Después de conocer la nueva gama V9, ahora podemos prestar atención a dos llamativas ediciones especiales numeradas sacadas tomando la base de la V7 y añadiendo toques de estilo y calidad. Por un lado tenemos la Moto Guzzi V7 II Stornello, una scrambler que se mira en el espejo de la historia cuando las motos del águila se preparaban para ir por el campo con garantías.
Por otro, nos encontramos con la Moto Guzzi V7 II Racer, una preparación exclusiva y llamativa a partes iguales que combina tonos oscuros en color mate con llamativos detalles en rojo que realzan su faceta deportiva y le dan un toque de estilo racing retro muy chulo.
Moto Guzzi V7 II Stornello: una V7 muy especial
Si la V7 es ya de por sí una moto muy especial, la Moto Guzzi V7 II Stornello es sin duda la más elitista de todas las versiones. Remontándose décadas atrás en la historia de la marca italiana, Moto Guzzi sigue la estela café racer para sacarse de la manga uno de los modelos más atractivos en la rama scrambler.
A la "vieja" V7 se le añade un asiento largo sin elevaciones, un tubo de escape elevado firmado por Arrow y pegado al colín de líneas rectas y gomas de tacos. La carrocería también cambia y adopta portanúmeros sobre el faro y los laterales de la carrocería, guardabarros largos en aluminio, fuelles en la horquilla y todo el chasis y subchasis terminados en rojo.
Esta versión especial será numerada y cuenta con una barbaridad de detalles de alta calidad como las estriberas y los pedales de aluminio, la protección para los inyectores, o los portanúmeros grabados con el nombre del modelo. Pero en el motor también hay algunos cambios, como una reubicación de éste en el chasis, un embrague de nueva factura y una caja de cambios de seis velocidades. El peso de la Moto Guzzi V7 II Stornello es de 186 kilos.
Moto Guzzi V7 II Racer: la V7 más racing
La segunda de las ediciones especiales que la firma italiana presenta en el EICMA de Milán es la Moto Guzzi V7 II Racer. Una llamativa edición limitada que recibe la numeración de cada modelo sobre la tija de dirección superior. La V7 II Racer equipa multitud de elementos realizados exclusivamente para este modelo con un acabado exquisito y muy personal.
Llama poderosamente la atención la pintura utilizada en este modelo. Utilizando tonos mate se combina con mucho gusto el gris con el negro a partes iguales y se adereza todo el conjunto con un llamativo color rojo. Un rojo que tiñe también el chasis, el basculante, los bujes y los detalles de los perfiles de las llantas.
Tomando esta Racer como estandarte de la personalización, Moto Guzzi también lanza tres kits de personalización para las V7. Cada uno de ellos con personalidad propia, pasando desde el estilo café racer con semimanillares o a un aspecto mucho más campero de estilo scrambler.
Vía | Piaggio