Las motos eléctricas son el futuro, pero ¿cómo les está yendo a las empresas que ya confían en ellas?

Si te digo que la movilidad está cambiando no es que te esté descubriendo la fórmula de la Coca-Cola precisamente, lo que sí debemos considerar es la forma en la que los medios de transporte se van a ir modificando a nivel técnico, administrativo y también incluso en lo concerniente a la propiedad antes de lo que podríamos pensar.

La propulsión eléctrica es el futuro, guste o no. Ya tenemos claros ejemplos como más allá de los experimentos en competición, la RedShift MX se ha convertido en una opción viable como moto de offroad sin emisiones, o las Zero y su gama completa para el A2, incluso un gigante como BMW tiene el C-Evolution. Lejos de ser ensoñaciones, son pasos acertados en el camino correcto y nos hemos puesto en contacto con algunos de los que más camino llevan recorrido hacia la electrificación de las dos ruedas.

La movilidad eléctrica como apuesta por el futuro

Las motocicletas y ciclomotores siempre han sido una solución de movilidad que ha aportado grandes ventajas a los entornos de tráfico sobresaturado. La convalidación del carnet B con 3 años de experiencia por el A1 hasta 11 kW (15 cv) fue un gran aliciente para que los usuarios de coches dejasen su automóvil aparcado en casa y se pusieran un casco tras el manillar de una 125 cc.

Ahora, con una sociedad cada vez más concienciada en el empleo de soluciones de movilidad sostenible, es hora de empezar a pensar en el siguiente paso: las motocicletas eléctricas. Está claro que esta transición no puede caer directamente en el consumidor final y por eso, una vez más, son las grandes empresas las que lideran este cambio.

La decisión por aferrarse a una tecnología tan incipiente es una cuestión de compromiso social y ambiental. El factor económico aún supone una barrera

Ahora que el ecomerce está tan de moda es difícil no conocer a una empresa de paquetería como SEUR, un sector que ha sido de los primeros en abrazar este tipo de soluciones. Patricia Polo (Coordinadora de Comunicación Externa) nos comenta que "la adquisición de este tipo de vehículos no es una cuestión de beneficios económicos, es una cuestión de compromiso para mejorar la calidad de vida en las ciudades reduciendo las emisiones (tanto de partículas como de ruido) y reducir los atascos".

"Utilizamos motorizaciones alternativas para realizar lo que llamamos transportes de última milla y transbordos. Además de motos eléctricas tenemos furgonetas eléctricas y para los camiones de largo recorrido usamos GLP o GNC". Su iniciativa es clara aunque no tan ambiciosa como les gustaría porque "de momento no tenemos camiones eléctricos, pero es una cuestión de falta de infraestructura".

Se están electrificando dentro de sus posibilidades, pero falta el apoyo de los organismos públicos para que todos (empresas y particulares) vean la movilidad eléctrica como una opción realmente viable. Aun así, sólo con la flota alternativa, entregaron en 2016 cerca de 120.000 repartos, una cifra que año a año incrementan para reducir su huella ambiental.

Más allá de la conciencia ambiental a nivel corporativo de SEUR, Polo nos cuenta que "el gran beneficio de este tipo de vehículos es incrementar la inmediatez en las entregas, sin verse afectadas además por las restricciones al tráfico en las grandes ciudades", y es que mantener su capacidad de distribución independientemente de cuándo se pueda circular es vital para una empresa de mensajería.

A favor de las motos eléctricas las empresas encuentran costes operativos mucho menores en reparaciones, mantenimiento y consumo

Pero a diferencia de lo que podríamos pensar, la utilización principal de estas motos a pilas se hacen con Just Eat (empresa de distribución propiedad de SEUR), es decir, sin rutas planificadas de antemano en "tiempo real". "Para los servicios bajo demanda, para cubrir necesidades de reparto en el momento, las motos eléctricas son la solución ideal".

Con respecto a las motocicletas de combustión, la mayor diferencia para SEUR es que "para los conductores el manejo es más suave, pero además para los clientes lo valoran muy positivamente, algo que al final supone una ventaja competitiva". La contrapartida a todo esto es un elevado precio de adquisición sobre lo que Polo afirma que "mientras la tecnología no evolucione y se abarate, el factor económico es una barrera".

Como parte de esta campaña de imagen sostenible SEUR utiliza el logo Transporte Carbon Neutral que garantiza a través de la auditoría de empresas externas que todos sus transportes son compensados a través de proyectos gestionados por EcoAct en Europa, Turquía e India.

El modelo escogido por SEUR es el Silence Scutum S02, un scooter eléctrico fabricado en España con un módulo de baterías intercambiable y convertible en carro para su transporte que también utilizan organismos como la Guardia Urbana, Agentes de Movilidad de Madrid o Correos.

Correos, un gigante estatal con 400 eléctricas

También hemos querido saber la opinión de un distribuidor estatal tan importante Correos. La empresa de reparto de correspondencia el año pasado adquirió 100 unidades de Sucutum S02 y para 2017 acaba de recibir otras 200 más. Desde 2008 llevan empleando vehículos eléctricos comerciales y en total cuentan con una flota de 400 motos eléctricas sumando a las 100 VMoto 120S adquiridas en 2010.

"La experiencia con todos los modelos de moto eléctrica está siendo muy positiva. Con 9.000 motocicletas entre un total de más de 13.300 vehículos, el reparto final supone un gran porcentaje de nuestra huella de carbono por lo que trabajamos muy duro para reducir las emisiones generadas por nuestro reparto", nos señala Alicia García, Directora de Comunicación de Correos.

"Los 546 vehículos eléctricos que ha adquirido Correos hasta la fecha van a quedarse muy cortos con los que vamos a comprar en los próximos años"

Además, para garantizar su compromiso ambiental, todos los vehículos eléctricos de Correos se abastecen de electricidad procedente de fuentes renovables certificadas. Nuevamente nos encontramos con el mismo caso de una iniciativa sostenible más allá de los factores económicos, incluso en una empresa de la magnitud de Correos.

A nivel de usuario, los empleados de Correos con vehículos eléctricos fueron encuestados internamente y, además de mostrarse más satisfechos con el comportamiento de los vehículos, el 96% nunca ha tenido problemas de autonomía y el 89% no elegiría trabajar con vehículos de combustión.

Pese a ser vehículos de trabajo, sus desplazamientos urbanos se asemejarían bastante a los de un usuario privado y, en el caso de Correos, García nos cuenta que "el 86% de los desplazamientos son inferiores a 50 km y sólo un 14% llegan a 75 km, así que las autonomías de las motos actuales son más que suficientes para nuestros carteros".

Sobre la logística y la organización para los periodos de recarga todo se reduce a una cuestión de rutinas, algo muy similar a lo que hacemos todos en casa con la tablet o el smartphone. "Al acabar la jornada de reparto las motos se quedan en las unidades de reparto, se conectan a los cargadores y están listas para trabajar al día siguiente", afirma Alicia.

Las ventajas con respecto a las motos de Correos convencionales "son claras: cero emisiones, cero ruido, ahorro económico en la operativa y mayor satisfacción de nuestros trabajadores". Reconocen que el precio de adquisición es una barrera y que es lo único que frena su crecimiento, pero "sólo tenemos que estar seguros de hasta dónde es sostenible llegar con el vehículo eléctrico".

Scutum, la empresa española que está impulsando la movilidad limpia

Haciendo un paralelismo lejano, Scutum podría ser la Tesla española de las motos eléctricas, presente ya en 25 países y muy vinculada a aplicaciones comerciales

Afincada en Barcelona, Scutum es la marca que propulsa tanto a Correos como a SEUR y es también parte fundamental en la innovación y la popularización de estas nuevas soluciones de movilidad. Su responsable de marketing y comunicación, Inés Jaén, nos cuenta que "aunque ya estamos presentes en 25 países y formamos parte de flotas muy importantes, para que un usuario privado de el paso a una moto eléctrica necesita infraestructuras y ayudas. Mientras no se rompan estos obstáculos el cliente final siempre tendrá cierto recelo".

No en vano, de los 16,6 millones de euros destinados al plan Movea en 2016 sólo 300.000 euros se destinaron a la compra de motocicletas eléctricas siendo el total destinado para la compra de vehículos de cero emisiones y su infraestructura de 13,3 millones. Si los coches eléctricos se consideran una opción minoritaria, la atención recibida por las motocicletas de este tipo es irrisoria.

Aunque pensábamos que se mejoraría la asignación, lo cierto es que el plan Movea 2017 es idéntico al de 2016, es decir, a todas luces insuficiente. Y no es una opinión, es que en mayo de 2016 la partida del plan Movea se agotó y hubo que reasignar fondos no utilizados de otras partidas para extender algo más su vigencia.

Aun así, para intentar aproximar su modelo a los usuarios del día a día, "en el próximo Salón de la Moto de Milán 2017 presentaremos un nuevo modelo con posibilidad de baterías intercambiables y baterías en formato de renting que abaratarán el precio de adquisición".

Motosharing eléctrico como sustitución al vehículo en propiedad en las grandes ciudades

Otro tipo de iniciativas ya trancienden los límites empresariales y se adentran en el usuario convencional, y aunque es cierto que las limitaciones de circulación en episodios de alta contaminación no suelen afectar a las motocicletas, como dice Miguel Navarro, de eCooltra, "es más una cuestión de conciencia social y un compromiso para crear entornos más limpios y ciudades respetuosas con el medio ambiente", poniendo a disposición de cualquiera una moto eléctrica bajo demanda.

Nuestros compañeros de Xataka ya hicieron un análisis detallado de su joven modelo de negocio, pero su implantación ya ha llegado a cuatro grandes ciudades como son Barcelona, Madrid, Roma y Lisboa con más de 1.000 motos eléctricas Govecs S, el equivalente a un pequeño scooter de 50 cc.

Es una empresa joven, pero eCooltra ya está presente en Barcelona, Madrid, Lisboa y Roma apoyando a quienes buscan una solución rápida y ecológica para sus desplazamientos

"Nuestra apuesta es a futuro. La movilidad está cambiando, va a ir hacia estos tipos de transporte sostenibles", afirma Navarro, quien también cree que el coche privado dejará de tener sentido para realizar los transportes diarios. "En grandes ciudades como Barcelona o Madrid la movilidad del futuro se va a apoyar en soluciones alternativas. El usuario por la mañana se conectará con su móvil y verá qué opción es la más práctica escogiendo entre carsharing, motosharing, tren, metro, autobús...".

La concepción típica de un-ciudadano/un-vehículo va a dejar paso a nuevos modelos con la llegada de los vehículos autónomos conectados, el transporte compartido y los medios de conducción de cero emisiones. Tener un coche o una moto en nuestro caso quizá no tenga tanto sentido como antes y eCooltra nos ofrece una opción interesante a la hora de movernos por una gran ciudad sin más requisitos que un smartphone y el carnet de conducir.

Manuela Carmena junto a los responsables del proyecto eCooltra en su inauguración en Madrid

Por 0,24 euros el minuto no es el servicio más asequible, otros como Car2Go tienen un coste inferior por ejemplo, pero la ventaja de eCooltra es doble: por un lado fluiremos entre el tráfico denso, y por el otro estamos acercando las motocicletas eléctricas a los usuarios finales. La experiencia de un producto que normalmente queda fuera del alcance de cualquiera.

Del mismo modo, también se demuestra que el tema de las recargas y la autonomía no es insalvable. Con un kilometraje disponible aproximado de unos 45 km, si una unidad está cerca de agotar su carga un equipo que trabaja 24 horas se dedica a "repostar" paquetes intercambiables que sustituyen en minutos.

Una moto de policía Scutum, una de sus múltiples aplicaciones comerciales

En poco más de un año (desde marzo de 2016), eCooltra está acercando la movilidad eléctrica hasta los actualmente 90.000 usuarios repartidos entre las cuatro ciudades europeas. Entre sus clientes habituales también hay grandes nombres como La Vanguardia, Grupo Godó, Mapfre o Google, pero su grueso de afiliados son aquellos que usan la moto para desplazamientos cotidianos.

Aun es pronto para imponer las motocicletas eléctricas de una forma generalizada, pero ya estamos dando los primeros pasos y no sólo en los entornos empresariales, sino también para que los ciudadanos empiecen a considerar la viabilidad de este tipo de movilidad sostenible en su día a día.

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