Las marcas chinas de motos están dando pasos adelante para acercarse cada vez más a los gustos europeos. Poco a poco se van atreviendo a salirse de su zona de confort compuesta mayoritariamente por scooter de baja cilindrada refrigerados por aire, y CFMoto es una de las apuestas más firmes en lo que se refiere a motos de gran cilindrada.
Actualmente la marca asiática cuenta en su catálogo con las 400 NK, 650 NK y y 650 MT, tres motos de media cilindrada propulsadas por motores de dos cilindros en paralelo a las que pronto podría unirse su prima de Zumosol, la espectacular CFMoto V.02-NK.
CFMoto se acerca aún más a los gustos europeos
Los fabricantes chinos de motos no son especialmente famosos por lanzar prototipos con los que jugar al despiste, ellos son más de ir a tiro hecho y quizá por eso sorprenda tanto que CFMoto presentase recientemente su show bike V.02-NK.
Con muchas papeletas para convertirse en un modelo de producción a corto plazo, esta naked de aspecto rudo y agresivo es una especie de mezcla entre KTM 1290 Super Duke R por delante y Honda CB1000R por detrás, pero con una estética propia que, además, estrena una nueva base para la marca.
Recurre a un chasis mixto multitubular de tubo de acero anclado al motor para la zona delantera y de placas de aluminio para la estructura trasera al que se han añadido componentes de primera calidad con una horquilla invertida Öhlins en el tren delantero con pinzas radiales Brembo sobre discos que parecen de carbono y un basculante monobrazo trasero con amortiguador también de la marca sueca.
El motor en este caso abandona el bicilíndrico en paralelo y vuelve a mirar a su competencia para conseguir bajo licencia uno propulsor KTM posiblemente derivado de los que emplea la 1290 Super Duke R o los que montaba la deportiva RC8. Con 177 cv en la Super Duke R es mucha más potencia de lo que estamos acostumbrados a ver proveniente de China, aunque recorten su potencia.
Mientras que el escape cuenta con una minimalista salida inferior, la parte delantera carece de radiador, ya que se encuentra ubicado bajo el colín y hasta él llega el aire canalizado por sendos conductos a los lados del chasis.
Este elemento, como previsiblemente los materiales exóticos en materia de suspensiones y precios, posiblemente desaparezcan si finalmente CFMoto lleva esta V.02-NK a la producción. En cualquier caso es previsible que también incorpore una electrónica inédita en la marca.
En cuanto a que nos resulte familiar, es normal que haya ciertos parecidos con la maxinaked deportiva austriaca porque hace no demasiado KTM firmó un acuerdo con CFMoto para ayudarles en el desarrollo de modelos de gran cilindrada, así que este podría ser el primer descendiente de esta alianza chino-austriaca. Además el estudio de diseño Kiska es responsable de los trabajos de creación de los últimos modelos de ambas marcas.
Los precios de China contra el mercado occidental
Con una acogida cada vez mayor a nivel global, CFMoto está buscando llamar la atención de los mercados y esta V.02-NK es una nueva muestra de lo que serán capaces de hacer. Quizá los materiales empleados y la fiabilidad (aunque su bicilíndrico en paralelo está basado en el de Kawasaki ER-6) puedan no estar a la altura de sus rivales europeos o japoneses, pero su precio es una punta de lanza realmente interesante.
Por ejemplo la 650 NK ofrece más o menos lo mismo que una Yamaha MT-07, pero mientras que el precio de la japonesa es de 6.799 euros (para la versión anterior a falta de conocer el precio de la renovada en EICMA 2017) la CFMoto cuesta 6.495 euros. En el caso de la 400 NK hablamos de un coste de 4.795 euros frente a los 5.249 euros de la MT-03.
Quizá no sean diferencias grandes pero hablamos de un sector del mercado, el de los conductores que se plantean su primera moto grande, muy sensible al precio y que con esos euros que se ahorran se plantean también la compra del casco por el mismo dinero.
Por otro lado tenemos la 650 MT, una motocicleta de corte naked-trail que cuesta 6.995 euros, un precio sensiblemente inferior a los 8.599 euros que costaría una Kawasaki Versys 650 o los 8.299 euros de una Yamaha Tracer 700, y aquí sí que hablamos de diferencias superiores a los 1.000 euros.
También es verdad que a medida que en este caso CF Moto se va acercando a los gustos estéticos y calidades occidentales, su precio también va incrementándose, pero aún juegan (y seguirán jugando) esa baza. Lo primero es ver de qué son capaces si deciden llevar a la serie la V.02-NK.