Al hilo del post publicado por Aitor Álvarez en Circula Seguro, creo que es necesario hablar de los cascos, la parte más importante de la protección de los que montamos en moto, ya sea a diario o espontáneamente. Del post de Aitor me han llamado mucho la atención la frase que aparece al principio del post, "No sólo es obligatorio, sino que es estúpido no hacer uso de él" y el dato que dice que un cráneo humano no es capaz de aguantar un impacto por encima de los 17 Km/h, ya que a partir de esa velocidad las lesiones son mortales. Con estas premisas deberíamos elegir el casco que vamos a utilizar cuando montemos en nuestra preciosa moto recién comprada.
¿Como se que el casco que quiero comprarme está homologado? Pues fácil, dentro debe llevar una etiqueta con la letra "E" seguida de un número dentro de un circulo, esta letra significa que el casco ha pasado la homologación en Europa y el número indica el país en el que lo ha hecho, empezando con el 1 para Alemania, el 2 para Francia, el 3 para Italia, o el 9 para España. Esta etiqueta también incluye otro número que indica la norma que ha cumplido para pasar la homologación, en Europa se utilizan dos normas, la 22-04 y la 22-05 siendo la segunda más restrictiva que la primera.
Además de elegir el diseño y los colores también hay que fijarse en los materiales. Siempre hablando de cascos homologados podemos encontrarlos hechos de Policarbonato/Lexán (plástico termoformado) o de materiales compuestos como la fibra de vidrio, fibra de carbono o incluso aramidas (kevlar) Los materiales son importantes, porque de ellos dependen la vida útil del casco y en gran parte nuestra seguridad, porque no resiste lo mismo un casco de Lexán que uno de Carbono. Ni pesan lo mismo, ya que un buen casco construido en Carbono puede pesar menos de un kilo mientras que uno de Lexán puede pesar más de kilo y medio. Otra parte importante del casco es su interior, que para garantizarnos una buena vida útil, debería ser desmontable para poderlo lavar. Porque en verano dentro del casco se suda y mucho. Los cascos de gama más alta suelen tener disponibles un par de tallas internas para ajustar mejor en la cabeza del usuario.
Pero aun queda un componente mas para la elección del casco, su tipo. Porque los cascos pueden ser abiertos tipo jet, abatibles o integrales. En el primer tipo incluimos los conocidos calimeros o quita multas, aunque no suelen estar homologados ni para utilizarlos como cuenco para dale de comer al perro, mucha gente los usa en la creencia de que así evitan las multas. Grave error, porque la ley de tráfico dice bien claro que todos los motoristas tienen obligación de llevar casco homologado. Los cascos abatibles llevan unos años haciéndose con buena parte del mercado porque aúnan la comodidad de un casco abierto con la seguridad de un integral. Y si además llevas gafas graduadas como yo, te permite ponerte el casco con comodidad sin tener que quitarte las gafas cada vez que lo hagas. El problema es que muchos de estos cascos no cuentan con mecanismos seguros de cierre, y en caso de impacto pueden llegar a abrirse, con el peligro que significa. Por último están los cascos integrales, que a mucha gente le parecen agobiantes, pero que aportan una seguridad por encima de todos los otros tipos. Además un casco integral, al tener menos componentes suele ser más ligero que un modular y casi siempre más silencioso por presentar una superficie continua que es más aerodinámica.
Así que ya sabéis, además de mirar que el casco sea bonito, y de tu talla, ha de estar homologado. Debes llevarlo siempre bien puesto y abrochado correctamente, nada de llevarlo puesto a medias y suelto como hacen muchos adolescentes que me cruzo a diario por la calle, porque un sistema de seguridad mal utilizado es tan peligroso como no llevarlo. Yo no podría estar escribiendo estas líneas si no hubiese llevado casco el día que alcancé un coche por detrás y di con la cabeza en el suelo. Por suerte para mi, el casco que llevaba en ese momento era de los de gama alta, y "solo" me rompí la clavícula en el impacto.
Vía | Circula Seguro