero y tiempo para convertirla en la moto que es ahora: nuevas suspensiones con un recorrido más largo, nuevo embrague, cojinetes de las ruedas y unas maletas de viaje hechas a medida muy parecidas a las de la BMW GS... ¡Y listo para viajar!
"Ahora parece otra moto. Es un poco más alta que la de serie, es mucho más suave de conducir. Es un poco más alta que la estándar y mucho más suave de manejar. Es como una mini BMW GS", ha dicho el propio youtuber.
Lo curioso de toda esta historia es que el trabajo de Alan tiene mucho que ver con el viaje, y es que no ha podido dejarlo para dedicarse al reto en cuerpo y alma. Es por ello que irá haciendo el viaje en distintas etapas de varios días o semanas, y cuando las termine, volverá a casa en avión para volver a subirse al tren como maquinista. Cuando pueda empalmar unos cuantos días libres, regresará a por la moto y seguirá con el viaje. Y así hasta que dé la vuelta al mundo.
El viaje para él ya comenzó la semana pasada con las primeras etapas ya organizadas. Francia es el primer objetivo, donde ya ha estado recorriendo gran parte del país y ha dejado la moto aparcada en los Pirineos, para cuando vuelva seis semanas después.
"Quería demostrar que se puede hacer sin dejar el trabajo. En primer lugar, voy a recorrer toda Francia y tengo un lugar donde guardar la moto en los Pirineos. Volaré a casa y volveré a salir unas seis semanas después", comentó el maquinista y aventurero.
Dar la vuelta al mundo por etapas está muy bien, pero el hecho de hacerlo en una Monkey es un reto aún mayor. Hay que tener en cuenta que la Honda tiene el mismo motor que una Super Cub C125, un propulsor de un solo cilindro horizontal refrigerado por aire y con solo 9,4 CV.
A eso hay que sumarle una comodidad casi inexistente a nada que el conductor sea alto por el diminuto tamaño de la moto con una altura del asiento de 776 mm. Aunque parezca pequeña, su depósito de 5,6 litros le permitirá hacer unos 370 km teniendo en cuenta que solo consume 1,5 litros a los 100 km.
Se podrá seguir toda la aventura a través de su canal de YouTube o bien en Facebook e Instagram, donde irá publicando contenido de los viajes. ¡En menos de seis semanas vuelve a los Pirineos para retomar a la pequeña Monkey!