Las Suzuki Burgman son una de las sagas de scooter más míticas de todos los tiempos. Las llevamos viendo años por todas las carreteras, y no se resienten ante el paso del tiempo. Tanto que en el plan de electrificación de la marca de Hamamatsu no podía faltar su buque insignia.
Pues ya está en las calles, aunque viene con varias sorpresas como su autonomía, su estilo o una inesperada colaboración con Honda para llegar más lejos. Oficialmente será la primera piedra efectiva del proyecto eléctrico.
Poca autonomía pero gracias a Honda, Suzuki y Kawasaki habrá estaciones de batería
Son tiempos convulsos para la fábrica japonesa. El repentino adiós del mundial de MotoGP fue el primer paso para escenificar una retirada del mundo de la gasolina poco a poco (aunque no definitiva). Su futuro verde empezará con la Suzuki e-Burgman, que se dejará ver por las calles japonesas pronto.
Pero no como una moto comercial por el momento, sino como una mula de pruebas. Al menos nos la han dejado ver al completo, revelando su aspecto. Físicamente recuerda y sigue la línea de la actual Burgman 125 Street.
De la Suzuki e-Burgman conocemos ya algunos nuevos detalles también: vendrá con un motor de 4 kW y un par motor máximo de 18 Nm. La velocidad máxima será de 60 km/h, y a expensas de parecer poco, recordemos que su uso está eminentemente pensado para ciudad (Tokio será el campo de pruebas). El peso no es precisamente poco: 147 kg y un asiento con 780 mm de altura al suelo.
De acuerdo con la marca, empezarán a probar la e-Burgman en las calles de Tokio en los próximos meses y bajo todo tipo de condiciones. Sin embargo, llega con una noticia inesperada: solo tendrá 44 km de autonomía.
Eso podría suponer un problema para muchos, acostumbrados a que las motos eléctricas actuales lleguen a los 100 km de autonomía como mínimo. Por ello Suzuki se ha asociado con Honda para poder utilizar sus Mobile Power Pack… O en otras palabras, el sistema intercambiable de baterías.
Quizá te suene el nombre de Gachaco, una Joint-Venture que las Big Four japonesas crearon hace unos pocos años. Honda, Yamaha, Suzuki, Kawasaki y la petrolera Eneos se unieron para establecer un estándar único de baterías intercambiables con el objetivo de aumentar la popularidad de las motos eléctricas.
Y ahí está la salvación a esos escasos 44 km de autonomía. La idea es sencilla: el usuario en moto llega, se identifica con una tarjeta o con el móvil, saca la batería de su scooter eléctrico y lo intercambia en cuestión de segundos por otro que se aloja en una especie de colmena. Esto nos deja otra noticia: las otras tres marcas y sus scooter también podrán intercambiar y usar las mismas baterías.
Ya solo nos queda esperar a que termine la fase de pruebas hasta finales de 2023 y llegue al mercado en 2024. La idea de futuro de las eléctricas descansa sobre proyectos como el de Gachaco y que en los países asiáticos es muy habitual ya, pero en Europa todavía se resiente.