Neumático Michelin Radial: historia y curiosidades

Tal y como os contamos hace unas semanas, el 2012 fue un año de celebración para el fabricante de neumáticos francés Michelin ya que se conmemoró los 25 años del nacimiento del neumático Michelin X Radial para las motocicletas. Pero a historia del neumático radial se remonta muchos más años en el tiempo ya que su primera aplicación fue para los vehículos de cuatro ruedas. Posteriormente otros avances como el sílice y la tecnología bigoma también se han añadido. Y creo que es un buen momento para explicar un poco todas estas curiosidades.

El nacimiento del neumático Michelin X Radial

Durante la primera mitad del Siglo XX, el mundo se movía gracias a los neumáticos diagonales. A pesar del avance que supusieron, este tipo de neumáticos presentaban grandes problemas: ofrecían una gran resistencia cuando aumentaba la velocidad y con ello, el calentamiento, generando problemas. Además vieron que su duración y fiabilidad también podían ser mejoradas.

Corrían los finales de los años treinta cuando Marius Mignol, uno de los investigadores de Michelin ideó un neumático muy especial: los flancos se reemplazaban por cables metálicos radiales muy espaciados. Fue lo que se conoció internamente como “la jaula de moscas”.

Era la primera estructura radial y los ensayos demostraron que la suela del neumático no se calentaba como lo hacía en un neumático diagonal ya que las distintas capas de la estructura al rozar unas con otras son las que producen la mayor parte del calor.

Llegó la Segunda Guerra Mundial pero la investigación no se paró, solamente se ocultó a los ojos de los alemanes al ocupar Francia. En secreto, el trabajaba continuaba a todo ritmo y la prueba está en que la patente del primer neumático radial se hizo efectiva el 4 de junio de 1946, registrándose como neumático X.

1951 fue el primer año en el que un automóvil (concretamente un Lancia Aurelia B20) equipaba por primera vez neumáticos radiales. Ese mismo año, la combinación Michelin-Lancia se mostró intratable en las 24 Horas de Le Mans, llevándose la victoria en la categoría de dos litros.

En ese momento los fabricantes se encontraron con un problema: los neumáticos estaban muy por encima de las prestaciones de los automóviles por lo que debían crear nuevos chasis y trenes de rodajes capaces de poder extraerles todo el potencial.

El primer vehículo creado para hacer esto fue el Citroën DS, en 1955. Así arrancaba la andadura de este neumático en Europa para posteriormente en 1966 hacer lo propio en Estados Unidos cuando Ford, cansado de buscar neumáticos que pudiesen servir en su nuevo Lincoln Continental Mark III eligió los Michelin X para ser equipados en su vehículo.

Una vez lanzado el neumático radial para los automóviles, Michelin fue aplicando la misma tecnología al resto de medios de locomoción. En 1952 presentaba el primer neumático radial para camión; en 1959, para ingeniería civil; en 1981 para avión y en 1984, el primer neumático radial de motocicleta para competición. Tres años después, en 1987 se adelantó a todos lanzando el primer neumático con esta estructura para los vehículos de dos ruedas. Habían nacido los Michelin A59X/M59X.

Historia del neumático radial para motocicletas

Como hemos dicho, la primera aparición del neumático radial para una motocicleta fue en competición en 1984. Pero ya en 1983 hizo sus primeras apariciones y conseguiría su primera victoria con Freddie Spencer y su Honda equipada con este neumático en el eje trasero.

Al año siguiente, Randy Mamola inauguraría de forma oficial las victorias de los Michelin radial en grandes premios después de vencer en San Marino con dos neumáticos radiales. ¿Qué supuso esta tecnología en competición? El propio Freddie Spencer lo explica:

En materia de neumáticos, el radial ha constituido la innovación más importante de mi carrera. Un piloto necesita agarre, feedback y duración. El neumático radial ha representado una verdadera mejora en estos tres campos, influyendo también en otros aspectos del diseño de la moto. Lo primero que noté con el neumático radial es que me aportaba mucho más agarre y estabilidad en curvas rápidas. Podía volver a acelerar mucho antes, algo que siempre he trabajado en carrera.

Una vez creada una estructura tan eficaz como la radial, la investigación ha ido por otros derroteros, intentando mejorar la duración, el agarre en cualquier superficie y la durabilidad. Para ello se han ido dando poco a poco introduciendo nuevas innovaciones. Pero antes, leamos cuál fue la información que Michelin difundió antes de introducir el neumático radial en el mundo:

Desde 1981, Michelin está probando el concepto radial en neumáticos de moto. Antes de esta fecha y durante años, la rigidez de los flancos se lograba gracias a una estructura diagonal clásica, que evitaba que el neumático se destalonase durante las tumbadas. Los primeros neumáticos de estructura radial se probaron en competición. Rápidamente, este nuevo diseño demostró su potencial y permitió a Gilles Burgat ganar el campeonato del mundo de trial con el neumático MICHELIN radial en 1981. Posteriormente, en campeonatos de velocidad: consiguió una doble victoria de Freddie Spencer en 1985 y, ese año, todos los grandes campeones de velocidad y resistencia corrieron y ganaron con el neumático radial de Michelin, demostrando así la eficacia de esta estructura. Actualmente, Michelin posee cinco neumáticos (dos dimensiones para el neumático delantero y tres para el trasero) con las denominaciones A 59 X y M 59 X que permiten equipar las principales motos de gran cilindrada. 1.000 cc sobre 40 cm2: en curvas en aceleración, la tecnología resuelve muchos problemas. La evolución de las prestaciones de las motos ha puesto en evidencia los límites de los neumáticos de diseño clásico, especialmente en cuanto al calentamiento. El neumático radial de Michelin, desarrollado y puesto a punto gracias a las enseñanzas extraídas de la competición, aporta simultáneamente un menor peso y una disminución de la temperatura de rodaje. Para las grandes motos de carretera, lo que Michelin exige de los neumáticos es lo que la carretera impone y lo que el motorista demanda: agarre, maniobrabilidad, confort. Para que estas prestaciones se mantengan durante miles de kilómetros, los técnicos de Michelin se preocuparon especialmente por optimizar la estabilidad de la superficie de contacto (…). Pilotar con los neumáticos A y M 59 X es rechazar las concesiones: es elegir el placer de conducir con toda seguridad, durante largo tiempo.

La búsqueda de las máximas prestaciones en un neumático

Como decíamos, tras la puesta en largo del neumático radial, el siguiente reto ha sido poder juntar el mayor número de prestaciones. Algo que a veces es muy complicado porque algunas se contradicen entre ellas. Para ello, la mejor solución es disociar las diferentes propiedades y trabajar con ellas individualmente para posteriormente integrarlo en el neumático.

Esta disociación daría comienzo en 1891, cuando por primera vez se separó el neumático de la rueda. Hasta entonces, los dos elementos eran un conjunto inseparable que hacía las reparaciones largas y difíciles. Ese año, Michelin consigue separar el neumático y la rueda para poder tratar sus propiedades independientemente.

En 1946, cuando se presentó el neumático radial, el hito no es únicamente esta nueva estructura sino que consiguió separar las propiedades mecánicas de la cima del neumático (banda de rodadura para que nos entendamos) y los flancos.

El resultado fue una mayor rigidez para la cintura del neumático, consiguiendo más precisión y duración mientras que los flancos más flexibles, aportaban confort y menor resistencia a la rodadura.

Esta disociación en el flanco y la cima consigue que el neumático sea más resistente y estable a altas velocidades pero a la vez manteniendo durante más tiempo sus prestaciones, mayor confort y resistencia al desgaste.

En 1992, el sílice llegaba para quedarse. Hasta entonces, el agarre siempre estaba directamente relacionado con la resistencia a la rodadura y si aumentabas el primero, lógicamente aumentaba el segundo.

Con el sílice, se redujo la segunda parte de la ecuación (la resistencia de rodadura) sin que por ello se viese comprometido el agarre. Amén de ello fue el aumento espectacular del agarre en mojado que dio a Michelin una gran ventaja en competición en condiciones de lluvia.

El primer neumático comercializado que adoptó el sílice en su compuesto de goma fue el Michelin Pilot Sport en 1999.

El siguiente paso dado fue el de disociar los distintos tipos de goma en los hombros del neumático y del centro. Corría el año 1995 cuando nacía el neumático bi-goma con compuesto diferentes en en centro y en los lados. Era el Michelin Power Race y estaba homologado para usar tanto en circuito como en carretera.

Al año siguiente, va un poco más allá y acota el uso del neumático bi-goma solo a la carretera, con el Michelin Pilot Power 2CT que puede ser montado en deportivas que usan normalmente vías abiertas al tráfico.

Otro años más, 2007, y nace el Michelin Pilot Road 2, tecnología bi-goma para motos roadster y de carretera, juntando dos de esas prestaciones que comentábamos que se oponían: agarre y duración.

En el 2010, el Michelin Pilot Road 3 llega con una nueva innovación: la Michelin XST (X-Sipe Technology), con laminas y huecos circulares. En mojado, rompen la película de agua aumentando la capacidad de drenaje y recuperar luego las condiciones de agarre en una carretera casi seca.

Tecnología derivada de la competición

Todos los avances que acabamos de ver, llegaron unos años antes a la competición que fue donde se desarrollaron y perfeccionaron. La competición siempre está estrechamente ligada. Describimos brevemente los avances que hubo y fijaros en las fechas comparándolas con las anteriores.

En 1977 nace los neumáticos semi-slick, debido al gran aumento de la potencia de las motos que hace necesario la búsqueda de más agarre. Barry Sheene será el primero en ganar con un neumático de este tipo. En el 2004, el Michelin Pilot Power llegaba al mercado como el neumático hipersport con menos dibujos de todos los existentes.

De la tecnología radial ya hemos hablado. Llega en 1984 a la competición y en 1987 a la calle con los Michelin A59X/M59X,

En 1992 el sílice hace su aparición en la competición, siendo trasladado a la calle en 1999 con el Michelin Pilot Sport.

1994 es el año en el que se usa por primera vez un neumático bi-goma en 500. En el 2005 es cuando el Michelin Power Race con esta tecnología puede ser usada por todos.

Tecnología AST (Asymmetric Technology), creada en 1994 en 500 y que asociada al sistema 3CT permite que la goma en cada flanco y el centro sea diferente con el fin de adaptarse perfectamente a circuitos asimétricos, con más curvas hacia un lado que hacia el otro. En el 2009 el Michelin Power One Competition 16,5” permite adaptarse particularmente a cada pista.

Como habréis podido ver, 25 años que han dado para mucho y que permiten que hoy en día, podamos conducir motos de 200 CV por la carretera con total seguridad.

Vía | Michelin

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