No hay duda de que la sorpresa que guardaba oculta Triumph para desvelar nada más comenzar el año 2017 va a ser una de las motos que más den que hablar esta temporada. La ofensiva in crescendo que los de Hinckley están acometiendo no van a dejar títere con cabeza, menos aún después de conocer al relevo generacional de la Triumph Street Triple.
Si antes ya era una moto exquisitamente buena, en su versión 2017 la popular naked bifaro se va a convertir en un producto aún mejor. Hasta ahora podía pecar de ser uno de los modelos menos electrónicos del mercado, pero a cambio uno de los más divertidos y aprovechables. Siguiendo esta misma filosofía la nueva Street Triple mejora sus puntos débiles para convertirse en una opción excelente.
La exquisita forma británica de entender las naked
Si los británicos destacan por una cosa es por su humor ácido y sus recatadas maneras. Viendo con detalle a la Street Triple 2017 y su nuevo propulsor de 765 centímetros cúbicos vemos cómo saben seguir el mismo camino a la hora de reinterpretar un icono moderno.
El chasis derivado de la anterior generación de las Daytona 675 ya hacía gala de un comportamiento sensacional, por lo que se ha modificado lo mínimo para no perder ni una pizca de su tacto ágil y noble a partes iguales. Donde sí hay novedades es en el equipamiento, que como adelantamos ayer va mejorándose en cada una de las tres versiones disponibles: S, R y RS.
De manera conjunta al equipamiento, cada versión ofrece una potencia distinta gracias a una puesta a punto específica para cada modelo. Así, la Street Triple S comienza en 113 cv hasta llegar a los 123 cv de la RS, pasando por los 118 de la R. Cada una con un carácter distinto.
La disponibilidad comenzará en marzo con la llegada de la RS, seguida de la S en abril y la R en mayo. De la más básica es de la única que conocemos el precio, con 8.700 euros, para las otras dos habrá que esperar hasta el mes de febrero.