Ahí donde lo ves, el Honda Super Cub es todo un juguete. Con el paso de los años se ha ido convirtiendo en un símbolo y una moto de recreo e incluso movilidad muy molona y buscada... 100 millones de unidades vendidas después, encontrarse una de ellas sigue siendo un auténtico descubrimiento.
Y de entre las muchas preparaciones, la de hoy, además de tener una conmovedora historia detrás, es una rara-avis por su parecido a una Africa Twin, pero en miniatura. Podríamos decir incluso que estuvo en coma y bajo custodia antes de convertirse en la "HRC Africa". Esta es su historia.
La moto se pasó 15 años en un depósito policial, hasta que su hijo la recuperó
La moto llega desde la isla de Borneo, en Malasia, y es propiedad de Nasir Morni. Le ha llevado unos cuantos años tenerla como luce, y es que recientemente terminó su preparación para una feria de arte de motos, y en honor a su padre.
Cuatro décadas atrás, el padre de Nasir compró la moto en un concesionario en 1983, nueva. La compró para moverse y para llevar a su hijo al colegio todos los días. Y así estuvo sirviendo a la familia hasta 2005; 40 años de fiel funcionamiento y casi ningún problema mecánico.
Un día en 2005 robaron la moto y temieron que se perdiese para siempre. Cuando la dieron por perdida para el resto de la eternidad, la policía llamó a la puerta hace unos pocos años, en 2020. Nadie se lo creía.
"En un giro del destino, la policía recuperó milagrosamente la bicicleta, pero no nos la dio a conocer hasta el año 2020, para nuestra decepción debido a su terrible estado, ya que ha estado en el depósito de la policía durante el pasado. ¡15 años!", le dijo a Pipeburn.
Alegría y desilusión al mismo tiempo, y es que la moto estaba ciertamente desguazada. Así que su propietario no dejó pasar la oportunidad de devolverla a la vida, en honor a su familia y a su padre.
Siempre le gustó la Honda Cub Trail, una versión aún más pequeña de la Cub con tintes trail que solo se vende en unos pocos países, y Malasia no es uno de ellos. "Así que decidí utilizar la moto de mi padre como modelo base para el proyecto", dice el protagonista de esta historia.
Lo único que quedaba decente era el chasis, sobre el que construyó la nueva moto. Empezó con un nuevo juego de horquillas, suspensión trasera ajustable, frenada Brembo, llantas de radios de color dorado, neumáticos gruesos... Y hasta un nuevo motor del que nace un escape lateral muy vistoso.
En el apartado físico también la revistió con todo tipo de ornamentos: faros con rejillas, un parabrisas, protectores de chasis, basculante personalizado... Y un color HRC al estilo de la Africa Twin.