Aventura y moto, dos palabras que inevitablemente llevan ligados otros conceptos como incertidumbre, riesgo, viaje y peligro. Los moteros más aventureros que contemplan hacer esos largos viajes sobre dos ruedas siempre acaban por plantearse el recorrer algunos de los trazados más inaccesibles y peligrosos del planeta. No en vano resultan ser algunos de los lugares más bellos y llamativos.
Emplazamientos espectaculares que requieren de experiencia y aplomo por el que las recorre. Abordamos nueve de esas carreteras, consideradas algunas de las más peligrosas del mundo, donde no conviene descuidar ni la atención ni permitir que te entre la flojera mirando al vacío. Un descuido y no lo cuentas.
Carretera del Atlántico (Noruega)
Una de las carreteras más peligrosas de Europa está en Noruega. La Atlantic Road, o Atlanterhavsveien, forma parte de la Carretera 64 del país y en su corto trayecto, este tramo de poco más de ocho kilómetros de longitud atraviesa ocho puentes que conectan unas islas con otras. El peligro que entraña radica en su mal clima, puesto que es una zona donde abundan las marejadas y las tormentas.
Si el mal tiempo te coge en sus inclinados puentes en curva saltando de una isla a otra seguro que te llevas algún que otro susto cuando el mar golpee con fuerza. Hoy es casi de visita obligada en los viajes en moto a Nordkapp, un viaje que pudimos completar a principios de verano.
La Carretera de la Muerte (Bolivia)
Emplazada en Bolivia, La Carretera de la Muerte está considerada por muchos como una de las más peligrosas del planeta, sino la que más. Con una extensa historia negra, la también llamada Carretera de los Yungas discurre durante unos 80 kilómetros conectando la capital boliviana de La Paz con Coroico, en la región de los Yungas. Hoy sus kilómetros más peligrosos son usados por ciclistas de descenso.
Construida por prisioneros paraguayos durante el segundo cuarto del siglo XX, es una vía llena de curvas, muy estrecha en la mayoría de todos sus puntos y a una gran altitud: 4.650 metros de altura.
Esto sumado a un piso suelto lleno de grava, barro, la niebla y a la casi siempre presente lluvia que junto con una vegetación amazónica mantiene siempre húmeda la carretera le ha valido su nombre. Es un trayecto caracterizado por pasos por los continuos barrancos desprovistos de guardarraíles.
El paso de las montañas Taihang a Guoliang (China)
Llegar hasta el aislado pueblo de Guoliang, situado en un pequeño valle que está rodeado de montañas te costará afrontar el famoso túnel con el mismo nombre que el pueblo y que excavaron con sus propias manos los habitantes de allí en la década de los años 70. Hoy no solo conecta y revitaliza el pueblo, también es una de las atracciones turísticas más visitadas de la provincia de Henan.
Para transitar por el túnel de Guoliang has de tener paciencia debido a la multitud de turistas que lo visitan y que estacionan los vehículos dentro del propio túnel, en los escasos y estrechos apartaderos que invitan a parar y asomarse a los numerosos balcones de piedra que tiene a lo largo de sus 1.200 metros de longitud.
Al margen de la peligrosidad de su construcción, en la que murieron varios operarios durante los cinco años de trabajos entre 1972 y 1977, ahora es un excelente mirador con forma de cueva desde el que contemplar un paraje de gran belleza.
La gran carretera de Manali a Leh (India)
La carretera india de 480 kilómetros que transcurre por la cordillera del Himalaya y que llega a alcanzar los 5.320 metros en el Paso de Tanglang, su punto más alto. La media está en los 4.000 metros de altura. Es una ruta que atraviesa una de las zonas más despobladas del país y que une Manali, en Himachal Pradesh con Leh, capital de Ladakh, estado de Cachemira.
Altitud, falta de oxígeno, bajas temperaturas, pocas zonas asfaltadas, desprendimientos, barrancos, nieve, lluvia, tráfico pesado y mil y un peligros que pueden llegar de todas partes son el pan de cada día por estos lares. Suma todo esto a la complicación burocrática para sacar los pertinentes permisos que se necesitan para poder transitarla en un vehículo particular y tienes fiesta para rato.
¿Dan ganas de ir verdad? Llena de paso difíciles, muchas veces en ruinas, incluye el más famoso de todos ellos, el ‘Paso de la Pila de Cadáveres’ o Paso de Rohtang. De las más espectaculares y peligrosas del mundo.
La Carretera de la Amistad (China - Pakistán)
Esta carretera, otra de las ubicadas a mayor altitud del mundo, de 1.200 kilómetros de longitud y que forma parte de la antigua Ruta de la Seda, conecta China y Pakistán entre sus ciudades de Kashgar e Islamabad, la capital pakistaní.
También es conocida como la Carretera del Karakórum, que significa ‘muralla negra’ en mongol antiguo. Karakórum, capital del antiguo imperio mongol en el siglo XII, es hoy patrimonio de la humanidad.
En su construcción, los trabajadores murieron a destajo por los deslizamientos de tierra. Llena de belleza y peligro por las condiciones climatológicas hoy es muy transitada por el turismo de aventura. La ruta atraviesa algunas de las montañas más altas del mundo, el famoso Nanga Parbat con más de 8.000 metros de altura es uno de ellos, y también por diversos glaciares como el Baltoro.
La Autopista Dalton (EE.UU)
La Dalton Highway de Alaska en Estados Unidos, también conocida como la Alaska Route 11, es una carretera estatal que se extiende a través de la tundra de Alaska hacia el Norte, en dirección al Ártico, y donde el hielo y un frío infernal estarán siempre como compañeros de viaje a través de los 666 kilómetros hasta llegar a Deadhorse, el último punto habitado del continente americano.
La climatología cambiante, un invierno de aupa, que ha llegado a registrar una de las temperaturas históricas más bajas de EE.UU (-62 grados centígrados) y los numerosos pasos con pendientes pronunciadas al atravesar los bosques boreales, el río Yukón o la frontera del Círculo Polar Ártico yendo un poco más allá la convierten en una de las más peligrosas en invierno, donde permanece abierta al tráfico.
Paisajes dignos de la literatura de aventuras del siglo XX y una fauna salvaje caracterizada sobre todo por los mastodónticos camiones cargados de petróleo que tienen como destino Prudhoe Bay.
El Paso de los Libertadores (Argentina - Chile)
También conocido como el Camino al Cristo Redentor o Los Caracoles es uno de los numerosos pasos fronterizos que existen en la cordillera andina, frontera natural entre Argentina y Chile. Une las ciudades de Mendoza en Argentina con Los Andes en Chile. Abierta al tráfico de vehículos pesados y cubierta por la nieve en invierno con posibilidades de desprendimientos.
El lado chileno, con la ascensión al puerto en dirección Mendoza, presenta una gran cantidad de curvas para poder salvar la pronunciada pendiente que transitan multitud de camiones, de ahí lo de los caracoles, hasta adentrase por los 3,08 kilómetros de largo del Túnel del Cristo Redentor.
Skippers Canyon Road (Nueva Zelanda)
Con seguridad una de las carreteras más célebres de Nueva Zelanda y que necesita de un permiso especial para que se pueda transitar. Sin asfaltar, llena de pronunciadas curvas y de subidas y bajadas muy acusadas, normalmente con un fuerte viento que golpea en los balcones que se asoman al cañón.
Pasa por el costado del cañón que le da nombre. En el fondo, el río Shotover, conocido como "el río más rico del mundo". El camino fue construido durante la fiebre del oro de Nueva Zelanda en el siglo XIX, una ruta hecha a base de perforación manual y de voladura de la roca sólida para acceder al pueblo de Skippers y a sus excavaciones del Upper Shotover. Hoy es un destino turístico que ofrece actividades de aventura como el rafting.
El Paso de Gois (Francia)
La carretera que aparece y desaparece. Así es el Paso de Gois, una estrecha vía en la Bahía de Bourgneuf que une la Isla de Noirmoutier con Francia en Vandea. Su particularidad radica en que el océano se la traga cuando sube la marea. Sus 4,5 kilómetros de longitud desaparecen bajo cuatro metros de profundidad de agua cuando la marea está más alta.
Anegada dos veces al día, su paso es practicable con la bajamar. En su corto recorrido se erigen unos postes en los que refugiarse si el traicionero mar te gasta una broma. A su entrada hay carteles que te informan de las horas clave en donde podrás jugártela en la moto si lo que buscas son emociones fuertes. Nosotros lo vemos como un sitio ideal para apostar: ¿nadará o no nadará?
Fotos | Flickr, Wikimedia Commons