Hace unos meses hablamos de la enorme labor que realizan los "flying doctors" durante las road races, asistiendo a los pilotos en los primeros minutos tras un accidente. Pero en Melbourne existen también paramédicos que, a bordo de sus motocicletas, prestan las primeras ayudas con el fin de que la vida gane la batalla a la muerte.
Este servicio que incluye a dos médicos y sus respectivas motos, empezó a funcionar hace aproximadamente tres años. Primero utilizaban modelos Gilera Fuoco, pero luego dieron paso a unas más versátiles BMW F800 BMW F700 GS especialmente preparadas para la labor que tienen que desempeñar.
La agilidad de las motos les permiten llegar allá donde las ambulancias no pueden acceder, incluso valiéndose si es necesario de los pasos habilitados para los peatones, pero siempre extremando la precaución para evitar un accidente en una zona que no se esperaría la aparición de una motocicleta.
Además de la moto, el material necesario se reparte entre las dos maletas laterales en cuyo interior cuentan con todo el equipo sanitario para las primeras curas: material para abrir las vías respiratores, botella de oxígeno, desfibrilador, monitor cardiaco, férulas de inmobilización, elementos para parar hemorragias, etc.
El puesto de mando ha sido especialmente adaptado con dos emisoras, GPS y el sistema de control de luces y sirenas que también se ha adaptado convenientemente a la BMW. Muy importante es también la vestimenta, siempre de alta visibilidad para que pueda ser visto rápidamente por los conductores y, también, cuando se ha bajado de la moto y se encuentra en medio del tráfico asistiendo a alguien. De igual forma el casco es modular, para permitirle hablar y que pueda comunicarse perfectamente.
En la galería de fotos que enlazamos al final, podéis ver la gran labor de estos equipos así como los comentarios de Jason Learmonth, uno de los paramédicos que presta su servicios sobre la motocicleta en la ciudad australiana de Melbourne.
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